Las lluvias de primavera minimizan los incendios forestales en lo que va de año
El operativo de extinción tiene un carácter «regional» y cuenta con 4.369 profesionales
Álvaro Gómez San Frutos
Segovia
Jueves, 23 de agosto 2018, 19:31
El verano está siendo menos caluroso que en los últimos años y las abundantes lluvias de primavera dejaron un terreno húmedo en el que es más difícil que se genere y propague el fuego. Las condiciones meteorológicas de este 2018 han ocasionado que los incendios forestales que el pasado verano fueron protagonistas en los montes sean ahora un problema menor. Siempre con cautela y a la espera del balance oficial que llega a finales de septiembre con el fin de la campaña de alto riesgo, los datos provisionales muestran mejoras sustanciales respecto al pasado año.
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En lo que va de mes se han producido once incendios forestales en la provincia de Segovia, todos ellos de poca importancia ya que apenas han afectado a cuatro hectáreas en su conjunto al ser la mayoría conatos (cuando el incendio no supera una hectárea de superficie). Tan solo dos superaron esta superficie pero no conllevaron especial gravedad, pues uno arrasó 1,23 hectáreas a causa de un rayo en Aldeasaz, pedanía de Turégano, y el otro se extendió por una superficie de 1,99 hectáreas en Carbonero el Mayor según los datos recogidos del histórico de incendios de la Junta.
En los meses de enero a julio la tónica fue similar, pues se produjeron quince incendios en la provincia en los que tan solo se vieron afectadas 2,5 hectáreas. Esto supone una variación interanual del 99,7% respecto a los primeros siete meses de 2017, donde el fuego arrasó 1.002 hectáreas, según Ical. Los datos ofrecidos en la web de la Junta muestran que en lo que va de verano no se ha producido ningún incendio importante y gran parte de ellos han sido accidentales. Aunque varios están aún en investigación y posiblemente en unos cuantos no llegue a descifrarse la causa, lo que sí es cierto es que no parece haber ningún fuego intencionado en la provincia en lo que va de año. En cuanto a los accidentales o causados por negligencias del ser humano, a menudo causa mayoritaria en los incendios forestales, la rápida actuación de los medios de extinción es clave para que queden en conatos.
«La respuesta es inmediata. Hay un foco en algún sitio, enseguida se comprueba que hay humo, se localiza e inmediatamente están las cuadrillas de tierra o aéreas allí para extinguirlo», declaró Pedro Ejarque, jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente. Ejarque destacó que el operativo de extinción de incendios está funcionando y que «cuando ha habido que actuar se ha actuado bien, estamos contentos». El encargado de temas medioambientales de la Junta en Segovia indicó que en años anteriores también se trabajó bien ya que «es un operativo muy rodado».
Este año cuenta con 4.369 profesionales para proteger los bosques de toda Castilla y León, un operativo «regional» y «nada provincializado». La Junta cuenta con 2.405 trabajadores públicos, como son los ingenieros, agentes medioambientales y forestales, celadores y personal fijo discontinuo de centros provinciales, torres de vigilancia y autobombas. Además hay 519 trabajadores en las cuadrillas helitransportadas, 1.235 en las cuadrillas dedicadas a tratamientos selvícolas y 210 en la tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria. El operativo es «enorme», según Ejarque, y, «aunque nos gustaría siempre que fuera mayor, yo creo que está muy adecuado». Ejarque destacó el carácter regionalista del operativo ya que cualquiera de las 22 torres de vigilancia de Segovia pueden detectar incendios en otras provincias y los equipos de extinción que se encuentran en un lugar pueden acudir a colaborar en los trabajos que se realicen en otro punto de la comunidad.
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En cuanto a los medios materiales, el operativo cuenta con 210 puestos y cámaras de vigilancia, 305 autobombas de las cuáles 94 son propias, 202 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 26 helicópteros, cinco aviones y 28 retenes de maquinaria.
Además de los trabajos de extinción propios de la época de alto riesgo de incendio, la Junta trabaja durante todo el año en los montes para realizar labores preventivas. «Lo que se hacen son trabajos selvícolas. La lucha contra incendios se hace durante todo el año a través del tratamiento y limpieza de los montes», indicó el jefe del Servicio Territorial de MedioAmbiente.
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Las plagas se tienen especialmente en cuenta ya que su propagación puede favorecer que los incendios se extiendan. «Si una plaga afecta a una especie arbórea, los árboles caen y se convierten en mejor combustible que un árbol entero y en perfecta salud», explicó Pedro Ejarque. En cuanto a los lugares afectados por incendios, la Junta realiza trabajos para reforestar cada zona durante los cuatro años posteriores al siniestro. «Tras el incendio del año pasado en Navalilla hemos hecho una limpieza de todo el monte afectado». Ejarque indicó que de no retirarse los restos tras el incendio podrían generarse plagas que impidan la reforestación.
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