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Vista aérea de Ortigosa del Monte, con la panorámica de la sierra y un término lleno de viviendas particulares.

Un dormitorio de cinco estrellas para vivir y teletrabajar

MUNICIPALISMO 2024 ·

La extensión de la fibra óptica ha asentado en el pueblo a trabajadores de Madrid y Segovia que no pueden costear el elevado precio de sus viviendas

El Norte

Ortigosa del Monte

Viernes, 5 de julio 2024, 07:19

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El concepto de pueblo dormitorio está basado en un lugar cómodo, barato y cercano al lugar de trabajo. Un piso franco para descansar y poco más. Bajo esta lógica, Ortigosa del Monte es un dormitorio de cinco estrellas. El grueso de sus vecinos asume la misma lógica, un lugar que han elegido para descansar mientras se ganan el sustento en otro sitio. Pero hablamos de uno de los pueblos con la vivienda más cara de la provincia, debido a la proximidad a la capital y al privilegiado entorno natural en el que se encuentra.

La ganadería ha sido el sustento tradicional de Ortigosa, un pueblo que nunca ha destacado por su agricultura, más allá de los huertos de autoabastecimiento. El ganado vacuno se mantiene, aunque de forma casi testimonial, con menos de una decena de ganaderos a tiempo completo. «Es un sector muy duro y la gente tiene otras actividades», explica su alcalde, Juan Carlos Cabrejas. Actualmente es más un extra para vecinos que tienen otro trabajo. «Tienen unas pocas vacas y complementan un poco sus ingresos».

El resto de su economía es sector servicios. Cuadrillas de construcción, con albañiles que trabajan en el entorno, pero también en obras de Madrid. Y de jardineros, que mantienen el césped de los veraneantes y de otras segundas residencias de la zona. Un par de bares que dan un empuje económico al pueblo. Y el 'pulmón económico' de Bezoya, que acordó la ampliación con el Ayuntamiento años atrás con el compromiso de que el primer filtro para la creación de empleo fuese adelgazar el desempleo del pueblo. «Aunque todo el mundo tiene derecho al trabajo, tenemos que dar de comer a los de Ortigosa». Decenas de empleados que se ganan la vida en el pueblo. «Con un poco de leña, cuatro vacas o un jardín que cuidar por la tarde ya viven con cierta holgura».

Con todo, esa población activa autóctona es minoritaria respecto al habitante que ha encontrado allí un lugar con calidad de vida y que desarrolla su actividad laboral en Segovia o Madrid. La extensión del teletrabajo debido a la pandemia ha incentivado su modelo de vida, pues los beneficios de vivir en un entorno así son suficientes si se reducen las incomodidades de traslado, pongamos, a dos o tres días por semana. «Funcionarios o gente que está aquí instalada disfrutando de una vida rural que nunca pudieron soñar al tiempo que se ganan la vida». Por eso su gran batalla reciente ha sido la fibra óptica. «Así garantizamos que gente que su hubiera ido a otro sitio a trabajar se mantenga aquí». Ha llegado a todo el pueblo, a excepción de un pequeño barrio que espera pronto esos megas.

La recuperación del tren regional hacia Aranda de Duero sería un acicate más para facilitar la movilidad entre el municipio y la capital. También existe el camino contrario, el del vecino del pueblo que ha echado raíces y trabaja en Segovia. O en fábricas cercanas como una de ladrillos en Otero de Herreros o en los transportes de La Paloma. Su obstáculo es el previo de la vivienda, que «se ha encarecido mucho» porque la buena calidad de vida les hace ofertar la vivienda sin urgencias y solo venden si les interesa.

El precio de vivir en el lugar del que se extrajo la piedra más antigua del Acueducto de Segovia. En uno de los espacios naturales más cotizados de la provincia, el Berrocal, la cantera de granito que en tiempos del dominio romano fue una de las principales de la zona. Estudios recientes, emprendidos por el Ayuntamiento de la capital en 2019, refuerzan esos orígenes. Ortigosa presume de ese legado y alerta de la necesidad de conservar un espacio sensible que se extiende al oeste de su casco urbano sobre una superficie de 250 hectáreas. Una rica historia.

La economía

Albañiles y jardineros. Las cuadrillas de construcción o el cuidado del césped de los veraneantes suma empleo

Fibra óptica. El pueblo ha batallado por esta conexión, implantada a excepción de un barrio

www.ortigosadelmonte.es

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