Árboles en los paseos de San Francisco, en Cuéllar. M. R.

Expertos estudiarán el crecimiento de las especies arbóreas en Cuéllar

El Espadañal ha conseguido una ayuda económica para llevar a cabo el trabajo

Mónica Rico

Cuéllar

Lunes, 3 de enero 2022, 11:28

La asociación en defensa de la naturaleza El Espadañal, de Cuéllar, comenzará este mismo año el estudio de las especies arbóreas de las zonas ... verdes de la villa, gracias al apoyo de CaixaBank y la Fundación Caja Segovia, que han seleccionado el proyecto 'Biodiversidad urbana para mitigar el cambio climático: un caso de estudio en la localidad de Cuéllar', becándolo para que pueda ser una realidad.

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Tras conocer la consecución de la ayuda, la junta directiva de la agrupación decidió aprovechar estas fechas navideñas para darlo a conocer a sus socios y a todos los interesados, lo que realizaron ayer en una jornada en la que también se contó con dos expertos, José Miguel Olano y Juan Ballesteros, que hablaron sobre la dendrocronología, dando a conocer cómo se leen los anillos de los árboles y qué se puede aprender a través de ellos.

Olano, catedrático en el Departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Valladolid, en el campus de Soria, y experto en ecología vegetal, realizó una introducción a la dendrocronología, detallando qué son los anillos, qué tipos de maderas pueden reconocerse y los aspectos más destacables de estos estudios como técnica para el análisis de los anillos de crecimiento de las plantas leñosas.

Por su parte, Ballesteros, ingeniero de Montes y trabajador del Museo Nacional de Ciencias Naturales explicó cómo se pueden evaluar algunos riesgos naturales y eventos geomorfológicos aplicando técnicas de dendrocronología. Además de presentar diversos ejemplos dio a conocer un estudio sobre la erosión en las cárcavas del río Cega, lo que ha permitido entender cuándo se iniciaron, cuál es su dinámica y cómo responden a los distintos cambios de uso del suelo. Finalmente, uno de los miembros de El Espadañal, el biólogo Jaime Madrigal, se encargó de explicar en qué se va a basar el proyecto que la asociación pondrá en marcha a lo largo de este año. Explicó que la idea es trabajar con la dendrocronología, una técnica que, como los asistentes pudieron observar, se utiliza en el mundo de la ecología, la geología y tiene muchas aplicaciones.

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«En nuestro caso nos podrá servir para fundamentar el proyecto que hemos solicitado y que nos han aceptado, nos han dado financiación y que básicamente consiste en estudiar cómo crecen los árboles que tenemos en las zonas verdes de Cuéllar», pero que también buscará conocer qué papel tienen a la hora de absorber el carbono de la atmósfera o qué capacidad tienen de hacerlo teniendo en cuenta distintos aspectos como las sequías o las bajas temperaturas.

Nativas y exóticas

Madrigal detalló que en los parques de la localidad se cuenta con muchas especies y «eso es lo bonito de las zonas ajardinadas», apuntando la existencia de especies nativas, «las menos» y otras exóticas, en mayor número, lo que genera una variabilidad muy grande. El biólogo detalló que muchas de las especies exóticas «ni siquiera son especies que evolutivamente se han desarrollado en zonas climáticas como la nuestra», lo que hará el estudio aún más interesante. También se recordó que las zonas ajardinadas tienen habitualmente aportes de agua y nutrientes, «pero eso no quita para que en determinados contextos o eventos como sequías grandes, fuertes heladas o grandes nevadas» no se vean afectados como el resto de especies.

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Por eso, El Espadañal va a tratar de explorar todos estos condicionantes en las especies que se encuentran en la localidad, si bien el estudio no podrá centrarse en todas ellas, puesto que, según explicó Madrigal, sobre algunas no se cuenta con un buen conjunto de individuos que sirva para ello. Tras un primer análisis se cuenta con entre diez y doce especies sobre las que se podrá realizar un análisis más pormenorizado. Si bien, sobre el resto de especies también se realizará un pequeño estudio. Se trata de hacer un primer inventario en el que se medirá el diámetro de los troncos a la altura del pecho, las alturas, se anotará la especie de la que se trata y se realizarán anotaciones sobre los daños que puedan tener en las cortezas, copas y otros lugares.

Se espera que este estudio pueda servir como un inventario de un primer momento para establecer una referencia de cara a estudios posteriores. Madrigal apuntó la posibilidad de que dentro de unos diez o quince años se pueda realizar un nuevo estudio, bien a través de la asociación o desde otras instituciones. Entonces se podrían volver a medir los árboles «y ver qué les ha pasado».

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