En funcionamiento el ascensor exterior del Centro de Día tras varios años parado

Se trata de una infraestructura que se puso en marcha en el año 2005, cuando se financió con la colaboración y participación de varias empresas de la localidad. Es de propiedad municipal, pero su uso está cedido a la gerencia de Servicios Sociales, quien asume su mantenimiento desde el inicio, tras un convenio firmado entre la entidad y el Ayuntamiento.

Tras distintas averías en los últimos años, llegó un momento en el que el mantenimiento era inasumible, puesto que era necesaria una reposición total que ahora se ha realizado con una inversión de 47.493 euros. El alcalde de la villa, Carlos Fraile, apuntó que desde el Consistorio se atendió el requerimiento de la Consejería, en cuanto a las deficiencias existentes en el ascensor.

«Nos encontramos en una situación comprometida, en cuanto que no se podía utilizar. Las inspecciones técnicas ya no eran favorables», recordó, señalando que, aunque el esfuerzo económico realizado por el Ayuntamiento «ha sido importante, no podía ser de otra manera, teníamos que afrontarlo para poner nuevamente en uso este ascensor, que también es utilizado por las personas que acceden al colegio La Villa». Y es que la infraestructura se encuentra abierta, por lo que también es utilizada por quienes acuden al centro educativo, personas que suben o bajan con carga, con coches infantiles o con movilidad reducida.

Por ello, Fraile envió un mensaje de que ahora el ascensor necesita una debida conservación y pidió un debido uso por parte de los vecinos de Cuéllar, apelando al civismo y que no se vea afectado de manera exterior, ya que a las continúas averías hay que sumar que ha sido objetivo en numerosas ocasiones de actos vandálicos. Por su parte, el redactor del proyecto de reparación del ascensor, Gonzalo Bobillo, detalló que sobre el mismo se ha ejecutado una reforma integral, cambiando toda la maquinaria, incluida la estructura portante del ascensor, además de realizar mejoras en el revestimiento, como la aplicación de una pintura especial y una protección. El arquitecto hizo hincapié en que se trata de un modelo moderno con mejoras respecto al anterior, como la instalación de climatización, de forma que la temperatura de la cabina está controlada y funcionará a través de una sonda. De este modo se evitarán temperaturas extremas, que pueden darse al tratarse de un ascensor situado a pie de calle.

El control del aparato será mixto, entre el Centro de Día y la empresa Orona, adjudicataria del contrato de la obra. Como novedad, el centro no podrá actuar en caso de que un usuario quede encerrado, puesto que no lo permite la ley. Será la empresa la que se encargue de ello, tras firmar un documento en el que se comprometen a llegar en un máximo de 30 minutos. También se incluye un dispositivo a través del cual el Centro de Día conozca la existencia de cualquier problema.