La comunidad Páramo de Cuéllar echa a andar con más de cien regantes
La nueva entidad incluye 12.000 hectáreas regables de diferentes cultivos
Durante la mañana de ayer tuvo lugar la asamblea de la comunidad de regantes de aguas subterráneas Páramo de Cuéllar, una nueva entidad que ayer ... quedó constituida de forma oficial, ya que hasta el momento venía trabajando con una junta gestora, que continuará al frente de la agrupación hasta el próximo mes de diciembre, cuando se lleve a cabo un proceso electoral, al cual se presentarán los hasta ahora gestores, tal y como anunciaron ayer, según informó Víctor Alonso, quien venía ejerciendo las labores de presidente de la entidad.
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Estas comunidades de regantes son un instrumento adecuado para la gestión colectiva de un bien escaso como el agua, de cuyo uso racional dependen el interés general, la productividad de las explotaciones y el futuro sostenible del medio rural. Alonso se mostró satisfecho de la consecución del objetivo de la creación de la Comunidad, que incluye más de un centenar de explotaciones (aproximadamente 120, pero depende de los cultivos de cada año) y que cuenta con una superficie regable de 12.000 hectáreas, situadas en Cuéllar y algunos municipios de su entorno, como Torregutiérrez, Escarabajosa, Dehesa de Cuéllar, Dehesa Mayor, Lovingos, Frumales, Fuentes de Cuéllar y Olombrada, entre otras.
Destacó que los comuneros «hacemos un uso eficiente del riego, tenemos más dotación de la que utilizamos y somos conscientes de lo que tenemos que hacer», explicando que entre los cultivos que se pueden encontrar en esas 12.000 hectáreas se encuentran desde colza y cereales a remolacha y patatas, pasando por girasol, guisante o alfalfa, entre otros, «todos los que la agricultura necesita para poder alimentar a la población, a la ganadería y demás».
Se trata de una comunidad de regantes de aguas subterráneas, pues toman el agua de la masa de Los Arenales, que se ubica entre las provincias de Segovia, Valladolid y Ávila, y que se encuentra en la comarca que ha delimitado geográficamente la nueva comunidad, «independientemente de su pertenencia a un municipio u otro, el agua no entiende de zonas», detalló Alonso, que recordó cómo llevan trabajando años en la creación de esta Comunidad de Regantes, que surgió después de 2014, después de unas sanciones de la Confederación Hidrográfica del Duero sobre riegos por encima de la concesión.
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Modernización
Con la formación de la Comunidad de Regantes, llega también la posibilidad de la modernización de los regadíos, para hacer frente a los retos de futuro que se plantean a los agricultores. Para ello se cuenta con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), cuyo director general, Rafael Sáez, acudió ayer a la asamblea constituyente para dar la enhorabuena a los agricultores por su unión y ofrecer su ayuda y apoyo en nuevas iniciativas que se quieran poner en marcha.
Sáez apuntó que, aunque la creación de la Comunidad no es un tema de su competencia, sino de la administración hidráulica, desde el principio «nuestro apoyo ha sido firme y total, porque nos parece que es una nueva forma de gestionar las aguas subterráneas que es necesaria», apuntando que estas aguas son prioritarias para la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta, ya que «generan una actividad vinculada al medio rural fundamental, son fuente de actividad, cuenta con cultivos que en muchas ocasiones tienen un valor añadido importante, y tienen una fuerte vinculación a la industria agroalimentaria», razones por las que se apuesta por el mantenimiento de la actividad basada en esas aguas subterráneas.
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Todas esas razones llevan a la Consejería y al Itacyl a apostar por el impulso del riego de estas aguas subterráneas, «puesto que nos parece que esta nueva forma de gestionar es una oportunidad para poder realizar actuaciones de inversiones con estas comunidades de regantes». Así lo manifestó Sáez en la asamblea, proponiendo a los regantes, diversas inversiones, una vez que la Comunidad ya esté en marcha.
Posibilidades
Se piensa en inversiones colectivas, como podría ser la unión de los puntos de extracción, lo que se podría realizar, por ejemplo, con una balsa en altura y una red de riego, que irían unidos a un planteamiento de eficiencia energética con energías renovables, que irían acompañadas de un proceso de reorganización de la propiedad, para que así sea más beneficiosa la gestión del agua y la mejora del riego. Sáez aseguró que la apuesta es firme «y las aguas subterráneas necesitan este apoyo e impulso», aunque apuntó que a lo mejor habría que abordar esta modernización de forma sectorizada, porque se trata de una comunidad de regantes muy grande.
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En el caso de que se optara por realizar esta iniciativa, se anunció que la realización de caminos y desagües estaría financiada al 100% por la administración, mientras que las balsas, redes e instalaciones fotovoltaicas tendrían una financiación compartida, aunque la de los regantes sería «una pequeña parte».
La asamblea también contó con la presencia del subdirector de Infraestructuras del Itacyl, Miguel Ángel García, quien les dio la enhorabuena por haberse constituido en Comunidad, y apuntó que la mejora o modernización de las infraestructuras de regadío en las aguas subterráneas no es fácil, «pero no nos da miedo», señalando que se realizará a través de su área y animando a los asistentes a seguir trabajando e ir dando forma a los planteamientos, con el fin de mejorar la eficiencia energética y en el uso del agua, garantizando así el futuro de sus explotaciones.
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