El artista segoviano Gonzalo Borondo toma asiento en San Quirce

Se cumple justo un año desde su nombramiento como académico numerario junto al periodista Carlos Álvaro, cuya toma de posesión se celebró en noviembre. El pasado 2 de junio, el artista fue notificado que había sido elegido para ocupar una de las dos vacantes que se habían producido en el seno de San Quirce con el designio de Carlos Muñoz de Pablos y Antonio Ruiz Hernando como académicos de Mérito, principal distinción dentro de la institución.

Fue una noticia «inesperada» que Borondo recibió «con alegría y curiosidad», por lo que se afanó en comprender qué significaba la votación a favor de su candidatura para formar parte de la corporación. No esperaba su ingreso «en este momento de mi vida», aunque insistió en que, para él, suponía un «gran honor».

Desde ese día han pasado «muchas cosas» en la vida del artista, sobre todo en lo referente a la cosecha de éxitos fuera de España. Es el caso de su obra 'Settimo Giorno', una versión sensorial del Génesis estrenada en la ciudad italiana de Bolonia. Este jueves por la tarde debutó en San Quirce con la presentación de un fragmento de esta experiencia visual, nacida fuera del país y adaptada a un espacio mucho menor. El escenario fue el ábside de la iglesia segoviana, lo que marcó un hecho diferencial respecto a las tomas de posesión de sus antecesores.

El ingreso de Borondo es uno de los más novedosos que acoge la institución. Ya no solo por el montaje experimental, sino por la juventud del artista, de tan solo 34 años, que pasa a tomar asiento como académico. «Creo que está bien que haya un intercambio generacional de ideas para enriquecer el conocimiento y poder hacer cosas juntos», valoró.

Su actitud innovadora no es algo arbitrario. «Mi intención era proponer algo acorde a mi lenguaje, con las imágenes y el uso de los espacios históricos a través de una intervención artística», refirió. Esta aspiración fue consumada con la presentación de su obra ante un público que llenó la sala en la que se celebró la sesión, que dio comienzo a las 20:00 horas. Borondo consideró que este ejemplo era la manera «más adecuada» de formalizar su apuesta por la academia situada en la ciudad.

Momentos previos a la disertación, reconoció estar «un poco nervioso, como es normal». Considera que este es un paso determinante en su trayectoria como artista. «Las transiciones siempre son complejas», sostiene. Al fin y al cabo, «me he dedicado siempre más a la imagen que a las palabras», subraya en referencia a su discurso, que fue contestado por el vitralista y académico de Mérito Carlos Muñoz de Pablos.

Borondo realizó un recorrido por su trayectoria artística, que se remonta a sus inicios como grafitero y muralista juvenil. Nacido en 1989 en Valladolid, pronto se trasladó a Segovia, donde vivió su infancia y juventud y «ahora mismo» reside su base artística. Ha desarrollado varios proyectos en la capital, como 'Insurrecta', consistente en una exposición en unas vallas publicitarias al aire libre sobre la revuelta comunera; o 'Hereditas', una muestra que trata la herencia adquirida y que fue exhibida en el Museo Contemporáneo Esteban Vicente.

Sus perfiles de redes sociales acumulan miles de seguidores y están en inglés, lo que da cuenta de su notable carácter internacional. Sus trabajos se han podido observar en Roma, París, Londres, Marsella y Bolonia. En 2018, Borondo obtuvo en Venecia el premio Arte Laguna, dentro de la sección Land Art y Arte Urbano, y en 2021, en la ciudad francesa de Boulogne-sur-Mer, ganó el primer premio de arte urbano del Golden Street Art.

Su obra se eirigió así como un testimonio vivo que sirvió de hilo argumental a partir del que detalló sus intenciones, preocupaciones, problemáticas y la reivindicación de conservar tradiciones culturales desde la contemporaneidad.

«Mi trabajo está muy relacionado con la historia y el patrimonio», incidió. Asimismo, se enorgulleció de poder contar con la cercanía de figuras que, de alguna manera, «pueden nutrir mi investigación personal sobre la que luego voy a basar mi trabajos». El artista experimental se mostró «contento» por tener la oportunidad de conocer, comprender y compartir pensamientos con el resto de académicos. «Será una experiencia nueva y, por tanto, interesante», concluyó.