Del Marqués de Lozoya a un quirófano de cirujía cardíaca

Laguna, que ahora desarrolla su trabajo en León, se dirigió a los alumnos de segundo de bachillerato de ciencias, alguno de los cuales ha mostrado interés por estudiar medicina. Durante su charla explicó cómo es la cirugía cardíaca, campo al que se dedica, intentando transmitir qué es lo que hace de forma profesional. Tampoco faltaron algunas notas de historia, con personajes como René Favaloro, cirujano cardíaco argentino reconocido por realizar la primera cirugía de 'bypass'.

No faltaron los consejos importantes, sobre todo para aquellos interesados en la cirugía y pensando en su orientación en el mundo laboral. Al respecto, Laguna apuntó que la cirugía cardíaca es una especialidad que actualmente «está bastante mal desde el punto de vista de la salida laboral, hay bastante paro», aunque recalcó que lo importante es que «elijan algo porque les guste, pero que también tengan en cuenta otras cuestiones».

Él volvería a elegir cirugía cardíaca, aunque «la realidad es que vivimos bastante mal, tanto por la especialidad a la que nos dedicamos, por el estrés que tenemos, como por el hecho de que ahora mismo las salidas laborales son malas». Y es que según Laguna, la oferta y demanda está mal ajustada. Aunque hay poco más de 200 cirujanos cardíacos en España, salen muchas plazas MIR, lo que lleva a gente en desempleo o con contratos precarios.

En concreto, desde su punto de vista en estos momentos habría que mejorar el acople de la oferta a la demanda. «Creo que actualmente en el MIR no se ofertan las plazas que realmente requiere el sistema, sino muchas más, lo que hace que haya un superávit de cirujanos cardíacos. También hizo hincapié en algunas cuestiones éticas, para que los jóvenes no olviden que «estamos jugando con vidas de personas».

Durante su presencia en el centro educativo, el doctor recordó sus tiempos como estudiante en el instituto, lo que «me marcó mucho», aunque aseguró que en realidad tenía claro su futuro, ya que siempre quiso ser médico. La especialidad, cirugía cardíaca, fue una elección posterior, aunque recordó que «me gustaba mucho el corazón. Recordó cómo se cambio del instituto Duque de Alburquerque, donde estudiaban sus amigos, al Marqués de Lozoya con la intención de estudiar la rama de Ciencias de la salud. «Yo no quería ramas tecnológicas, tenía las cosas claras», por lo que optó por el Marqués, lo que para él fue un cambio importante en aquel momento.

Sus recuerdos son todos positivos. En el centro «conocí a gente genial, todavía tengo mucha relación, y profesionalmente logré mis objetivos, lo que quiere decir que esto fue una buena experiencia para mí», apunta.

En su paseo de ayer por el centro educativo pudo constatar como «todo está muy parecido, y es una sensación muy grata», detalló, apuntando que los pasillos y paredes le trajeron a la mente muchos recuerdos, como el de la cafetería, «que está en el mismo sitio y exactamente igual». También recordó las aulas, «subir las escuelas, donde estaban todas las aulas donde he dado clase, y por supuesto, recuerdo a los profesores, a los que están y a los que no están».

Tras los recuerdos, Laguna se centró en el presente, en su trabajo en el Hospital Universitario de León, donde se encuentra satisfecho. «Desde el punto de vista profesional se trabaja muy bien, con un equipo espectacular, con muy buenos resultados». No se olvida de que el trabajo es muy exigente, el equipo es escaso y se realizan muchas cirugías, «pero es muy gratificante que las cosas vayan tan bien».

Hoy por hoy el Universitario de León es el centro que realiza más operaciones cardíacas de Castilla y León y se encuentra entre los diez primeros de España, aunque hay competencias que no tiene, como la del trasplante cardiaco, que se centraliza en Valladolid «y es algo que se echa de menos. Pero hay que buscar las oportunidades laborales y el bienestar, no solo profesional, sino en todos los sentidos de tu vida».

Y es que hasta hace unos años, Laguna trabajó en Valladolid, donde se formó como cirujano cardíaco. No fue su único destino. Ayer también recordó que «he hecho muchos periplos por muchos sitios», rememorando su paso por Barcelona, realizando cirugía cardíaca infantil, o por New Castle, en Reino Unido, trabajando con corazones artificiales.

Respecto al futuro, Laguna mostró su intención de seguir vinculado a Castilla y León. Rememoró que «tuve unos cinco años absolutamente locos», en los que no dejó de trabajar, viajar, formarse… y ahora mismo «necesitas también un poco de calma», una calma relativa, la que le permite tener entre doce y 14 guardias mensuales, pero «necesitas estar en un sitio», y más con la incertidumbre laboral actual.

Además de su futuro, tampoco se olvidó del de la cirugía cardíaca, donde «cada vez se nos restringen un poquito más las cosas». En el Universitario de León trabajan con cirugías a corazón abierto, pero los avances tecnológicos actuales tienden a intentar no abrir el pecho, por lo que «se nos restringe el campo». Sin embargo, en la actualidad existen tendencias sobre que los resultados de ciertas técnicas no invasivas «no son tan buenos como se esperaba y se ha abierto a la cirugía abierta otra vez, porque parece lo más definitivo, aunque parezca lo más agresivo».

Es por eso que desde su punto de vista «queda cirugía cardíaca para mucho tiempo», aunque reiteró la incertidumbre respecto al futuro laboral y mostrando su deseo de que los cirujanos cardiacos dejen de tener unos contratos precarios, porque en ese aspecto «el futuro es más incierto, pero se puede paliar».