Los jugadores del Coca celebran el triunfo de la primera jornada. El Norte

El pantallazo del Coca, el novato que lidera la Regional

Sorprenden con un 6-1 en el primer partido de su historia en la categoría, no solo por el resultado sino por la cohesión en tiempo récord de su vestuario

Viernes, 20 de septiembre 2024, 13:47

. El Coca, un recién ascendido a Regional de Aficionados que asumió un debate interno para decidir si aquello valía o no la pena y ... cambió de directiva por el camino, es el primer líder de su grupo tras imponerse por 6-1 al Rayo Abulense. «El mejor comienzo que podíamos imaginar», resume su entrenador, Chema Valbuena, que alude a la incertidumbre de la nueva categoría y al júbilo de unos días que define como anecdóticos para una plantilla que no se sale ni un ápice del objetivo humilde de la permanencia, esquivo en años recientes para Monteresma, El Espinar o Cuéllar. Y se toma a broma ese efímero primer puesto. «Hacer el pantallazo y mandárselo a los amigos. Poco más».

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Hacerse fuerte en su estadio es una de las grandes bazas del Coca para sobrevivir en Regional. «Es que no es un tópico, lo hemos demostrado. Ya lo verán los rivales, venir aquí no va a ser fácil», subraya el técnico pucelano. El equipo que no perdió como local el curso pasado iniciaba el curso como anfitrión ante otro recién ascendido. «Es una barbaridad. Las tiendas, los bares, la localidad, están todos volcados». Un club que ha pasado en meses de 70 socios a casi 400, una tendencia que fue en auge el curso pasado cuando pasaban las jornadas y el club seguía disputando el título. Y que creció con el estreno en regional. «Había muchos nervios, aquí trabajan muchos a la directiva. Si estaríamos a la altura tanto a la organización como en el partido. Quizás los que más tranquilos estábamos éramos nosotros».

Una cosa es la confianza y otra una goleada. «Sabíamos que el partido lo íbamos a disputar, lo que tampoco esperábamos es la diferencia. Nos sorprendió por el resultado y porque las sensaciones con el juego que hicimos fueron muy buenas. Muy bien colocados, actitud excelente, apretamos mucho». Habla de dos momentos clave. Por un lado, los dos goles en el tramo final de la primera parte que convirtieron un 1-0 en un 3-0. Con todo, Valbuena no permitió relajaciones en el vestuario. «Les dije que si perdíamos la segunda parte tomaría medidas. Que la quería ganar también. Que si conservamos, igual lo perdemos». El segundo punto clave fue cuando el Abulense marcó el 3-1. «Te surgen las pequeñas dudas, como nos marquen el segundo, se meten en el partido. Pero conseguimos pillarles y cerramos el partido con el 4-1. Luego es lo típico que a nosotros nos sale todo, jugamos con mucha comodidad».

Algo tan idílico que nadie quería el pitido final: sin lesiones, ni una sola tarjeta y con el público celebrando. «Todos ilusionados, en una nube. Somos vistosos, agradables de ver. Como con demasiadas aspiraciones. Estamos intentando ponernos en contexto de nuestros objetivos y no cambiando las ideas por un partido». Una palabra sagrada: permanencia. «Un equipo que acaba de ascender a Regional no puede pensar en otra cosa. Tenemos muchos ejemplos de muchos equipos que un año ascienden y al siguiente descienden».

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La fórmula caucense es una plantilla amplia que pasa de 19 a 22 fichas –podrían sumarse más– manteniendo el bloque de jugadores del pueblo con ocho nuevas incorporaciones como cuatro ex del Unami. «Tienen experiencia en Regional y nos van a aportar mucho». Y Goyo Álvarez, el delantero «sensación» tras marcar tres goles en el primer partido. Para él estos días son un doble pantallazo, pues no solo lidera la liga con el Coca, sino que es el pichichi provisional. Jugaba en el fútbol provincial madrileño y terminó en Coca por conexiones entre los propios jugadores. Su entrenador elogia su compromiso –acude desde Madrid a todos los entrenamientos– y su entrega. «Es muy rápido, disciplinado y luchador. Eso gusta».

Valbuena, que ya dirigió al Coca en su ascenso el año pasado, ha paliado los problemas en los desplazamientos al pueblo con un formato de dos entrenamientos presenciales –martes y jueves – y un tercero que cada uno hace por su cuenta. Una planificación trazada como un ejercicio de fondo que empezó después de las fiestas patronales, con epicentro en el 15 de agosto. Y un amistoso por fin de semana. Su pretemporada comenzó con un empate contra un juvenil del San Agustín de Valladolid antes de imponerse en Coca al Simancas, que milita en el otro grupo de Regional, por 4-1. «Ya vimos que teníamos intensidad y fuerza». Una preparación que terminó con tablas ante el equipo de Liga Nacional juvenil de La Victoria.

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Con todo, la incertidumbre era la tónica dominante antes del debut. «Teníamos que encajar a ocho o nueve jugadores de fuera, que no eran del pueblo y no conocían nada. Lo que otras veces nos lleva varias jornadas para conseguir dar con la tecla lo hemos hecho en tiempo récord. Ahora mismo no tenemos dudas de cómo jugar». Un ejemplo ideal de integración y un vestuario con un ambiente que el técnico define como «espectacular». Un equipo combinativo que quiere el balón con jugadores rápidos de banda, con una filosofía ofensiva y tácticamente disciplinado, subraya su míster, que ya estaba en el banquillo el año pasado. «Defendemos bastante alto, muy intensos. Sin dar demasiadas pistas a los rivales», bromea.

Una de las claves de cara a visitar el domingo al Burgos Internacional es la psicología. «Nos pasó con el Simancas, ya se ilusionó mucho la gente. Ya desde ahí venimos trabajando con los jugadores». La filosofía del partido a partido. «Ilusionarnos con el trabajo. Ahora, a intentar ir a por tres puntos más. Puede que estemos otra jornada más arriba, pero van a ser seis puntos y eso no nos da la permanencia ni nada por el estilo».

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