400 años de fiesta en El Henar
Cientos de personas se acercaron a lo largo de toda la jornada al santuario, donde se formaron largas colas para ver a la Virgen en su camarín
Ayer se cumplieron 400 años de celebración de la fiesta de la Virgen del Henar y sus devotos más fieles no quisieron perder la oportunidad ... de acudir a honrar a su señora en su día más grande, el de la romería, que por segundo año consecutivo se celebró con limitaciones debido a la pandemia, sin procesión y sin misa de campaña. Ello impidió que cientos de romeros se acercaran hasta el lugar, completando los aforos de las misas centrales de la jornada o esperando las largas colas que se formaron en algunos momentos para poder ver la imagen de la Virgen en su camarín. También se registraron colas en la tienda de recuerdos del Henar y en el único puesto de venta de obleas y avellanas que se pudo instalar en el lugar, el que se ubica allí durante todo el año, puesto que en esta ocasión tampoco se celebró el tradicional mercadillo que suele venir ligado a esta fiesta.
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Ya desde primera hora de la mañana el santuario abrió sus puertas para recibir a decenas de personas que fueron llegando caminando, algunas incluso de madrugada. Según fue avanzando la mañana, el número de personas, la mayoría ya llegadas en vehículos, se fue incrementando, especialmente en torno a las 11:00 horas, y, de forma concreta, a las 12:00 horas, con la misa mayor, celebrada por el obispo de Segovia, César Franco, acompañado por sacerdotes como el rector del Henar, Carlos García, o el arcipreste de Cuéllar, Fernando Mateo.
Fue García quien tomó la palabra en primer lugar para recordar que se cumplía el 400 aniversario de la primera vez que se celebró la fiesta del Henar, señalando que el pasado 8 de agosto, hace poco más de un mes, se celebró la apertura del Año Jubilar, ya que un día después fue el aniversario del breve pontificio por el que se otorgó la fiesta. García señaló que para la comunidad se trata de «una alegría muy grande», el poder celebrar esta fiesta cuatro siglos después, agradeciendo el apoyo que se está recibiendo de toda la diócesis. Ya en la homilía, el obispo de Segovia recordó cómo la Virgen del Henar atrae no solamente a los segovianos, sino a muchas personas de otras provincias de alrededor. Apuntó que algunos llegan andando, como lo hizo un grupo de Quintanilla de Onésimo, entre los que se encontraban Vanesa Nielfa y su madre, que hace unos días donaban un manto a la Virgen y ayer hicieron lo propio de forma simbólica en la eucaristía, lo que fue recibido por los fieles con un sentido aplauso.
Franco, durante la eucaristía hizo hincapié en la figura de la Virgen como madre y en la importancia de la fe, que espera que este Año Jubilar se viva de forma especial en el entorno del santuario, señalando que las iglesias están cada vez más vacías, por lo que animó a los asistentes a que la Virgen del Henar les ayudara a vivir una fe más comprometida. Mientras poco más de un centenar de personas seguían la eucaristía en el interior del templo, muchas más lo hacían desde el exterior, divididos entre la escalinata, buscando la sombra frente al santuario e incluso por distintos puntos de la pradera, que durante toda la jornada estuvo muy concurrida y animada por familias y grupos de amigos que eligieron El Henar para disfrutar de la buena climatología del día. Por ello, desde el santuario también se ofreció la comunión a los fieles que se encontraban en el exterior.
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La misa central se cerró con vivas a la Virgen, a la 'morenita', como es conocida la imagen de forma popular, y con el canto de la Salve, que en esta fiesta se celebraba tradicionalmente en la puerta del templo una vez concluida la procesión. Fue también en esas horas cuando se decidió cortar el tráfico por la puerta del santuario, donde se situaron decenas de devotos para seguir la eucaristía, si bien no fue un corte completo, pues los vehículos eran desviados por el camino que se sitúa por la parte posterior del edificio principal. En torno a las 13:30 horas, cuando el grueso de los asistentes ya había desalojado la zona, cuando el tráfico volvió a la normalidad.
Para el control del tráfico y la seguridad ciudadana, hasta el lugar se desplazaron distintos dispositivos de la Policía Local y la Guardia Civil, a los que se sumaron numerosos voluntarios que se encargaron principalmente del control de los accesos y los aforos de la iglesia y del camarín de la Virgen.
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El 9 de agosto de 1621, el papa Gregorio XV concedió, a través de un breve pontificio, la celebración de la fiesta anual del Henar para el domingo más cercano a San Mateo (21 de septiembre), concediéndose diversas indulgencias, algunas perpetuas como la plenaria, o temporales. La fijación definitiva de la fecha de la romería para el domingo inmediato anterior a la fiesta de San Mateo se produjo en el año 1849 y perdura hasta la actualidad.
Tras la conclusión del novenario, la noche del pasado sábado se celebró otra de las tradiciones de la víspera de la fiesta de la Virgen, aunque con cambios debido a la pandemia. Se trata de la vigilia, que habitualmente está seguida de un rosario de antorchas que se realizaba con cientos de fieles portando velas por la pradera, a modo de procesión. En esta ocasión las celebraciones se realizaron en el interior del templo.
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