Diez años de paseos por las murallas de Cuéllar

Las obras de restauración y consolidación, que se prolongaron durante dos años y supusieron un coste de más de 3,5 millones de euros, fueron entregadas al Ayuntamiento en septiembre de 2011 y los primeros visitantes realizaron el recorrido por el adarve a finales de octubre. Desde entonces casi 150.000 personas han transitado por los muros realizando el paseo de ronda desde el castillo hasta el torreón de Santiago. Muchas más lo han hecho también en el tramo que transcurre entre el arco de San Basilio y el castillo, de acceso gratuito. Durante los primeros días, el acceso a la muralla en todos sus tramos no tuvo coste, pero a partir de 2012 se comenzó a realizar el control de visitantes y a incluir el paseo por lo alto de la fortificación en distintos paquetes turísticos.

Entre 2.500 y 6.000 personas han visitado las murallas cada año de forma individual, mientras que entre 8.000 y 10.000 lo han hecho incluido dentro de un 'pack'. Unas cifras pulverizadas en 2017, el año turístico por excelencia en Cuéllar, gracias al impulso de la exposición de arte sacro Las Edades del Hombre, que se celebró en la villa. Casi 38.000 personas en total disfrutaron de las vistas de Cuéllar y el mar de pinares desde lo alto de los muros, cuando la cifra habitual se sitúa entre los 10 y los 15.000 visitantes. Otra de las excepciones es la 2020, cuando debido a la pandemia el número de visitantes descendió de forma drástica. Aún así más de 4.500 personas realizaron el paseo de ronda sobre la fortificación.

Un paseo que se torna muy especial, sobre todo por los paisajes que contiene. Para la concejala de Turismo, Maite Sánchez, cabe destacar el Mar de Pinares que rodea a Cuéllar, pero también la sierra central que se divisa en días claros, las vistas del castillo o de la propia villa. Pero no solo es especial el paseo, sino también el monumento. «Una muralla nos habla de que Cuéllar tuvo un pasado importante», destaca la edil, señalando que no solo era un sistema defensivo, sino que también era una forma de marcar ciudadanía «entre los que había dentro de la muralla y la gente que estaba fuera».

El objetivo de la actuación que se desarrolló hace ahora diez años fue la recuperación del conjunto de murallas, que tienen su origen en el siglo XII. Se acometió íntegramente la consolidación, restauración y puesta en valor del conjunto murado de la villa. Se consiguió que las murallas recuperaran todo su protagonismo en la imagen urbana de Cuéllar, convirtiéndose en un atractivo turístico para la villa. Se logró dar una gran uniformidad estética a la zona norte, lo que es visible ya desde la propia autovía, especialmente en dirección Valladolid. Ello provoca que muchos visitantes decidan parar y acceder a Cuéllar, según apunta Sánchez, que destaca otros aspectos del conjunto fortificado, como sus posibilidades para realizar cine o recreaciones.

Echando la vista a las actas del concejo se observa cómo en la muralla se invertían parte de los recursos con los que se contaba. «Se emitían normas desde el propio concejo para evitar, por ejemplo, que se colocaran casas al lado de la misma o para que el dinero que se recaudara de los delitos de robo fueran directamente a la reparación de la muralla», apunta la concejala. Los vecinos también tenían la responsabilidad de reparar parte de las mismas, por barrios.

Otra de las particularidades de la muralla es que «no se ve hasta que no estás muy cerca de Cuéllar», por lo que la situación defensiva de la villa está muy bien ubicada y respaldada también con las torres de sus iglesias, apuntando una relación con el resto de monumentos que surgió durante su construcción. Además, el muro no solo rodea la población, sino que también aterraza Cuéllar, por lo que la forma que tiene la localidad también deriva de esta construcción.

A su valor histórico, artístico y monumental, se suma su valor como mirador tras la restauración de hace una década. El paseo por el adarve, de algo menos de un kilómetro sumando sus dos tramos, además de hacer disfrutar al visitante de unas increíbles vistas, también puede hacer retrotraer a siglos atrás, cuando los soldados medievales realizaban el paso de ronda por el lugar, entre escudos, saeteras y almenas. Para el futuro, además de continuar con la rehabilitación de distintos paños y la ejecución de la continuidad del paso de ronda, el área de Turismo cuenta con otro objetivo, como es su iluminación para ofrecer una visión nocturna que muestre el muro fortificado en todo su esplendor.

Desde la culminación de la primera fase, el Ayuntamiento trabaja en poder desarrollar una segunda, aunque sin encontrar, por el momento, la financiación necesaria. Uno de los principales problemas que se encuentran es que el Ayuntamiento no es propietario de toda el área, que transcurriría entre el arco de Santiago y la iglesia de San Esteban.

Con la recuperación de la muralla en dicho trazado también se preveía realizar un nuevo acceso, en el Torreón de la Muela para que todo el adarve de la fortaleza sea visitable, pero también disponer de dos puntos de entrada, uno en el castillo y otro en este lugar, y así comunicar el centro de la villa con el castillo y la zona norte.

La concejala de Patrimonio y Turismo, Maite Sánchez, muestra su esperanza con que este sea un proyecto sobre el que se siga trabajando en el futuro, mientras que ahora se están plantando semillas, a pesar de los obstáculos.