Segovia
La concentración del comercio deja ya a 74 municipios sin un solo negocio en pieLa capital, El Espinar, Cuéllar, Nava de la Asunción y Cantalejo acumulan el 53% de las tiendas de la provincia
Los últimos años han agudizado la concentración de los comercios en las grandes localidades de Segovia mientras van agotando generación a generación las tiendas ... de alimentación que décadas atrás sostenían las compras diarias en pueblos que hoy agonizan. Esas pescaderías, carnicerías, panaderías y tiendas genéricas de ultramarinos han ido mutando en menos negocios y de mayores dimensiones, una apuesta sustentada en ubicaciones con un amplio radio de clientes, fundamentalmente el alfoz de Segovia. Una lógica que han replicado otros comercios más especializados. Así las cosas, el 53,7% de los negocios de la provincia están ubicados en cinco términos municipales: los de la capital, El Espinar, Nava de la Asunción, Cantalejo y Cuéllar. Mientras, 74 municipios en los que hay censados 5.266 vecinos, no tienen un solo comercio en pie. Ni para comprar el pan ni para hacerse las uñas.
Publicidad
El presidente de la patronal comercial segoviana Fecose, Alberto García, traza dos grandes variables para distinguir comercios: la estacionalidad y el tamaño de la población. «La cercanía a Segovia permite que mucho público te busque si tienes un buen producto, pero tienen muchos comercios a los que ir. En los pueblos pequeños puede que no tengas competencia, pero si no hay clientes…» Estos últimos tienen que exprimir el verano para sobrevivir a la crisis de un invierno con los vecinos justos. Ante la disyuntiva, los negocios han optado por la primera opción, aunque haya que afilar el cuchillo para hacerse un hueco. «Hay tiendas que cierran en invierno porque no hay forma de soportar esto en un pueblo. Ya sabemos cómo es Segovia, te quitas de las zonas comerciales y nos quedamos en nada. Yo no me voy a montar un negocio en un pueblo pequeño por mucho que me aseguren en verano el oro y el moro».
Según la ratio en cuanto a población, a cada comercio segoviano le corresponderían 80,69 habitantes, un dato que en Castilla y León solo mejoran Ávila (68,94) y Zamora (69,88). «Visto así, no está mal, pero está quizás exagerado en Segovia y el alfoz y escaso en el resto de la provincia». Ya no es solo el número, sino el músculo de cada negocio. El ejemplo es Valladolid, con la peor ratio (115,59), pero con las empresas de mayor tamaño: concentración en menos productores, pero gigantes. Es decir, grandes superficies.
Las cifras
80,69 habitantes
por cada comercio es el ratio existente en la provincia de Segovia.
83% del comercio textil
se concentra en tan solo cinco localidades segovianas.
La consecuencia es que 1.024 de los 1.906 seis comercios que contabiliza la Junta de Castilla y León a través de su portal del comerciante están en los cinco municipios con más actividad, todos ellos con al menos 50 establecimientos. Están los tres más poblados (Segovia, El Espinar y Cuéllar), pero los dos siguientes (Cantalejo y Nava de la Asunción) superan a otros con más padrón como La Lastrilla o el Real Sitio de San Ildefonso porque juegan el papel de epicentro comarcal. Algo parecido ocurre con Riaza, que tiene 48 pese a superar por poco los 2.000 vecinos censados. La concentración sigue por debajo del top-5, pues los pueblos entre 21 y 50 –nueve– acumulan otros 299 y los que tienen entre 6 y 20 –cuarenta y uno– añaden otros 407. Es decir, 55 pueblos concentran el 90,7%.
Publicidad
¿Qué queda para el resto? El epígrafe de supermercados y tiendas de alimentación es equívoco porque incluye a la vez lo que caracteriza a las grandes ciudades con el último reducto de los pueblos. Entre el top 5 acumulan 101 de los 186 de la provincia, es decir, un 54,3%. Se quedan también con el 83% del comercio textil, el 85% del calzado y el 71% de los servicios cosméticos e higiene como la depilación o las uñas. No acaparan tanto en los negocios de primera necesidad como carnicerías (40%), farmacias y ópticas (47%), panaderías (49%) o fruterías (39%). Estos son los negocios que aún subsisten en pueblos pequeños, pero cada vez menos. Además de esos 74 que ya no tienen un solo negocio activo en el registro de la Junta hay otros 52 que tienen uno o dos y 28 que oscilan entre tres y cinco. Es decir, 152 municipios suman 181 comercios, el 9,4% del total, cuando su población representa el 15,8%.
El auge de grandes superficies es una de las causas que empujan al cierre de negocios como carnicerías o pescaderías
Los pueblos se están quedando sin vecinos y sin comercios, dos procesos que se realimentan y avanzan de forma simultánea. «El problema es que muchos no tienen tampoco nada en su perímetro». Un nudo muy difícil de resolver porque un comercio necesita ser rentable para existir. Algunos han conseguido paliarlo a través de postularse como punto de entrega de paquetería: cada vez están llegando a lugares más pequeños, pero las empresas buscan lugares con suficiente población o una posición muy estratégica. Es decir, municipios de tamaño medio, nada por debajo de los 400 habitantes. «De cada mal trago tenemos que saber buscar la parte positiva». García pide incentivos como bonificar el pago de autónomos por debajo de determinados habitantes o mejorar sus condiciones para atacar otra pata del banco, la inestabilidad laboral, pues muchos jóvenes lo dejan por una oposición.
Publicidad
El mejor ejemplo de la tendencia del comercio en la provincia es cómo la apertura de un supermercado Lupa en el Real Sitio de San Ildefonso ha empujado al cierre a una pescadería y otra carnicería. Y otras tiendas evaluarán este verano cómo afecta a sus ventas. Una amenaza que también afecta a El Espinar, que ha otorgado recientemente licencias para un Lupa y un Mercadona. «Los ayuntamientos no pueden negarse porque cumplen la legalidad y están generando puestos de trabajo en sus municipios, pero son conscientes de que muchos comercios que están ahí al límite van a caer. En el momento en que te quitan cuatro clientes te han hecho polvo. Es un equilibrio jorobadísimo», ahonda García. Todavía quedan casi tantas fruterías (161) o carnicerías (176) como supermercados, pero no juegan en la misma liga.
El tipo de negocio mayoritario en la capital es el textil, el sector mayoritario en las ferias. «Tienen una clientela estable; no significa que vayas a mantenerla mañana, pero es fundamental. Muchos se están modernizado con ayuda de las subvenciones y trabajan en redes sociales». El presidente de Fecose pone a El Segoviano como ejemplo de reconversión de una tienda «de toda la vida» con más de cuatro décadas en funcionamiento. Sí observa cambios en el paso de establecimientos de servicios –diseño, abogados, fisioterapeutas– a locales en calles principales, aprovechando la disponibilidad de locales. «Lo tenemos estudiadísimo; antes estaban en entrecalles, alejados del centro». También han proliferado los locales de uñas, especialmente en Santa Eulalia, algo que explica porque su rentabilidad es mayor que la de los comerciantes de producto.
Publicidad
Y no son malos tiempos para el comercio minorista, que creció un 1,8% a nivel regional en el primer trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior. Pero la tormenta perfecta provocada por el envejecimiento demográfico, el auge del comercio online y la falta de relevo generacional sigue ahí. «A los que están llegando a 60 años, no les hables de nada más, lo único que están deseando es jubilarse. El problema no es qué hacemos con los comercios, sino dónde está la gente que consume en ellos». Cada vez son más los vecinos que no cuentan en la práctica como clientes porque sus familias resuelven por ellos las compras en grandes superficies o porque directamente se marchan en invierno. «La tendencia del comercio es que muera todo. Hasta Inditex está quitando tiendas. Por mucha voluntad o subvenciones, no pueden llegar al dinero que necesitan estos negocios para subsistir»
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión