De madrugada y desde 2017: así se construyó el almacén clandestino de baterías de litio
El detenido en una urbanización de Otero de Herreros instaló un gran sistema de videovigilancia y derribó tabiques de la casa para ganar más espacio
El 24 de julio los vecinos de la urbanización Canalejas de Otero de Herreros respiraron mucho más tranquilos tras más de seis años de sospechas ... y nerviosismo. Ese día, la Guardia Civil efectuó una actuación que permitió intervenir el mayor almacén clandestino de baterías de litio de toda Europa.
La intervención de la Guardia Civil, muy llamativa para los vecinos, supuso un punto de alivio y de tranquilidad. Desde 2017, los residentes en esta urbanización situada en las inmediaciones de la sierra de Guadarrama venían alertando de comportamientos sospechosos en uno de los 105 chalés que forman el complejo residencial.
Entre los vecinos la sospecha era generalizada. Sabían que algo pasaba en una vivienda de la calle Peña del Hombre, pero no los detalles. Desde 2017 observaban cómo un vecino, que residía en un piso de Otero de Herreros, empezaba a utilizar el chalé de la urbanización como espacio de almacenaje. Pronto descubrieron que lo que acumulaba era baterías de litio. No era extraño verlas en la acera de la calle mientras cargaban o descargaban camiones y furgonetas.
Por ello en 2021 reiteraron su preocupación a las autoridades. Tanto al Ayuntamiento de Otero de Herreros como a la propia Guardia Civil. Observaron un aumento de la actividad en la vivienda, donde el detenido había ganado espacio para poder almacenar cada vez más baterías. No solo excavó la parte inferior; también derribó tabiques interiores y hasta fue capaz de colocar un contenedor marítimo en el patio del chalé. Unos de los vecinos, hartos de las molestias generadas, no dudaron en mudarse de la urbanización. Por ello, a los vecinos les causó una gran sorpresa que las autoridades no observasen indicios de actividades delictivas. De hecho, declararon que se trataba de 'bricolaje doméstico'.
Los vecinos, por su parte, no hacían más que acumular sospechas de que en la vivienda ocurría algún tipo de actividad ilícita. Cada vez se veían más baterías de litio, cuyo líquido al principio era arrojado al propio suelo. Pero también observaron como el vecino detenido instaló un gran sistema de videovigilancia en la vivienda, muy por encima de cualquier sistema habitual en casas del estilo.
Además, las cargas y descargas eran constantes. En algunos casos, de furgonetas alquiladas por el hombre detenido por la Guardia Civil que llegaban y salían de la urbanización cargadas hasta los topes de baterías. En otros, eran grandes camiones los que cargaban con el material a las 3 o las 4 de la madrugada.
La intervención del pasado 24 de julio puso fin a años de sospechas. La actuación de la Guardia Civil, tras meses de vigilancia de la urbanización, no pilló por sorpresa a los residentes en la urbanización Canalejas.
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