«El dilema ético entre médico y paciente no es solo algo científico»

Que a los médicos no se les entienda la letra no quiere decir que no sepan escribir. Pero por si acaso no le quedara claro, le pueden hacer un ilustrativo dibujo. Las viñetas, el formato del cómic tan inusual y exótico en la literatura de los galenos, es el lenguaje escogido por la médico segoviana Mónica Lalanda para la publicación de su primer libro en solitario, ya que la autora ya había compartido firmas en otras incursiones. Este debut se titula Con-ciencia médica con toda la intención porque toma el pulso al Código Deontológico.

A partir de experiencias que le ha tocado vivir o que conoce por el desempeño de su labor asistencial y que sus ilustraciones estiran hasta pisar la frontera de la ficción, Lalanda construye en 48 cómics independientes toda una reflexión sobre la ética en las relaciones entre los médicos con otros sanitarios, con los pacientes e incluso dentro del propio gremio. Este libro, revolucionario en su género, trata con agilidad y sobre todo ironía situaciones habituales del día a día desde una doble perspectiva: cómica y crítica; e invita a cuestionarse hábitos arraigados, cosas que quizás ocurren o que podrían ocurrir si la medicina solo fuera ciencia.

Tuitera y bloguera voraz, Lalanda es licenciada en Medicina por la Universidad de Valladolid; se formó durante cinco años como médico de Urgencias en la región británica de las Midlands y en Yorkshire, y trabajó durante doce años en el Leeds General Infirmary. En esa etapa comenzó su andadura en la comunicación. La autora presenta Con-Ciencia médica esta tarde, a las 20 horas, en la librería Ícaro de la capital segoviana

Todo un reto plasmar en viñetas la deontología médica, ¿no?

El libro consta de doce capítulos en los que trato de cubrir todos los puntos donde un médico puede romper con la deontología, atropellos que ese pueden dar en varias áreas y especialidades.

Ilústreme y dígame alguno.

Por ejemplo, en el tema de la confidencialidad cuando se deja ordenador encendido a la vista de cualquiera; o cuando un médico le explica poco menos que en chino a un paciente en qué consiste la operación a la que se va a someter y le pide que firme el acta de conformidad; o también la falta de respeto que a veces se da entre colegas de Atención Primaria y de Especializada.

¿Hay conflictos inspirados en la experiencia personal?

Lo que hay son algunos llevados al extremo. Oros son temas que casi ni nos damos cuenta que ocurren, pero en medio están las personas.

¿Es un libro pensados para sus compañeros de profesión o es accesible a cualquier lector?

El libro tiene una doble lectura. Una es más profesional en la que se invita a la reflexión por parte de los médicos y de todo el ámbito sanitario en general, con enlaces al Código Deontológico y más material que lo convierte en una especie de manual de ética. Y luego está la lectura del paciente potencial, que somos todos, que viene a enseñar qué se puede esperar los médicos.

Más cercano y comprensible

¿Qué le aporta el cómic a la hora de enfrentarse a algo tan serio y a la vez sensible como la deontología de los médicos?

Es un género literario que me da opciones de tocar temas que serían difíciles de tratar precisamente por su complejidad y me permite moverme para acercar esas cuestiones al público en general. En Estados Unidos ya se usa con estudiantes.

Usted que es una activista en la redes sociales, ¿cree que el Código Deontológico de los médicos requiere alguna revisión para no quedarse anquilosado?

El Código Deontológico que tenemos es de 2011, así que no es tan antiguo; de hecho, lo cubre todo y creo que es un buen código y coherente. Lo que sí quizás echo en falta es que no ahonde más profusamente en el tema de la enseñanza. Cuando se nombra la deontología parece que es algo solo de eruditos, pero la relación entre médico y paciente es un dilema ético que no solamente es científico; de ahí el nombre del libro ( Con-Ciencia médica).

¿Qué diferencias hay entre la deontología española y la británica, usted que ha trabajado allí?

Allí no lo llaman código, sino que lo denominan cómo ser un buen médico. Me parece mejor porque aproxima la ética a los profesionales y hace que lo sientan como algo más cercano.