Festeamus irrumpe con fuerza

Acrobacias, equilibrismos, danza, música, malabarismo, mimo y diversión. Todo ello en un único número. Festeamus no podía empezar mejor e irrumpió en su primera jornada a lo grande, con el espectáculo itinerante 'Antes es mejor', de Javier Ariza, que para la ocasión se pone en la piel de Costas Sotopalacios, un artista multidisciplinar, tal y como él mismo se define, al que le acompaña Verdi, su Seat 600, imprescindible en el show.

Aunque con algo de retraso debido a la lluvia, Ariza inició su espectáculo en la plaza de La Soledad, junto a San Francisco, donde realizó los primeros malabares y equilibrismos, sin olvidar las canciones y la presentación de Verdi, el otro protagonista, que llamó la atención de pequeños y mayores. Muchos de ellos le acompañaron en su viaje itinerante por las calles de Cuéllar, algunos incluso viajaron en su interior algunos metros del trayecto.

Desde La Soledad, Costas Sotopalacios invitó a todos los asistentes a continuar el viaje por la localidad, lo que les llevó hasta la plaza Mayor y la plaza de los Coches, llamando la atención de todos los viandantes con un pequeño megáfono y una pistola de agua, de la que también hicieron uso algunos pequeños espectadores.

El espectáculo regresó finalmente a La Soledad para finalizar con un número en el que Costas se convierte en el hombre más fuerte del mundo y es capaz de arrastrar un coche con los dientes. Así, inspirado en los clásicos, este payaso contemporáneo consiguió concluir su viaje, el de un charlatán habilidosamente torpe y su flamante bólido, que se comunica a través del claxon y al que no le falta ningún accesorio.

Tras finalizar, Ariza, ya convertido en el hombre más fuerte del mundo, invitó a todos los asistentes a dirigirse al interior de la iglesia de San Francisco, en cuyo exterior los músicos de La Orquestina de la Abuela Pina daban la bienvenida al público con sus ritmos. Los animados zancos de Festeamus acompañaron a Verdi y a Costas durante su recorrido por el municipio.

En el escenario ya esperaba la figura de Gloria Fuertes realizada por Maricastaña Teatro el año pasado para conmemorar el centenario de su nacimiento. La recordada poeta, ayudada por Nuria Aguado y María Frías (de Títeres María Parrato) dio el pistoletazo de salida a la octava edición de Festeamus, en un pregón en el que se congratuló de estar en Cuéllar, villa «famosa por sus encierros, torres, murallas, pinares, palacios y conventos».

Aunque algo despistada, la Gloria Fuertes de Maricastaña Teatro finalmente recordó que empezaba Festeamus, el festival de teatro y música, con cuyas letras realizó un acróstico recordando palabras como fiesta, fantasía, flor, emoción, silencio, susurro, sinfonía, teatro, ternura, tesón, tierra, títere y tambor, estrella, evento, alegría, amistad, armonía, amor aventura, música, micrófono, mimo, única, universal, unidad, unión y, finalmente la letra 's', «porque Festeamus es plural, en el más amplio sentido de la palabra». En su pregón felicitó a la organización y colaboradores y animó a continuar muchos años más con este festival, que saca a la calle a cientos de personas. A los niños y jóvenes de la localidad les invitó a escribir, leer, escuchar música, bailar y hacer teatro, mientras que para los mayores tuvo un mensaje de la madre naturaleza, «que está conmigo, más muerta que yo». Apostó porque «la crueldad no siga destruyendo la belleza. Viva la diversidad, viva el mundo, nuestra casa, que todos tenemos sitio y derecho a vivir en él», para finalizar recitando un fragmento del poema '¿Qué cosas sabes de los animales?' e invitando «a volar, a beber y a vivir, que hoy empieza en Cuéllar el octavo festival de teatro, música, danza, títeres, circo, alegría, fiesta y diversión Festeamus».

La música de la Orquestina de la Abuela Pina puso el punto y final a la primera jornada del festival, que continuó ayer con un taller intensivo de juego dramático, que se desarrolló bajo el título 'La pesca de la ballena', de Jacques Prévert, con Rut Castronuovo. Al final de la mañana los participantes realizaron una muestra del taller abierta al público.

También durante la mañana la Orquestina de la Abuela Pina recorrió los paseos de San Francisco y las calles céntricas de la localidad animando con su música. Ya por la tarde, el público pudo disfrutar de un espectáculo circense para todos los públicos, de la mano de Máximo Óptimo, un bufón del siglo XXI que combina la espontaneidad de la calle con el gesto cómico del payaso. La noche también estuvo llena de actividad, primero con un viaje al mágico ambiente de los míticos barrios de Nueva Orleans,con El Puntillo Canalla Brass Band, y después con la propuesta de circo, poesía, música y teatro con el espectáculo 'Gigante', de la compañía La pequeña Victoria Cen.