Los 'e-mails' denunciados por el Obispado de Segovia acusan de presuntos delitos sexuales

El Obispado de Segovia, con su máximo responsable al frente, acudió este sábado a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para interponer una denuncia por presuntas calumnias y difamaciones. La actuación de la diócesis es la respuesta a un envío masivo de correos electrónicos anónimos desde la misma dirección en los que se vierten «graves acusaciones contra miembros de la Iglesia diocesana de Segovia», según ha expuesto de forma somera el secretario de Comunicación de la institución católica, Juan Cruz Arnanz.

Según fuentes cercanas a la investigación abierta por estos hechos, en los correos se revelan presuntos delitos de índole sexual atribuidos a integrantes del estamento eclesiástico en Segovia. El comunicado de prensa emitido en la mañana del domingo por el Obispado no entra en el contenido de los textos; pero sí expresa «la condena enérgica frente este atentado contra la verdad y contra el derecho a la buena fama de las personas aludidas en el 'e-mail'». Juan Cruz Arnanz ha confirmado que la Policía Nacional investiga ya la difusión de estos correos y confía en el pronto esclarecimiento de los hechos.

Asimismo, revela que la denuncia registrada en Comisaría recoge «dos oleadas» de mensajes remitidos por «una mente enfermiza». La primera se produjo este viernes, y la segunda, el sábado. Entre ambas, el secretario de Comunicación del Obispado de Segovia calcula que los comentarios contenidos en cada envío han podido llegar a unos trescientos destinatarios.

Entre ellos, no solo hay miembros de la comunidad diocesana de la provincia, sino que también se han mandado a instituciones privadas y públicas, como ayuntamientos, conventos, centros de acción social, o universidades, por ejemplo. Además, esa difusión masiva no se circunscribe solo a los límites de Segovia, sino que la Diócesis tiene constancia de que el eco también se ha extendido a otras provincias de Castilla y León y a la Comunidad de Madrid.

El amplio radio de acción alcanzado y la gravedad que entrañan las acusaciones vertidas provocaron que el propio obispo, César Franco, presentara en persona la denuncia en la Comisaría Provincial este mismo sábado, poco después de tener conocimiento de la segunda oleada.

Por su parte, Juan Cruz Arnanz asegura que el contenido «soez» de los 'e-mails' «no tiene pies ni cabeza», e insiste en que la motivación de su autor es «causar un daño moral» a los integrantes de la comunidad diocesana aludidos. Por el momento, el Obispado está a la espera del desarrollo de la investigación policial y no ha denunciado «las calumnias y difamaciones» en los juzgados, tal y como confirma el secretario de Comunicación