Más de 24.000 segovianos carecen de acceso a dinero en efectivo en sus pueblos

Es decir, el entramado financiero existente cubre directamente 52 de los 209 municipios que componen la geografía provincial; el resto de vecinos, residentes en las 157 localidades restantes, tienen que desplazarse para pagar las facturas, una realidad que las entidades bancarias intentan paliar con la prestación que hacen las oficinas móviles o mensajería.

El listado de oficinas bancarias que tiene registradas en la provincia el Banco de España replica a grandes rasgos el reparto demográfico del territorio, salvo contadas excepciones que dan la razón a la regla que vincula el mayor tamaño con las opciones de tener una terminal cerca sin tener que irse a otro municipio. Así pues, las sucursales se localizan en los términos que cuentan con más habitantes empadronados: Abades, Aguilafuente, Ayllón, Bernardos, Boceguillas, Cabezuela, Campo de San Pedro, Cantajelo, Cantimpalos, Carbonero el Mayor, Chañe, Coca, Cuéllar, Escalona del Prado, El Espinar, Fuentepelayo, Hontalbilla, La Lastrilla, Mozoncillo, Nava de la Asunción, Navalmanzano, Navas de Oro, Olombrada, Otero de Herreros, Prádena, Real Sitio de San Ildefonso, Riaza, Sacramenia, San Cristóbal de Segovia, San Pedro de Gaíllos, Sanchonuño, Sangarcía, Santa María la Real de Nieva, Santiuste de San Juan Bautista, Segovia, Sepúlveda, Turégano, Valverde del Majano y Villacastín.

Las dos entidades mayoritarias en la provincia de Segovia son Caixa Bank, con presencia en 38 municipios, y Caja Rural, que tiene oficina en 23. Mientras esta segunda solo tiene cajero en los pueblos en los que dispone de sucursal, la primera posee cajeros en 14 localidades en las que no cuenta con una sede física: Escalona del Prado –tiene oficina de Caja Rural–, Bernuy de Porreros, Fuentesaúco de Fuentidueña, Gomezserracín, La Losa, Lastras de Cuéllar, Martín Muñoz de las Posadas, Maruguán, Navafría, Palazuelos de Eresma –la gran anomalía, un pueblo con casi 7.000 vecinos reales sin banco–, Trescasas, Vallelado, Villaverde de Íscar y Torrecaballeros.

El argumento de CaixaBank contra la exclusión financiera son las oficinas móviles, es decir, autobuses que semanal o mensualmente pasan por los pueblos. Tiene once para un total de 614 poblaciones en riesgo de exclusión financiera de Castilla y León en las que residen más de 120.000 personas. Un 70% de los usuarios atendidos tiene más de 65 años.

La entidad ofrece cobertura bancaria en un 25% más de localidades que también están amenazadas de quedarse fuera en el arranque de este 2025, frente a las 492 a las que llegaba a principios de 2024. Las dos oficinas móviles que se desplazan por la provincia de Segovia atienden a 24.000 personas en 104 localidades y recorren unos 5.400 kilómetros al mes.

El servicio de ofimóvil, que atenúa la pérdida de sucursales prseenciales, permite a los usuarios, sean o no clientes de la entidad, realizar las operaciones bancarias más habituales, entre las que destacan retirar efectivo, hacer ingresos y pagar recibos e impuestos en localidades sin oficina bancaria o con restricciones que limitan el acceso a los servicios financieros. En toda España, ofrecen cobertura en casi 1.400 poblaciones en las que viven más de 640.000 personas. Cada oficina móvil cuenta con rutas diarias diferentes y, en función de la demanda, visita las localidades a las que presta servicio entre una y cuatro veces al mes.

CaixaBank habla de estas oficinas móviles como «clave» en su estrategia «para evitar la exclusión financiera de las zonas rurales», además de preservar la relación directa con el cliente que reside en este tipo de entornos y mantener la economía de estos territorios. La entidad subraya su «apuesta por no abandonar aquellos municipios en los que es la única entidad bancaria» y pone en valor el recurso como un método que contribuye a la reducción de las desigualdades.

Mientras, Correos facilita a los clientes de Cajaviva Caja Rural el acceso al servicio de retirada e ingreso de efectivo a través de las 2.388 oficinas de la compañía postal en la geografía española y de los 6.000 carteros rurales que trabajan en el territorio nacional. El servicio, denominado Correos Cash, permite realizar ingresos y reintegros hasta un máximo de 2.500 euros. Para ello, el cliente debe presentar su documento de identidad y facilitar los cuatro últimos dígitos del número de la cuenta (IBAN) o de la tarjeta, sin necesidad de utilizar ninguna aplicación móvil o ser usuario de la banca digital.

Este acuerdo se enmarca en el convenio de colaboración que suscribió Correos con la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) y otras asociaciones profesionales relacionadas con el sector financiero (AEB y UNACC). Sus impulsores hablan de «garantizar el acceso a efectivo a todas las personas, tanto a las que residen en áreas rurales como a las más afectadas por la brecha digital, lo que también repercutirá positivamente en el desarrollo económico de esas zonas».