Segovia
«Estaban orinando delante de mi casa, se lo reproché y me rompieron los dientes»La Guardia Civil tiene ya identificadas a dos personas en relación con la agresión que Álvaro sufrió en las fiestas de Sotosalbos
Sotosalbos, un pueblo tranquilo de apenas noventa habitantes, se ha visto sacudido por la violencia durante las fiestas patronales. La madrugada del domingo 3 de ... agosto, Álvaro de la Herrán, un cineasta madrileño de cincuenta y un años que reside en el municipio desde hace tres, sufrió una brutal agresión frente a su casa. «El golpe fue brutal y perdí el conocimiento». Cuando despertó, comprobó que tenía la boca destrozada, con varios dientes rotos.
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Todo ocurrió a las cinco y media de la madrugada, cuando Álvaro regresaba a casa después de una velada con unos amigos. Al llegar a su puerta, se encontró con cinco jóvenes, «de unos veinte años», que estaban orinando sobre la valla del jardín. «Por favor, idos a hacer pis a otro lado y dejadme entrar, que es mi casa», les reprochó. Y lo que siguió fue un golpe devastador, posiblemente con un objeto contundente, que lo dejó noqueado, inconsciente. Al recobrar el conocimiento, estaba en el suelo, sangrando y temblando. «Me toqué la boca y comprobé que me faltaban dientes. Levanté la cabeza, vi piernas alrededor, pero nadie se acercó a ayudarme». Completamente en 'shock', se arrastró hasta su casa, abrió la puerta con dificultad y en el espejo descubrió el alcance de las heridas: un traumatismo severo en la cara, el labio partido con un corte de cuatro centímetros y tres dientes rotos. «Temblando llamé a la Guardia Civil y a una amiga, y pedí una ambulancia. Los servicios médicos me trasladaron al Hospital General de Segovia, donde me realizaron un TAC y me cosieron la boca. A mediodía me dieron el alta y regresé a Sotosalbos, pero decidí bajar a Madrid para estar con mi familia», cuenta. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno confirman que ya han sido identificadas dos personas presuntamente relacionadas con la agresión, y la investigación en torno a lo ocurrido sigue su curso.
Advertencia
Curiosamente, Álvaro había alertado días atrás al Ayuntamiento acerca del «descontrol» que, a su juicio, suele producirse durante las fiestas de Sotosalbos. Preocupado por la «falta de medidas de seguridad y civismo» en las fiestas de 2024, pedía en una carta la regulación de los accesos a las calles residenciales cuando se celebren eventos en espacios adyacentes, la presencia de personal de seguridad, limpieza y contención en las zonas afectadas, la restricción del acceso a la Calle Nueva mediante vallas, la instalación de aseos portátiles, contenedores y puntos de limpieza, y la elaboración de un protocolo de prevención. «El año pasado vi gente orinando, defecando, consumiendo drogas sobre los coches aparcados e incluso manteniendo relaciones sexuales a la vista de todos», se queja.
El alcalde de Sotosalbos, Feliciano Isabel, le respondió a través del WhatsApp: «El otro día estuve con la Guardia Civil para que se den una vuelta de vez en cuando [...] Son cuatro días al año y todos tenemos que aguantar un poco». «Ya sé que son cuatro días, pero no por eso hay que permitir ciertas cosas. Yo no voy en contra de los festejos, solo quiero que no se repitan las escenas del año pasado [...] Si llegasen decenas de personas a la puerta de tu casa a orinar o defecar o meterse rayas, no te gustaría nada», replicó Álvaro, a lo que el regidor contestó: «Todo lo que me comentas lo he tenido a la puerta de mi casa y la mayoría de vecinos de la zona de abajo muchos años y [...] hemos aguantado y seguimos aguantando».
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La agresión vino después. Y Álvaro ha vuelto a escribir al alcalde por WhatsApp. «Ya me enterado, no sé los motivos, me han dicho que la Guardia Civil ha detenido a alguien y si dices que te agredieron sin venir a cuento la justicia le pondrá la sanción correspondiente. Yo, como comprenderás, poco te puedo decir, siento lo que te ha pasado», contestó el regidor. En las últimas horas, Álvaro le ha preguntado por el seguro de responsabilidad civil de las fiestas, pero Isabel duda de que pueda ampararlo: «Si hay denuncia, será el juez quien diga qué parte implicada en la agresión se haga cargo», respondió el alcalde.
Forastero
Álvaro de la Herrán se mudó a Sotosalbos en busca de «tranquilidad, paz y naturaleza». Ahora, la decepción es mayúscula. «Vine para vivir en paz y parece que estoy en el Bronx». Como «forastero», sin vínculos familiares en el pueblo, su integración no ha sido fácil. «La gente no es muy abierta cuando llegas de fuera. Algunos sí, pero no todos», señala. Tras la agresión, no dudó en denunciar. «Igual soy un kamikaze, pero creo en la justicia». Las lesiones apuntan al uso de un objeto contundente, posiblemente un puño de hierro. En su denuncia, el agredido mencionó una reyerta campal entre jóvenes ocurrida con posterioridad a la agresión y que se saldó con la detención de un menor. «Lo hice por si pudiera estar relacionado».
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Mientras la Guardia Civil avanza en sus pesquisas, lo único que quiere este vecino de Sotosalbos es recuperarse de las heridas. También está valorando la posibilidad de denunciar al Ayuntamiento, como le recomiendan algunos amigos, pero admite la dificultad de capear la situación en un pueblo tan pequeño. «Repito que no estoy en contra de las fiestas, ni mucho menos, pero no puede ser que se normalice este caos. Eso sí, no tengo miedo».
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