La oposición afea al equipo de gobierno municipal de Cuéllar la gestión de los plenos

Según el acuerdo plenario del 4 de julio de 2019, las sesiones ordinarias se deben convocar el último jueves de cada mes a las 20:00 horas, por lo que el de diciembre debería desarrollarse el día 30 en lugar de la jornada de este último martes. Por ello, la portavoz de los populares recordó al alcalde socialista, Carlos Fraile, que «él no tiene potestad» para hacer estos cambios y que «son un derecho fundamental a la participación política, un derecho fundamental de los concejales». Fernández subrayó que las sesiones del pleno son públicas y que, según la ley, el incumplimiento del calendario prefijado «perjudica igualmente los derechos de los vecinos a su asistencia», recordando que hay tribunales que vienen anulando los acuerdos o resoluciones que no respeten la normativa.

En este sentido, añadió que el presupuesto de 2022 fue aprobado en un pleno ordinario fuera de la periodicidad establecida, puesto que se aprobó el miércoles 1 de diciembre, en lugar del jueves 25 de noviembre, cuando se debería haber celebrado el pleno ordinario de dicho mes. Por ello rogó que no se varíe la periodicidad acordada para las sesiones corporativas del Ayuntamiento y que cumpla la normativa.

Por su parte, el alcalde señaló que en cuestiones de forma «nunca nos vamos a poner de acuerdo». Fraile apuntó que en diciembre el pleno se debería haber realizado el próximo jueves, pero indicó que «no pasa nada» por cambiar el día mientras haya consenso. Además, insistió en que se trata de algo excepcional. Puso como ejemplo el reciente pleno de la Diputación Provincial, que también ha variado su fecha habitual en diciembre. «Me entristece que estemos enredados en estas cuestiones de forma», añadió el regidor, quien no consiguió convencer a la portavoz del PP.

Por su parte, el grupo municipal de Ciudadanos también presentó un ruego respecto a la celebración de las sesiones, aunque en esta ocasión relativo a la ausencia de temas en el mismo. Así, pidió que no se convoquen plenos «totalmente vacíos de asuntos porque les cuesta a los vecinos más de 3.000 euros». El orden del día, a su juicio, es «reflejo del trabajo de todo un año».

Sobre la petición de la formación naranja, el alcalde apuntó que no convocar el pleno «es una opción». Otra podría ser –dijo con ironía– secuenciar los temas «los partimos y repartimos en doce meses». Por último, Fraile declaró que el coste de cada pleno corporativo es de 900 euros para las arcas municipales y cerró el debate recordando que en las comisiones se da cuenta de lo que se realiza y que tanto estas como los plenos son órganos de control de la acción de gobierno.

El equipo de gobierno acabó la sesión con un llamamiento a los vecinos para que disfruten de estos días con todas las precauciones y medidas de seguridad, pidiendo responsabilidad, cautela y el cumplimiento de las normas en una sexta ola que ha dejado en el municipio 49 casos nuevos de covid en los últimos siete días, la cifra más alta de contagios de los últimos meses.