La iglesia de Segovia donde Isabel fue proclamada reina avanza hacia su rehabilitación
Financiada por la Junta de Castilla y León, la intervención tiene como objetivo frenar el deterioro y garantizar la conservación del templo
La Real Iglesia de San Miguel, escenario de la proclamación de Isabel la Católica como reina de Castilla en 1474, está inmersa en la segunda ... fase del proyecto de restauración que la Junta de Castilla y León emprendió el año pasado. Con un presupuesto de entre 240.000 y 250.000 euros, financiado íntegramente por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, las obras tienen como objetivo la consolidación de las cubiertas y bóvedas de la nave central, lo que garantizará la integridad estructural de este templo gótico declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Monumento, en mayo de 2023.
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El proceso para la restauración del inmueble comenzó en octubre de 2020, cuando la parroquia alertó sobre el grave deterioro que presentaban las cubiertas. «Había filtraciones, goteras y partes al aire libre; la estructura corría peligro», señalan fuentes parroquiales. La denuncia de la prensa generó un eco que acabó movilizando a las autoridades. Sin embargo, los avances fueron lentos. En marzo de 2021, se solicitó la declaración BIC, pero fue la visita que el consejero de Cultura y Turismo, Gonzalo Santonja, y los directores generales de Patrimonio y Turismo, Juan Carlos Prieto y Ángel González Pieras, realizaron en noviembre de 2022 el hito que marcó un antes y un después. Cuando los representantes de la Junta subieron a las cubiertas, se encontraron con un panorama alarmante: puntales de acero sujetaban bóvedas y muros, que presentaban riesgos evidentes de colapso. «Se quedaron impactados». Ese mismo día, tras recorrer el templo y apreciar su valor histórico –retablos, capillas y el legado isabelino–, el consejero exigió un escrito oficial de la diócesis para incluir San Miguel en las prioridades de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes. El documento, redactado de urgencia por el delegado diocesano de Patrimonio, activó el mecanismo de intervención. La primera fase, ejecutada en 2024, abordó la zona más crítica: el presbiterio y parte de la nave central. Con un coste de 100.000 euros, se sellaron filtraciones y se estabilizaron áreas expuestas. «Era una actuación urgente porque había zonas literalmente al aire».
La segunda fase comenzó hace unos días y es más ambiciosa. Un gran andamio cubre la fachada principal, pero su función es facilitar el acceso a la cubierta y la retirada de escombros. «Se está trabajando en el vano situado entre las bóvedas y el tejado de la nave central, la estructura que sostiene todo». El plazo de ejecución de la obra es de tres o cuatro meses, aunque dependerá de las condiciones meteorológicas. Si el otoño viene lluvioso, se tardará más, inevitablemente. «Lo importante es que se está interviniendo y que la consolidación de las cubiertas será un hecho en breve».
La iglesia, reedificada entre 1536 y 1587 tras el derrumbe de la románica original en 1532, conserva elementos de su antecesora, así como su antigua advocación. Al exterior en la fachada oeste, hay restos de la portada del antiguo templo y se levanta la esbelta torre renacentista. La sobriedad y la sencillez de la fábrica exterior contrasta con el interior, en el que destaca la altura y el trazado de las bóvedas de terceletes de estilo gótico tardío. El retablo mayor de José Ferreras (1572), con pinturas de Pedro de Prádena, y capillas como la del Cristo de la Sangre o la de los Laguna, donde yace el humanista Andrés Laguna (1510-1559), médico de Carlos V, hacen de San Miguel un auténtico museo vivo que segovianos y visitantes deben conocer. El templo también es sede de la Cofradía de la Minerva, la más antigua eucarística de Segovia, y está sentimentalmente vinculado a la Academia de Artillería y su festividad de Santa Bárbara.
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El título de 'Real', concedido por el rey Felipe VI en 2024 coincidiendo con el 550º aniversario de la proclamación de Isabel de Trastámara como reina de Castilla, y la colocación de un busto en bronce de la propia Isabel I son acciones que refuerzan el simbolismo y la relevancia de la iglesia, pero la declaración como Monumento ha resultado crucial, porque facilita las inversiones y protege la integridad del templo dentro del conjunto histórico de Segovia. Verdaderamente, San Miguel es más que un edificio: es el epicentro de un momento histórico. En el atrio de la iglesia predecesora, que estaba ubicada en el centro de lo que hoy es Plaza Mayor de Segovia, Isabel juró como reina el día 13 de diciembre de 1474. «El entorno parroquial sigue igual que hace 551 años; pocas ciudades pueden presumir de tener un lugar con tanta relevancia histórica», señalan las mismas fuentes. La iglesia, reconstruida al mismo tiempo que se levantaba la Catedral, conserva su cementerio original bajo el suelo actual y un legado con una fuerza irresistible. «Es lo que ahora reivindicamos».
Después de la restauración que se está acometiendo, quedará pendiente una tercera fase o última obra, enfocada en el crucero, con zonas parcialmente rehabilitadas, pero aún delicadas. «Esperamos que en 2026 no se demore y se pueda acometer, porque se trata de que la cubierta quede homogénea, sin desfases». En la torre, bajo una de las ventanas, existe una gran grieta que no reviste gravedad y que podría abordarse más adelante, sin tanta urgencia, junto con los saneamientos interiores y de fachadas. «El interior –retablos, paredes– es secundario; lo primero es la estructura. Sin tejado, no hay iglesia».
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