La construcción de piscinas sigue en auge y las listas de espera superan los dos años
En los últimos doce meses se han construido en la provincia cerca de 400 piscinas, y los precios han subido entre un 12 y un 15%
claudia carrascal
Segovia
Lunes, 20 de junio 2022, 07:44
Segovia se caracteriza por inviernos fríos y veranos cortos, calurosos y secos con temperaturas máximas que rara vez superan los 33º centígrados. A pesar de ... que el periodo estival en la ciudad es breve cada vez son más los habitantes que se suman a la moda de instalar una piscina en sus viviendas para poder refrescarse durante los meses más calurosos del año.
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La construcción de estos estanques artificiales se ha disparado desde el inicio de la pandemia y es que esta crisis sanitaria ha provocado que los ciudadanos otorguen una mayor importancia a los espacios exteriores. Hasta el punto de que jardines, patios y terrazas se han convertido en lugares prioritarios en una casa.
Así lo corroboran especialistas del sector como Iván Martín, gerente de Pools and Floors Design, quien indica que en estos momentos su empresa está dando fecha para febrero o marzo de 2024, lo que supone cerca de dos años para tener una piscina de obra. Una tendencia que se repite en gran parte de las empresas de la provincia.
En la actualidad, su equipo está realizando ocho obras a la vez y la mayoría de gran envergadura, alguna de ellas ronda los 80.000 euros. A lo largo del año realizan unas 100 obras entre nueva construcción y rehabilitación, de ellas, 3 o 4 suelen ser municipales. No obstante, calcula que en el último año solo en la provincia de Segovia se han construido entre 300 y 400 piscinas. En los municipios de la provincia se concentra la mayor parte de su trabajo, así como en zonas próximas a la capital entre las que destacan las urbanizaciones Parque Robledo y El Carrascalejo, en Palazuelos de Eresma, porque en general el centro de la ciudad está «blindado a las piscinas, salvo algunas excepciones».
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Una de las principales diferencias que han notado este año con respecto a los dos anteriores es que los compradores priorizan la calidad. «El objetivo de la mayoría de la gente ya no es bañarse lo antes posible y a cualquier precio, ahora apuestan más por el lujo y los detalles porque quieren que sea un espacio importante de la vivienda», matiza. Motivos por los que cada vez se construyen piscinas más grandes, con fuentes y jacuzzis incorporados e incluso en zonas interiores.
Uno de los problemas que persiste en este sector es la escasez de materiales, que está generando retrasos y un encarecimiento de los precios. «Nosotros este año hemos sido previsores y tenemos un estocaje fuerte porque el año pasado las pasamos canutas. A ello se suman los efectos primero de la pandemia y después de la guerra de Ucrania que solo han empeorado la situación», admite.
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Unos desajustes en el mercado que han ocasionado pérdidas a los constructores, ya que «muchas veces damos precios a un año o año y medio vista y estos últimos meses los materiales han subido hasta un 100%, doblando su precio. Un coste que, en gran medida, tenemos que asumir», puntualiza.
A ello se suma que algunas de las empresas punteras en materiales porcelánicos para el revestimiento de las piscinas han añadido el denominado impuesto eléctrico que varía en función del material elegido y el tiempo de cocción que necesite. Según expone Martín «no supone una cuantía muy grande, ya que ronda los 98 céntimos el metro cuadrado, pero todo suma». Otro hándicap es que estas empresas ya no hacen presupuestos por adelantado, sino que solo les dan el precio al pedir el material.
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Como ejemplo pone el de una silla de acero que permite el acceso a la piscina a personas con discapacidad que cuesta unos 7.000 euros y en tan solo cinco días ha llegado a experimentar incrementos de precio que van del 25 al 75%. Algo similar ocurre con el cloro y otros productos que se emplean en el mantenimiento de la piscina. «Hemos incrementado el stock de estos químicos, ya que este verano se prevén subidas del cloro de hasta un 50%».
Todo ello, ha repercutido en el precio de las piscinas que han subido entre un 12 y un 15%, según el experto. Eso sí, debido a los acusados cambios de precios y a los plazos tan amplios con los que están cerrando las contrataciones han optado por dar presupuestos abiertos, lo que implica una revisión al inicio de la obra. «La mayoría de los clientes lo entienden porque saben que no es cosa nuestra. Aquellos que se están construyendo una casa lo están viendo, al inicio el presupuesto era de 170.000 euros y la terminan por 250.000», asegura.
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La buena noticia es que la subida de la electricidad no afecta demasiado a aquellos que deciden instalar una piscina en casa porque su consumo es «muy bajo». En concreto, Martín aclara que la bomba, pieza que requiere este tipo de energía para funcionar, a penas supone 15 o 20 euros más en la factura mensual de la luz.
Por el contrario, sí que notan estos picos quienes optan por las bombas de calor para calentar el agua y así ampliar la temporada de baño. «Las piscinas tienen una capacidad de entre 35.000 y 60.000 litros de agua, por lo que calentarlas no es fácil». De modo que la mayoría de los clientes optan por poner placas solares de autoconsumo para generar su propia energía y reducir el gasto.
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El impulso que ha experimentado la construcción de piscinas ha traído consigo algunas consecuencias negativas difíciles de combatir, como el intrusismo. Muchos clientes no están dispuestos a asumir las largas listas de espera, mientras que otros buscan precios más económicos. La alta demanda se ha convertido en el caldo de cultivo idóneo para la creación de empresas dedicadas a la instalación de este tipo de estructuras, así como para la incorporación de profesionales de otras áreas que no están especializados.
Fallos
Esto ha llevado a que muchas obras se hagan sin cumplir con los parámetros exigidos y sin los estándares mínimos de calidad. «Ahora están saliendo los problemas del año pasado, nos llaman un día sí y otro también porque las piscinas que les han instalado tienen fallos importantes y no les atienden. Hacen chapuzas y luego la única solución es quitarlo todo y volver a empezar», lamenta. Como ejemplo pone el de Los Ángeles de San Rafael donde ya tienen constancia de al menos 10 piscinas nuevas que han llenado una sola vez y el agua no se queda en el vaso.
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Esto también está generando una imagen negativa para el sector y hace que los clientes piensen que determinados materiales para el revestimiento no dan buenos resultados, como el gresite porcelánico o la lámina de PVC. «Si se usan materiales de calidad y la obra se hace con profesionales funcionan perfectamente, el problema es cuando las cosas se hacen mal», asevera el gerente de Pools and Floors Design, Iván Martín. Por eso, recomienda lo primero asegurarse de que se contrata a profesionales y segundo tener claro que las calidades bajas se acaban pagando.
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