«Será una garantía de legalidad de muchos trámites y evitará casos de corrupción»

La pandemia ha sido el impulso para esta modalidad que confía en que tanto empresas como administraciones públicas implanten de forma definitiva a lo largo de los próximos meses. Entre los aspectos positivos destaca la posibilidad de evitar desplazamientos innecesarios, la reducción del consumo de papel en las administraciones, así como de la contaminación, y subraya que se trata de una medida que favorece la conciliación familiar, laboral y personal. Y cree que es un aliciente para terminar de establecer la administración electrónica, un paso que «asegurará una respuesta más rápida a los ciudadanos. También será una garantía de la legalidad de muchos trámites y evitará casos de corrupción», apostilla.

Tener el despacho en casa no supone trabajar menos horas de las estipuladas, sino más bien al contrario, y es que «lo habitual es acabar haciendo cosas a deshora y no desconectar del trabajo». Las reuniones informales y las distracciones habituales de una oficina son aspectos que desaparecen en casa lo que, a su juicio, incrementa el rendimiento. Es consciente de que los resultados «dependen de la responsabilidad de cada uno» y defiende que la modalidad mixta más centrada en la consecución de objetivos que en el cumplimiento de horarios es la más favorable.

Los inconvenientes son pocos. En su caso echa de menos a los compañeros y admite que también es más complicado resolver ciertos problemas o dudas porque «careces de la inmediatez y agilidad que aporta tener a las personas cerca». Y sobre quién debe de proporcionar los recursos necesarios para desarrollar las funciones a distancia, dice que «no hay que ser tan drástico». Si el trabajador cuenta con los medios ordinarios como son un ordenador, un teléfono, acceso a Internet y un escritorio «no es necesario que la administración tenga que cubrir esas necesidades de forma imperativa». En este sentido, insiste en que, si tiene que hacerse cargo esos gastos y contribuir a la luz, la calefacción y el aire acondicionado de cada trabajador, no podría asumirlo y el teletrabajo nunca sería una realidad.