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«Esto no se lo deseo a nadie», afirma el diputado de Recursos Humanos y Gobierno Interior, Jaime Pérez, tras asistir al entierro, «sin misa, sin gente» de su padre, de 88 años, cuarta víctima mortal del coronavirus en Segovia y segunda en Villoslada, una pedanía de Santa María la Real de Nieva donde apenas residen una treintena de personas. La situación familiar es dramática, su madre también está ingresada en el Hospital General de Segovia tras dar positivo en Covid-19. «Los llevaron a los dos en la misma ambulancia y estaban juntos en el Hospital». También su tía.
El diputado provincial del Partido Popular esta recluido en su domicilio. Hasta allí le llegan un aluvión de mensajes de condolencia, solidaridad y cariño. En la última hora le llegado 155. «Es momento de tirar adelante», afirma.
Además de los dos vecinos de Villoslada, en la provincia han fallecido otras dos personas con coronavirus: Una vecina nonagenaria de Turégano, que acudió la semana pasada a un funeral en la localidad de Chatún, donde tuvo contacto con familiares que venían de Madrid, y una mujer de 98 años que vivía en la residencia de Sanchonuño. Todas ellas tenían patologías previas.
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