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El Ayuntamiento de Segovia busca una solución a la carga y descarga de viajeros que se produce cada día en la parte superior de la ... avenida Vía Roma por parte de decenas de autobuses que realizan servicios discrecionales con grupos de turistas. El gobierno municipal reconoce que es un problema y trabaja en una solución que tiene clara: habilitar un espacio en la ciudad al que puedan llegar los autocares y, de forma segura, parar y permitir que los viajeros bajen para conocer Segovia. Será, además, el mismo espacio en el que los autobuses podrán recoger horas más tarde a los turistas para emprender el viaje de regreso a su lugar de origen.
La medida que espera implementar en los próximos meses el gobierno municipal también tiene un segundo objetivo: conseguir un ingreso económico a través del cobro de un tarifa a los autocares por el aparcamiento en ese nuevo espacio habilitado para la carga y descarga. Es decir, el Ayuntamiento no solo quiere que los autocares acudan al lugar elegido para recoger y descargar a los turistas; también pretende que se queden ahí aparcados durante el tiempo que dura la visita de los viajeros por la ciudad de Segovia.
En la actualidad, los autobuses que realizan este tipo de servicios discrecionales utilizan dos puntos de la ciudad para realizar la carga y descarga de viajeros. Uno es el espacio situado en el Velódromo, junto a la estatua de Cándido. Se trata de una gran parcela que no es de titularidad municipal y que está dividida en dos partes: en una aparcan cada día decenas de coches para evitar el pago de la zona ORA y en la otra autocares que realizan servicios discrecionales (no aquellos que tienen un horario y unos destinos regulares).
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El otro punto es el más conflictivo y está situado en la parte superior de la avenida Vía Roma, en las proximidades de la plaza Oriental, junto a la parada de los taxis y de los autobuses urbanos que cubren el trayecto con la estación del Ave Segovia-Guiomar. En esta zona, situada a escasos metros del Acueducto de Segovia, hay reservado un lugar para que hasta tres autobuses puedan parar –no está permitido el estacionamiento– a la vez durante unos minutos, el tiempo necesario para que los viajeros puedan subir o bajar del vehículo. El problema surge en determinados momentos del día en los que la llegada de este tipo de autobuses es más frecuente, lo que provoca que hasta una decena de estos vehículos esperen su turno para poder abrir sus puertas. Al no haber espacio suficiente para todos, algunos optan por esperar su turno en doble fila y otros deciden dar vueltas por la avenida hasta que quede libre un hueco. En algunos casos, sobre todo en días de gran afluencia de turistas y en horas punta, hay autobuses que optan por recoger a los turistas en doble fila, obligando al resto de vehículos que circulan por Vía Roma en dirección al Acueducto a invadir el carril contrario. «No puede seguir existiendo este problema y menos con el incremento diario que tenemos de autobuses discrecionales», asegura el alcalde de la ciudad, José Mazarías.
La solución está clara: tener un espacio donde aparquen y paguen una tasa, «como ocurre en muchas ciudades». Según el regidor, será «obligatorio» que todos los autobuses discrecionales con parada en Segovia utilicen este nuevo aparcamiento. Es decir, no se permitirá la carga y descarga de viajeros en Vía Roma o junto a la estatua de Cándido y que luego los autobuses busquen aparcamiento en otros lugares de la ciudad «de forma indiscriminada y sin ningún control».
Con la solución a adoptar decidida, todavía falta por concretar el espacio que será utilizado como aparcamiento para autobuses. En la mesa del gobierno municipal hay dos opciones, con una clara preferencia por los terrenos del antiguo Regimiento. En este espacio, situado en el centro geográfico de Segovia, han comenzado esta misma semana las obras para su acondicionamiento tras más de un decenio sin uso alguno y en estado de abandono. Si el equipo de gobierno finalmente apuesta por este espacio, los grupos de turistas tendrían el casco antiguo de la ciudad a poco más de cinco minutos andando.
No es la única alternativa que maneja el Consistorio, aunque sí la que cuenta con más posibilidades. Sobre la mesa también se ha puesto la opción de utilizar los terrenos próximos al edificio CIDE que serán acondicionados en el futuro como recinto ferial y como aparcamiento disuasorio. Sin embargo, tiene dos grandes desventajas. Por un lado, la distancia con el casco antiguo, aunque el gobierno municipal contempla habilitar lanzaderas que unan este punto de la ciudad con el centro de Segovia; por otro, que los trámites urbanísticos para que estos terrenos puedan ser adecentados todavía durarán varios meses. Y luego quedaría ejecutar las obras.
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