De izquierda a derecha, Lucía Arranz, Miguel Ángel Gómez y Montserrat Sanz, ayer. m. r.
Cuéllar

«Por un lado nos daban buenas palabras y por otro intentaban hacernos daño»

El coordinador de la agrupación de IU y las concejalas cuentan cómo han sido sus tres años de gobierno junto al PSOE

Mónica Rico

Cuéllar

Martes, 11 de octubre 2022, 11:22

El coordinador local de IU, Miguel Ángel Gómez, y las concejalas de la formación, Montserrat Sanz y Lucía Arranz, hasta el pasado mes de agosto en el equipo de gobierno ... , salieron ayer al paso de las últimas declaraciones y críticas realizadas a su salida desde las filas socialistas, «ataques y descalificaciones» que les han llevado a hacerlo.

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Gómez recordó que la semana pasada mantuvo una reunión con el alcalde, que «fue sosegada y cordial», en la que se habló del pacto, cada uno asumió su parte de culpa en la disolución del mismo y se habló del futuro. «Una de las cosas que le dije es que, por nuestra parte no queremos seguir con más polémicas, puesto que no interesan a nadie y las únicas beneficiadas de todo esto son las derechas», pero apuntó que «lo que no me dijo es que en la otra mano tenía un puñal, porque mientras me daba buenas palabras, en otro despacho se preparaba una rueda de prensa para echarnos la culpa de todo lo ocurrido, descalificarnos y seguir menospreciando el trabajo realizado por nuestras concejalas».

Y esa forma de actuar, según Gómez, ha sido la tónica general del gobierno con el PSOE, «por un lado dando buenas palabras, y, por otro, confundiéndose de enemigo político e intentando hacernos daño, cosa que no conseguirá jamás, así como lo falso que puede llegar a ser y que no se puede confiar en él». También recordó la enumeración de los puntos sobre el pacto que realizó hace unos días el teniente de alcalde Tomás Marcos, «haciendo hincapié en los que, según él han abandonado nuestras concejalas», pero, a su juicio, «sus palabras carecen de credibilidad alguna, y más cuando su gestión en Medio Ambiente o Tráfico no es de lo más brillante que se ha visto en este municipio».

Por su parte, Montserrat Sanz hizo hincapié en que las concejalas «no hemos dado ningún portazo», e incluso avisaron meses antes de que, o cambiaba la situación o el 30 de junio abandonarían. «Aún así estuvimos intentando tratar de solucionar y que se pudiera trabajar mejor, pero las cosas siguieron igual y al final tuvimos que irnos de forma obligada. No queríamos irnos», aseguró, matizando que esta decisión incluso perjudica a IU políticamente y personalmente se ha renunciado «a un sueldo y a un paro». Sanz Recordó que se llevaba más de un año solicitando que se volvieran a realizar las juntas de gobierno como al inicio de la legislatura y como está aprobado en pleno. Asumió al respecto incluso parte de culpa, «no supimos hacerlo nosotras» pero «quien tenía que convocarlas era el alcalde». Respecto a las declaraciones de Tomás Marcos, le quiso señalar que en la oposición «también se trabaja» y que los 13 concejales del pleno representan a todos los ciudadanos de Cuéllar «y todos tenemos que trabajar para ellos», apuntando que «de ninguna de las maneras se está mejor en la oposición que en el gobierno». Ya centrándose en el pacto, señaló que el 90% de los puntos realizados corresponden al programa del PSOE. Y se refirió a las palabras del alcalde sobre el trabajo transversal de las concejalías cuestionándose el mismo, pues en muchas ocasiones «se gobierna a través de decretos».

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Lucía Arranz, la otra concejala de IU, se mostró apenada por tener que dar nuevamente explicaciones cuando «dijimos que no queríamos empezar una guerra», y dolida cuando desde el PSOE señalan haberse sorprendido con su marcha, cuando ya en abril se anunció que «si la situación seguía insostenible, abandonaríamos el equipo de gobierno. Su respuesta fue: 'si os vais a ir, mañana mejor que el 1 de julio'», aseguró. También se mostró dolida por las declaraciones que apuntan a que su salida se podría deber a cansancio, no querer estar en el equipo de gobierno o irse a la oposición por comodidad. «Nosotras consideramos que se nos ha echado. En un sitio que no hay transparencia, no era ético seguir, por nuestra parte», aseguró.

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