La evocación del Sinodal y las justas a caballo cierran los fastos por Isabel I

Tras la representación de la proclamación de Isabel I, el sábado en el enlosado de la Catedral, la celebración continuó en el interior del Alcázar de Segovia. Alrededor de doscientas personas tuvieron la oportunidad de interactuar con la actriz que encarnó a la soberana de Castilla, María Castro, en el interior de la fortaleza, donde se sirvió una degustación a base de jamón ibérico, quesos, trucha y torta de chicharrón, lomo y chorizo de la olla, judión de La Granja, patata revolcona, cochifrito, ponche segoviano y postre Isabel la Católica, todo ello regado con vinos de la Ribera del Duero, cerveza y otros refrescos.

La recién proclamada reina apareció en uno de los patios de la fortaleza, entre fanfarrias, y se dirigió a los presentes, entre gritos de ¡viva la reina!: «Es para mí un día único y memorable, ya que la gracia de Dios me ha hecho jurar destino como reina de Castilla y de León. Daré toda mi fuerza y toda mi alma para reinar y mostrar fidelidad a la Santa Iglesia y a todo mi pueblo, a mis súbditos y naturales, que dais cuerpo y fuerza al reino y a la Corona», dijo María Castro con mucha solemnidad. El interior del Alcázar estaba iluminado para la ocasión, especialmente la Sala de la Galera, donde se encuentra la célebre pintura de Carlos Muñoz de Pablos que evoca la proclamación de Isabel I de Castilla. El dinero recaudado por la entrada al Alcázar irá destinado íntegramente a Cáritas diocesana.

Ayer, la jornada amaneció bulliciosa en el entorno de las calles que albergan los puestos y tenderetes del mercado medieval, repartido entre la Plaza Mayor, las plazas de San Martín y Medina del Campo y el paseo del Salón, donde se encuentran los negocios hosteleros. Pero el foco de interés estaba puesto en dos acontecimientos: el paseo teatralizado con escenas de 'El Sinodal de Aguilafuente' y la exhibición de tiro con arco, torneo y justas a caballo en la explanada situada delante de la pradera de San Marcos. El numeroso público allí congregado –más de un millar de personas en los pases matinales y otro tanto en los vespertinos– pudo disfrutar de los combates entre los caballeros medievales.

Así concluyeron los fastos de la proclamación, iniciativa por la que Ayuntamiento de Segovia y Junta de Castilla y León han apostado fuerte, destinando 400.000 euros. Ahora falta saber si esta celebración, enmarcada en la conmemoración del 550 aniversario de la proclamación de la reina Isabel de Castilla, tiene continuidad en el tiempo, año tras año, como en su día fue el deseo de quienes organizaron la evocación del año 2004.

El primero en hacer balance ha sido el propio Ayuntamiento, que no duda de la repercusión «directa» que el evento ha tenido en hoteles y restaurantes, donde se ha colgado el cartel de 'completo', y en toda la cadena de suministros y servicios que acompaña al sector. El gobierno municipal estima que alrededor de 65.000 personas han pasado durante el fin de semana por el mercado medieval, en el que había más de cien puestos, diez de ellos de comerciantes segovianos.

Si la fiesta tenía un objetivo turístico, parece haber cumplido las expectativas. La promoción que el Ayuntamiento hizo fuera de la ciudad y el tirón que la figura de Isabel I posee entre el público actual, sobre todo a raíz del éxito de la serie televisiva, parecen haber hecho el resto. La conmemoración histórica tendrá su colofón en diciembre, coincidiendo con la fecha exacta de la proclamación de la reina. El objetivo es «difundir la imagen de Segovia, recordar su peso histórico y conseguir un importante retorno económico».