Un interno propina un cabezado a un trabajador de la prisión de Segovia

Laura Garrido, de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), explica que la agresión se produjo este lunes por la mañana, cuando dos funcionarios trasladan al interno a la enfermería para pasar consulta ya que en su módulo de procedencia el ordenador lleva meses rotos y no puede hacerse allí. Por ello, son los internos los que se trasladan hasta la enfermería y no el médico el que acude a los distintos módulos para pasar consulta a los presos.

En un momento dado del trayecto, el interno empezó a correr y fue perseguido por los dos funcionarios. Sin embargo, al ser alcanzado por los trabajadores del centro penitenciaro el preso se revolvió «con violencia» y propinó un fuerte cabezazo a uno de los trabajadores en la cara. El trabajador agredido, con heridas en el rostro y en uno de sus ojos, fue trasladado al Hospital General de Segovia. «Estará de baja un tiempo», afirma Garrido, quien pone en valor la experiencia y el buen hacer de la plantilla que trabaja en Perogordo. «Sabe actuar y frena la mayoría de los altercados. Por eso no se producen más casos», asegura. Hasta la agresión de este lunes, la última registrada en el centro penitenciario de Segovia data del pasado mes de marzo. «De las físicas, porque de las verbales son muy frecuentes», precisa.

Sobre el interno que agredió al trabajador, la representante de CSIF afirma desconocer sus antecedentes pero sí asegura que ha intentado actos como el de este lunes en más ocasiones. Tras la agresión, el preso fue reducido por el otro de los funcionarios que le acompañaban a la enfermería. «Cuando ocurre algo así mandan a los internos a aislamiento y les ponen una sanción. Queremos que se cumpla en su totalidad», insiste Laura Garrido, quien también espera que sea trasladado a otro centro penitenciario «más acorde a su grado de violencia y peligrosidad».

Aunque la representante de CSIF reconoce una mejora durante los últimos años en la plantilla del centro, también lamenta la situación de «dejadez» que se refleja en la falta de un servicio de cafetería o de limpieza en las propias instalaciones. «No estamos mal, mal, pero siempre hace falta algo más», comenta Garrido.

No obstante, hay reivindicaciones que siguen vigentes, sobre todo tras sucesos como el de este lunes. Entre ellas, la condición como agentes de la autoridad de los trabajadores del centro, «que implica la presunción de veracidad y el principio de indemnidad para nuestro colectivo por parte del Estado».

Además, el sindicato reclama reforzar los protocolos ante las agresiones, la mejora de los medios coercitivos y que se cumplan íntegramente las sanciones de aislamiento en el centro penitenciario de Segovia.