Sucesos en Segovia

Ocho meses de prisión por maltratar a una galga

El fallo, que ha sido difundido por la asociación como altavoz de su causa, añade un delito leve de abandono, por lo que el acusado también se enfrenta a cuatro meses de multa con una cuota diaria de seis euros. Asimismo, por esta infracción penal, el titular del juzgado le suma un año más de inhabilitación que le impide poseer o trabajar con animales.

Hace más de dos años, el 23 de diciembre de 2021, empezó el camino en busca de justicia para Fresa. La protectora recuerda esa fecha porque fue cuando sus voluntarios, con la colaboración de agentes de la Policía Local, rescataron en las inmediaciones de la zona del Tejerín, en la capital segoviana, a tres galgos que se encontraban en estado calamitoso. Una de los canes era Fresa. No era la primera vez que la asociación acudía a recogerla y atenderla. Sin embargo, el propietario la reclamaba y la protectora no tenía más remedio que entregarla.

Pero llegó un día en el que el dueño de la perra dejó de ir a buscarla. Ya no la quería y la abandonó. Según cuenta el colectivo animalista, el hombre «había dejado de alimentarla y de atenderla». La dejó a su suerte, indefensa y débil por la falta de cuidados y la desnutrición que arrastraba. La última vez que miembros de la protectora recogieron a Fresa, la galga «estaba en un estado lamentable, caquéxica, cargada de pulgas, garrapatas y parásitos intestinales».

La crueldad de quien era su propietario la dejó marcas. El animal presentaba un «corte horrible en el lado izquierdo del cuello», continúa la protectora segoviana la descripción del mal estado en el que acogió al can. La herida delataba el intento del dueño de arrancarle el microchip identificativo que se coloca a los perros por si se extravían o por si, como en este caso, sufren la inhumanidad de las personas. «Afortunadamente, no lo consiguió», apostilla la asociación, lo que permitió acudir a los tribunales y ejercer la acusación particular en la instrucción contra el hombre que casi acaba con la vida de Fresa.

La denuncia de la organización, junto con el cuerpo municipal de seguridad, ha dado sus frutos. El juzgado ha dictado sentencia contra el maltratador de esta galga, que encontró un hogar en el que se siente querida. Así, la condena ha puesto el punto y final al calvario que sufrió Fresa. La perra ha pasado página gracias a una adopción. La Asociación Protectora de Animales de Segovia considera que esta es la mejor manera de otorgar una nueva vida a las mascotas abandonadas y maltratadas que recogen y cuidan los voluntarios en las instalaciones del albergue que gestiona la organización en la carretera de Palazuelos, junto a destilerías de DYC.

Fresa fue afortunada. Abandonó el refugio y cumple dos años en un hogar, con una nueva familia. «Ahora es feliz, le encanta salir a pasear con su mamá humana y sus hermanos», se felicitan en la protectora, cuyos representantes agradecen también a la abogada Ana María Collado y a la procuradora Marta Beatriz Pérez su dedicación para lograr la sentencia condenatoria que hace justicia con la galga.