La Academia de Artillería elogia a los héroes del Dos de Mayo
La lección impartida por el capitán David Carbia ha evocado «la lealtad, el honor, el espíritu de sacrificio y el compañerismo», encarnados por Daoiz y Velarde hace hoy 208 años
César Blanco Elipe
Lunes, 2 de mayo 2016, 13:31
Como cada Dos de Mayo, las estrofas que en su día escribieron Mas y Anguita ha resonado en los jardines de la plaza de la Reina Victoria Eugenia en el tradicional homenaje a los capitanes Luis Daoiz (Sevilla 1767-Madrid 1808) y Pedro Velarde (Muriedas, Cantabria, 1779-Madrid 1808), quienes protagonizaran el primer hecho de armas de la Guerra de la Independencia durante la defensa del Parque de Monteleón, en la capital madrileña, frente al ejército francés.
A los pies del monumental Alcázar, ahora cubierto por mallas y andamios de las obras de reforma, las voces de alumnos, oficiales y suboficiales de la institución académica castrense más antigua volvieron a entonar con emoción y sonoridad marciales el himno que abandera el Arma segoviana.
Según establece el Real Decreto de la Regencia del día 7 de julio de 1812, el acto militar que se celebra a la sombra del Alcázar de Segovia debe glosar las figuras de los dos heroicos capitanes que dieron su vida por España el 2 de mayo de 1808 y cuyos nombres están escritos con letras mayúsculas en la historia castrense nacional.
Las primeras mejoras en el simulador, a finales de este año
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El Dos de Mayo tiene un especial significado en la Academia de Artillería de Segovia. Su coronel director, Julio Alonso. ha subrayado cómo esta fecha de 1808 marcó un periodo de la historia de España, el inicio de la Guerra de la Independencia; pero además, para los alumnos de la institución académica castrense tiene la connotación formativa de los heroicos ejemplos que encarnaron los capitanes Pedro Velarde y Luis Daoiz.
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En cuanto a la actualidad del Arma, el coronel director se ha centrado en «los pasos que se van dando» en cuanto a la aplicación de las mejoras programadas en el simulador. Esas actuaciones han empezado con el horizonte temporal de que estén listas en dos años. Sin embargo, es posible que no haya que esperar tanto para comprobar algunas de las implementaciones del dispositivo, ya que el el máximo responsable de la Academia de Artillería ha anunciado la previsión de que a finales de este mismo año ya pueda utilizarse algunas de esas novedades.
El «sencillo y majestuoso» monumento erigido por el escultor Aniceto Marinas en memoria de la hazaña de Daoiz y Velarde, muertos aquel día durante la sublevación del pueblo de Madrid contra las tropas de Napoleón Bonaparte, ha sido, una edición más, testigo del homenaje castrense y del tributo de la sociedad civil, que ha estado representada por las diferente autoridades locales y provinciales, con la alcaldese de Segovia, Clara Luquero, a la cabeza. También asistieron la subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, o el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, entre otros responsables y representantes de la instituciones.
Patriotismo y bravura
Aquel Real Decreto de hace 204 años recoge el elogio a Daoiz y Velarde que se rinde ante los caballeros cadetes de la Academia, «mostrando el camino de la honrosa profesión de la defensa de la patria», tal y como estipula el documento. Y así ha sido. El encargado de impartir este año la Lección del Dos de Mayo ha sido el capitán David Carbia, quien ha relatado la gesta que protagonizaron Luis Daoiz y Pedro Velarde, cuyo ejemplo de heroicidad supuso el inicio de la Guerra de la Independencia.
El magisterio a los pies de la estatua, inaugurada por el Rey Alfonso XIII en 1910, además de avivar en la memoria la bravura y el patriotismo que enarbolaron la defensa del Parque Monteleón, también apeló a la sintonía entre el pueblo y su Ejército. El capitán Carbia ha concluido la lección dirigiéndose a los alumnos, a los que les ha recordado los valores de la «lealtad, honor, compañerismo y espíritu de sacrificio».
La lealtad representada por «el respeto y la fidelidad a los compromisos establecidos, a pesar de que sean costosos o difíciles de realizar; y que debe ir en ambos sentidos, tanto hacia nuestros superiores como hacia nuestros subordinados».
Anteponer el interés del grupo
«El honor debe ser nuestra carta de presentación, tanto ahora de alumnos como dentro de unos meses como tenientes y sargentos y a lo largo de nuestra carrera militar», ha apelado el magisterio del capitán David Carbia. También ha hecho un llamamiento a la unión, a anteponer el bien del grupo al personal», signo del compañerismo que también encarnaron Daoiz y Velarde cuando lucharon mano a mano contra los franceses aun sabiéndose inferiores.
Y por el último, la lección ha esgrimido con coraje «el espíritu de sacrificio que debe estar presente en el día, tanto en la Academia como en nuestras casas, vistiendo de civil o vistiendo de militar, con el objetivo de convertirnos en los líderes que nuestro Ejército necesita, y que sin duda redundará en beneficio de nuestra querida España», ha sentenciado el capital Carbia.
