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«Estoy mal», pronuncia el alcalde de Torrecaballeros, Rubén García, sin poder contener las lágrimas. Las muestras de apoyo recibidas a través de redes sociales ... tras publicar su testimonio sobre la negativa del párroco de su municipio a darle la comunión por ser«homosexual y vivir en pareja» se cuentan por decenas, pero no son suficientes para calmar un disgusto que ha saltado a la escena nacional. El PSOE provincial ha solicitado al nuevo obispo de Segovia, Jesús Vidal Chamorro, que termine con la discriminación por orientación sexual en el seno de la Iglesia.
Han pasado varias horas desde que García decidiera visibilizar este sábado su situación en un intento de frenar «la homofobia» que, según advierte, está presente en el seno de la institución eclesiástica en Segovia y son muchos los que se han sumado en esta crítica. Tanto representantes políticos como otras parejas homosexuales. Incluso ha recibido mensajes de apoyo de religiosos cuya identidad se mantiene en privado «por temor a que les señalen».
La Diócesis de Segovia no se ha pronunciado oficialmente sobre estas denuncias públicas y «por el momento no se van a hacer declaraciones», confirman fuentes de la institución. Todo ello a pesar de que son varias personas las que han protestado al frente de la parroquia de Basardilla y no se descarta que las movilizaciones se extiendan a otros pueblos de la provincia de Segovia, comenta García.
Rubén García
Alcalde de Torrecaballeros
El regidor de Torrecaballeros asume que «es muy duro sentir que la Iglesia te da la espalda por ser gay». Fue hace tan solo unos días cuando el sacerdote de la localidad, quien también es administrador parroquial de Basardilla, Santo Domingo de Pirón, Brieva y Tenzuela, le informó que no le iba a dar la comunión por su condición sexual. «Me dijeron que una cosa distinta es ser gay y llevar un camino de conversión y otra es vivir en pareja», relata.
La misma explicación recibieron Mario Calvo y José María López, una pareja homosexual que participa habitualmente en la vida religiosa de Basardilla afectada también por este asunto. «Nos han advertido que nuestra situación es 'irregular' y que debemos buscar una solución. Pero, ¿cómo podemos solucionar algo que no es un problema, sino una expresión del amor que Dios ha puesto en nuestros corazones», escribieron a su vez en redes sociales.
García siempre ha participado activamente en el día a día de la parroquia y su presencia en las celebraciones, además de en procesiones de Semana Santa, se remonta años atrás. Incluso llegó a ser Celebrador de la Palabra hasta que fue retirado del servicio «en teoría por motivos políticos». Pese a ello, nunca había tenido ningún problema para comulgar. «La última vez que lo hice fue en Año Nuevo», recuerda apenado.
Todo ha cambiado de repente, lo que atribuye a tres quejas que fueron trasladadas al párroco por parte de personas anónimas y un particular relativas a la asistencia de personas homosexuales a misa. El cura consultó esta situación al obispo saliente, César Franco, y transmitió a continuación a los afectados que no iban a recibir más la comunión.
La decisión «me causa dolor, mucho dolor; también a mi familia», remarca. Por ello, pidió explicaciones al prelado y «me contestó que no me podía aclarar nada porque eran conversaciones en las que no había estado presente, que en todo caso están bajo secreto profesional y que la doctrina es muy clara en este sentido; el sacerdote tiene que hacerla cumplir», explica.
«No entendemos cómo, después de tanto dar a esta comunidad, se nos juzga ahora como si fuéramos indignos», señalan los vecinos de Basardilla. García considera que se trata una «hipocresía absoluta». Esto se debe a que, por el momento, no tiene constancia de historias similares en el conjunto provincial.«Esperamos que sea un hecho aislado, si no se convertiría en una situación muy grave», añade el PSOE.
El regidor confía en que el revuelo que han generado los testimonios públicos «sirva para que llegue la misericordia y esa primavera de la que habla el papa Francisco, pues aquí algunos se han empeñado en que sigamos en el más oscuro infierno». «Yo tengo la conciencia muy tranquila, esta es la realidad de lo que ha pasado» , concluye.
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