Segovia disfruta de sus particulares sanfermines

Con los pasacalles a cargo del grupo Tirotateiros comenzaba este domingo la cuarta edición de los sanfermines segovianos. Edición que fue aplazada una semana por el fallecimiento del torero Víctor Barrio. El presidente de la Asociación Plaza Mayor, Francisco del Caño, recordó al diestro, «no llegó a la Puerta Grande, pero las puertas del cielo las tiene, sin duda, ganadas». Tras estas palabras se guardó un minuto de silencio en su memoria.

Estos encierros simulados nada tienen que envidiar a los de Pamplona, pues no faltaba el más mínimo detalle. El patrón, los pastores, los burladeros, la decoración, el churrero y el palco de honor. Las calles del barrio de la Judería fueron rebautizadas con los nombres de las de la capital navarra: La subida de Santo Domingo, las calles Estafeta y Mercaderes, el edificio de Telefónica y la Plaza del Castillo. Tampoco faltó el atuendo pamplonica entre los asistentes, con ropa blanca y pañuelo rojo.

La música acompañó en todo momento. Una dulzaina, un tamboril y un bombo fueron los encargados de poner la banda sonora a esta peculiar celebración en honor a San Fermín.

El organizador del evento, Francisco del Caño, fue el encargado de dar las palabras de bienvenida al festejo. Después cedió el micrófono a Paco Salamanca, presidente de la Peña Taurina El Encierro, fundada en Cuéllar, en 1994, y destinada a promover las fiestas de los toros. En el pregón, Salamanca agradeció a la Asociación Plaza Mayor la invitación y, al igual que Del Caño, recordó al diestro recientemente fallecido. «Estos encierros están dedicados a la memoria de Víctor Barrio», dijo convencido el presidente de la peña.