El 8-M llama a la movilización de los hombres «por una sociedad más equitativa»

Un 8-M más contenido y menos exuberante que otros años por culpa de las condiciones sanitarias impuestas por la pandemia del coronavirus, ha alzado la voz en Segovia, un año más, para reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres y el final de toda forma de discriminación y de la violencia machista. El Día Internacional de la Mujer Trabajadora de este 2021 se ha visto encorsetado tanto en su programa como en la participación por las restricciones que las autoridades han defendido en aras de la seguridad y la salud de la ciudadanía. Esas limitaciones no han restado fuerza a los mensajes que se han lanzado desde los diferentes atriles y plazas donde el movimiento feminista se ha manifestado.

Por lo tanto, a lo largo de la mañana de este lunes no se han repetido los multitudinarios actos de ediciones anteriores en el centro de la ciudad ni se han multiplicado las citas conmemorativas, que han quedado reducidas y constreñidas a un puñado de acciones, tanto institucionales, como cívicas, sociales, y sindicales. La Universidad de Valladolid, Unión General de Trabajadores, Comisiones Obreras y otras entidades y organizaciones, como el Hospital Recoletas, se han sumado a través de diferentes gestos simbólicos a las reivindicaciones del 8-M, bien mediante exposiciones en el caso del campus María Zambrano o de concentraciones reducidas como las centrales sindicales o a través de vídeos, como ha hecho La Misericordia y también la Diputación de Segovia en una de las acciones conmemorativas de su programa.

El 8-M ha tirado de imaginación y ha visualizado la causa feminista desde bien temprano. Las estatuas de la capital segoviana han amanecido este lunes con mandiles colgados con la fecha del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Las figuras esculpidas de Rodao, Machado, del diablillo de San Juan, Agapito Marazuela o de Cándido, por ejemplo, lucían estos delantales reivindicativos.

Por su parte, el Consejero Sectorial de la Mujer ha escogido el colegio Elena Fortún, en el barrio de Nueva Segovia, para celebrar el acto central del 8-M promovido por el Ayuntamiento de la capital. Un colorido mural en una de las paredes del centro docente recoge el eslogan de este año: 'Reinventamos los cuidados son herencia de todos y todas'.

El lema junta dos de los mensajes que se han lanzado. Por un parte, el homenaje que el órgano dependiente del Consistorio hace con motivo del 8-M a las mujeres que han entregado sus vidas a la atención de los demás en el núcleo familiar o fuera de sus casas. La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, ha enaltecido en este día el papel de las cuidadoras «que asumen sobre sus hombros el peso» de esos cuidados. La regidora ha apelado a la «corresponsabilidad de hombres y mujeres» a la hora de hacerse cargo de estas labores y ha llamado a erradicar los estereotipos machistas que «culturalemente atribuyen esta responsabilidad a las mujeres».

«La igualdad real no se nota en la sociedad, estamos hartos de acciones discriminatorias», ha elevado el tono Luquero, quien ha instado a los hombres a que alcen también su voz en contra de todas las manifestaciones de violencia sexista que padecen las mujeres, contra los techos de cristal y contra cualquier forma de discriminación.

Precisamente, el otro mensaje que ha resonado con más fuerza junto al mural del Elena Fortún ha sido el de necesidad de implicar a los hombres en la lucha por la igualdad real. Beatriz González, en representación del consejo sectorial, ha abogado por «la movilización de los hombres para hacer una sociedad más equitativa, mediante la construcción de una nueva masculinidad más justa y solidaria». González ha condenado la «herencia machista que oprime a la mujer» y que es la que se ha consolidado a lo largo del tiempo.

También ha recordado que la pandemia del coronavirus ha provocado que las mujeres «hayan cuidado doblemente y hayan duplicado sus cargas de trabajo». González ha advertido del «impacto de los meses de confinamiento, que, cuando se habla de violencia, han significado una doble cárcel para las víctimas, como se ha visto con los indicadores de ayuda que se han disparado» durante ese tiempo de encierro domiciliario.

El manifiesto del consejo sectorial ha llamado la atención sobre las diversas discriminaciones y desigualdades que padecen la población femenina a estas alturas del siglo XXI. Beatriz González ha lamentado «el desgaste emocional, la falta de reconocimiento o la desvalorización, que hacen que la mujer se encuentre más cerca del esclavitud propia de un sistema feudal que del siglo XXI».

Por su parte, la directora del Elena Fortún, Rosa María Gil, ha subrayado la importancia de la educación a la hora de caminar hacia la meta deseada de la igualdad real entre hombres y mujeres. La pedagogía desde niños de que todos son iguales y de que nadie es más que nadie por razones de sexo, creencias o raza contribuye a edificar esas sociedad más equitativa por la que lucha el movimiento feminista.

En este sentido, la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento segoviano, Ana Peñalosa, ha recordado varias cifras que justifican la conmemoración reivindicativa del 8-M. La edil ha lamentado la «elevada tasa de temporalidad» que lastra el despegue laboral de las mujeres, habitualmente ligadas a sectores con condiciones más precarias. «El 75% de los trabajos invisibles, no remunerados, los desempeñan mujeres», ha apostillado al mismo tiempo que reconocía la labor de las cuidadoras y subrayaba que, en estos casos, «existe una recompensa emocional pero con consecuencias muy negativas que con la pandemia se han agravado».

El 76% de las personas que se dedican a los cuidados personales son mujeres, ha agregado la concejala, con la consiguiente «sobrecarga» sobrevenida por las dificultades asistenciales provocadas por la pandemia.

Peñalosa ha subrayado que la crisis sanitaria desatada por el coronavirus ha puesto en evidencia «la fragilidad» de las mujeres, sobre todo cuando muchas de ellas han estado en primera línea de la batalla contra la enfermedad como sanitarias, personal de residencias, de ayuda a domicilio, auxiliares... También ha reconocido la tarea durante estos meses de las mujeres que desempeñan sus atribuciones en sectores esenciales, como la limpieza o la alimentación; y no se ha olvidado de las trabajadoras del hogar, un segmento «de los más precarizados y con un alto nivel de exposición a contagio por el coronavirus».

La concejala de Servicios Sociales esgrimió otros datos para dejar claro que «queda camino por andar, porque las mujeres van a afrontar la crisis desde una situación peor». En esta línea, llamó la atención sobre «la feminización» de dos de los sectores que más están siendo azotados por la pandemia y las medidas de restricción impulsadas por las administraciones, como son la hostelería y el turismo. Asimismo, Peñalosa se quejó de que la brecha salarial que separa a las trabajadoras de los hombres es del 11%.