Andy Cartagena sale por la puerta grande en el festejo de rejones
Con el cuarto bis, el alicantino firmó una faena vibrante a la par que técnica
a.m.
Martes, 30 de agosto 2016, 11:19
Tradicional festejo de rejones el celebrado ayer en la plaza de toros de Cuéllar, que contó con media entrada en los tendidos. Se lidiaron seis toros de la ganadería sevillana de Castilblanco, desiguales de presentación y juego dispar. Andy Cartagena: oreja y oreja; Leonardo Hernández: palmas y palmas; y Paulo Jorge Santos: palmas y palmas. Festejo amenizado exquisitamente por la banda municipal de música.
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Andy Cartagena regresaba a Cuéllar después de su exitosa actuación la feria pasada. Recibió a su primer antagonista con unos ajustados desplazamientos de costado para seguidamente clavar rejón de castigo en sitio. Faena de banderillas inteligente del alicantino ante un noble ejemplar que le permitió clavar con vistosidad los palos. Finalizó a dos manos y cortas fuertemente aplaudidas. Mató de rejón entero algo caído que no fue suficiente, descabello y una oreja con petición de la segunda. Con el cuarto bis, Cartagena firmó una faena vibrante a la par que técnica, ya que el astado, aunque manejable, tenía querencia a tablas. Banderillas fuertemente aplaudidas, especialmente cuando su cabalgadura se ponía de manos o apoyaba las patas en el estribo. Pinchazo para seguidamente rejón de muerte entero. Recibió una oreja.
Leonardo Hernández, que volvía a Cuéllar después de varios años sin su presencia, tuvo ante sí un ejemplar muy distraído y apagado que no le permitió desarrollar su concepto del toreo. Clavó dos de castigo y en banderillas se tuvo que inventar la faena tirando de oficio y de buena cuadra para levantar palmas en los tendidos en los embroques con el astado. Finalizó con banderillas cortas al violín. Pinchazo con el de muerte, que sumado a la escasa fuerza del cornúpeta, sirvió para que este doblara. Recibió leves palmas. Su segunda faena estuvo marcada por la calidad y entrega del pacense. Tercio de banderillas mostrando diversidad de suertes ejecutadas con oficio y temple que fueron reconocidas con aplausos por parte del respetable. Hernández perdió la puerta grande con el rejón de muerte al pinchar en reiteradas ocasiones. Recibió cariñosas palmas.
Paulo Jorge Santos, de Portugal, brindó su primera faena al rejoneador y ganadero de Torrestrella Álvaro Domeq. Correcto recibimiento al manejable ejemplar de Castilblanco, al que colocó dos de castigo. Tercio de banderillas arriesgado y pisando terrenos comprometidos por parte del portugués. Clavó bien a la grupa en embroques al quiebro, mostrándose siempre muy dispuesto. Finalizó con cortas a lomos de un equino de pelo albino. Mató de un pinchazo que le obligó a descabellar en reiteradas ocasiones. Obtuvo silencio. Ante su segundo, el luso realizó una destacable actuación, con más entrega y vistosidad que técnica. Aun así, el público aplaudió fuertemente los lances en el tercio de banderillas. Nuevamente mató mal, con rejón caído. Obtuvo palmas.
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