Grupo de subsaharianos que esperan una cita de la Comisaría en los Jardinillos de San Roque. Tanarro
Segovia

Qué ayuda reciben los refugiados que duermen frente a la Comisaría de Segovia

Lunes, 20 de octubre 2025, 07:16

En un primer momento, Cáritas, encargada mediante convenio con el Ayuntamiento de Segovia de la atención a transeúntes, entendió que el migrante de los ... Jardinillos de San Roque no entraba en ese perfil. «Al final, están en la calle y hay que actuar. Así que empezamos a trabajar con ellos en la medida de nuestros recursos», resume su técnico de personas sin hogar, Álvaro Pérez. A falta de alojamiento, su primera intervención fue presentarse y entender su situación a través de intérpretes, fundamentalmente del francés. «Nos dijeron que el recurso estaba copado y que se iban a quedar en Segovia porque tampoco tenían alojamiento alternativo».

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Empezaron ofreciéndoles clases de español, así como ducha y lavandería en la sede de Cáritas, un mínimo de dignidad que muchos agradecieron, pues llevaban más de una semana sin bañarse. El siguiente paso fue ponerse en contacto con la Junta de Castilla y León, titular del comedor social de Segovia, para iniciar con ellos un seguimiento personalizado de cada uno. Un itinerario de integración social es una contrapartida: el sistema da, pongamos, comida, a cambio de compromiso, por ejemplo, en la formación del idioma. «Los chicos respondieron muy rápidamente, hubo muy buen ambiente», resume Pérez. En el comedor aseguraron tres comidas al día y un servicio organizado de higiene y lavandería.

En la práctica, el migrante tiene al trabajador social como contacto de emergencia. Ha habido acompañamientos a centros de salud para problemas de salud que no han revestido mayor gravedad que comprar medicación: dolores, cuadros respiratorios leves o infección de encías. «La Policía hace cribados, pero una muela no es algo urgente para colarte», apunta el técnico de la entidad diocesana.

«Nos dijeron que el recurso estaba copado y que se iban a quedar en Segovia porque tampoco tenían alojamiento alternativo»

Álvaro Pérez

Técnico de Cáritas

La valoración de su comportamiento en el comedor social, que lidia rutinariamente con perfiles problemáticos, es muy buena. «Es algo a remarcar. Hemos hablado con los vecinos y no tienen ninguna queja. La Policía Nacional y Local, tampoco. Lo mismo con el jardinero. No ha habido ningún problema» con los migrantes que 'campan' en los Jardinillos de San Roque, subraya Pérez.

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No es tanto una cuestión de recursos, pues hay plazas disponibles para alojamiento prácticamente en el momento en que se hace la manifestación de asilo, sino del vacío normativo en esa fase previa entre personarse en Comisaría y la entrevista. «Si intentas pedir cita por Internet es imposible, el trámite es muy complicado. No es como el DNI, que te den cita para dos meses, es que llegas al último paso y te dice que la agenda está completa».

El grupo de los Jardinillos de San Roque, que tienen enfrente, al otro lado de la calle, las instalaciones policiales, ha dado relevancia a lo que Pérez llama un goteo constante. «Como es muy visible, parece que es algo nuevo, pero no lo es. Hay quien espera en un domicilio de un familiar o se quedan en Madrid y vienen para la cita, pero también hay quien ha dormido en calle. No es la primera que trabajamos con ellos. La cita no es inmediata, lo de que estén copadas las agendas viene de atrás», destaca.

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Una espera que se agrava con un perfil subsahariano. «A lo mejor un latinoamericano encuentra un currillo y ya medio pagando un alquiler, pero esta gente francófona tiene imposible encontrar un trabajo el primer día».

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