Segovia

El ajuste de cuentas de Jenna Shoman

Fue el desenlace a un día que empezó en el parqué del Pedro Delgado con 104 tiradoras de 19 nacionalidades, incluida la número uno del ranking junior, Luisa Fernanda Herrera, mexicana con pasaporte uzbeco, que cayó contra su compatriota Gulistan Perdibaeva en dieciseisavos. Unos encuentros preliminares llamados 'poules' determinaron las posiciones en un cuadro final a eliminación directa que se resolvió en nueve pistas –una de ellas, más elevada, albergará hoy la final por equipos– y con un gran ambiente en las gradas. Frente a otras citas en Uzbekistán o Bahréin, Segovia es una de las pruebas a las que más familiares viajan. Este fin de semana recibe a más de 300 personas entre tiradoras, entrenadores o árbitros.

Los 'poules' sorprendieron porque dejaron a la china Qimiao Pan como la primera cabeza de serie. Mientras las potencias occidentales viajan y tienen nutridos calendarios, la tradición dice que los asiáticos confían en su exigente programa de alto rendimiento y solo cogen aviones para ganar. Pan no pasó la primera ronda, pero Wei vengó su eliminación con un rotundo 15/2 y siguió su camino hacia semifinales con dos victorias agónicas ante la uzbeka Nargiza Jaksybaeva (15/14) y la italiana Mariella Viale (15/13). Una china y tres estadounidenses para decidir el título en el salón de los artilleros.

Hubo historias de todo tipo entre las estadounidenses. Desde el regreso de Lola Possick, que tuvo que retirarse el año pasado tras ver como el sable de su rival penetraba en su guante y la llevaba al hospital con una hemorragia tan rara como impactante. Cayó ante Perdibaeva, la matagigantes uzbeca que se dio de bruces en cuartos con Shoman, que dio el anticipo de lo que vendría después con un 15/1, una paliza sideral para una ronda tan avanzada. Más esfuerzo tuvo que hacer en semifinales para tumbar a su compatriota Zoe Kim, bronce el año pasado (15/12). Para entonces ya sabía que su gran rival, Siobhan Sullivan, la compañera de generación que le ganó aquel último punto de 2022, había perdido las semis ante Wei.

Diez minutos para bajar pulsaciones y que las autoridades cogieran el micrófono. El jefe de la Academia, Rafael Felipe, cambió al inglés: «La mayoría de la gente no se habrá enterado de lo que he dicho». El presidente de la Federación Española de Esgrima, José Luis Abajo 'Pirri', bronce olímpico en Pekín 2008, dio a Segovia la etiqueta de «tradicional» tras casi una década en el calendario. Intervenciones breves al lado de la del alcalde, José Mazarías, que ahondó en la relación entre el esgrima y los artilleros que había esbozado el coronel, contó que Riad (Arabia Saudí) acogería la final en abril y defendió su candidatura a Ciudad Europea del Deporte en 2025. Así que la final empezó con retraso.

Shoman no dio opción a Wei con dos puntos muy parecidos en los que la china retrocedía y ella la perseguía con temple para asestar el golpe. Un 3-0 premonitorio para esa sucesión de gritos. Unas veces chocan júbilo y frustración y otras hay celebraciones simultáneas; las dos creen que han ganado el punto, hasta que la tecnología y el árbitro dictan sentencia. Lo tuvo hecho en el 12-7, pero Wei, la 118 del ranking, salvó un punto perdido con una buena defensa y se agarró con tres puntos seguidos. Quedó en un susto porque Shoman mantuvo la calma y ganó 15-10.

El presidente del Club de Esgrima de Segovia, Rafael López, puso en valor «uno de los eventos más importantes que tiene la ciudad a nivel internacional» y el impulso de su deporte entre practicantes –en torno a un centenar–tras jornadas didácticas con más de 800 escolares. Y subraya que las facilidades logísticas –transporte, hotelería o gastronomía– de la ciudad explican el alto nivel del cuadro: los entrenadores prefieren hacer parada aquí.

La participación ha sido algo menor que en otros años y en otras citas de la Copa del Mundo porque la temporada está avanzada –es la penúltima– y algunas tiradoras ya han cumplido sus objetivos. Han faltado Hungría y Bulgaria en un panorama ya acostumbrado a la exclusión de Rusia, una potencia histórica. Hubo 22 tiradoras españolas; la mejor fue Lucía Jimeno, que cayó en dieciseisavos ante la británica Melissa Jane. Participaron cuatro tiradoras del club Santa Teresa de Ávila, tunas valientes ante las mejores del mundo.