Segovia

Las deficiencias halladas en el mortero de Padre Claret obligan a arreglar 111 metros más

De ello se desprende que, como se temía, la intervención será de mayor envergadura que la prevista antes de que empezaran las obras, la última quincena de julio. «Si teníamos previsto intervenir en 225 o 230 metros, también habrá que hacerlo en otros 111 que han salido defectuosos, situados en la parte baja de la avenida», asegura el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras del Ayuntamiento de Segovia, José Luis Horcajo.

El informe técnico prueba que el daño del pavimento es más grave de lo que se creía. Las muestras tomadas constatan que el mortero de asiento de los adoquines utilizado en la reforma acometida entre los meses de octubre de 2022 y mayo de 2023 no fraguó porque se trabajó bajo condiciones meteorológicas adversas, incluso «con hielo». Precisamente, este es uno de los argumentos que defiende la empresa que ejecutó aquella obra, Fuenco SAU, según la cual los últimos hundimientos de Padre Claret están relacionados con la orden recibida, por parte de la Concejalía, de instalar el adoquín cuando las temperaturas no eran las más apropiadas. Los grupos políticos con representación municipal conocieron el informe técnico en la comisión informativa de la semana pasada, según Horcajo. Fue el mismo concejal quien se lo entregó.

Las obras, pues, no podrán estar concluidas coincidiendo con el comienzo del curso escolar, que era lo que el Ayuntamiento pretendía. Al tratarse de un contrato menor no puede realizarse uno nuevo, pero el principal problema estriba en la falta de materiales. Para reparar los nuevos hundimientos detectados en la parte baja de la avenida, la más próxima a la plaza Oriental, es preciso encargar sobre pedido adoquines prefabricados; es decir, el Ayuntamiento tiene que volver a comprar un material que solo se fabrica a demanda. «La tardanza en recibir el adoquín fue una de las causas del retraso de las obras. Ahora no hay material suficiente y habrá que pedirlo nuevamente», afirma.

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Los trabajos, que empezaron el 22 de julio, tenían un plazo de ejecución de dos meses que el Ayuntamiento de Segovia quería incluso acortar para que no se solaparan demasiado con el comienzo del curso. Ahora ya sabe que eso no será posible y que la intervención en 111 metros de pavimento más conducirá el final de la obra hasta bien entrado el otoño.

Por otra parte, sigue sin resolverse el conflicto entre el Ayuntamiento y la empresa encargada de la reforma de 2022-2023, realizada bajo el anterior mandato corporativo. Aquella remodelación está en periodo de garantía, pero la empresa argumenta que fue obligada a instalar los adoquines en pleno invierno, algo completamente desaconsejable para que el resultado final de la intervención sea el deseado. Los términos en que se expresan los técnicos en el último informe dan la razón a la compañía, aunque el gobierno municipal aún no ha decidido al respecto.