Persiste la amenaza de derrumbes en la ladera del Eresma en Coca
La Comisión de Fomento y Medio Ambiente de las Cortes debate hoy una propuesta del PSOE para solucionar el problema
el norte
Miércoles, 23 de marzo 2016, 18:01
La Comisión de Fomento y Medio Ambiente de las Cortes autonómicas debatirá hoy Proposición No de Ley registrada por el grupo del Partido Socialista. En ella, el procurador regional segoviano José Luis Aceves reclama soluciones a los desprendimientos que aún se siguen produciendo en la ladera del río Eresma en Coca. El representante del PSOE provincial advierte de que estos leves pero casi constantes derrumbamientos «ponen en peligro la emblemática Torre de San Nicolás».
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Aceves pide el apoyo de los grupos parlamentarios para atajar estos corrimientos y respaldo para la restauración de los daños que ya se han ocasionado. En alusión directa a los procuradores por Segovia del Partido Popular, les pide que se «tomen el asunto muy en serio por la preocupación vecinal existente en la localidad».
Esa inquietud comenzó el pasado 15 de septiembre. En dicha fecha se produjo un derrumbe en un sector de las laderas naturales que el río Eresma genera en la parte norte del término municipal de Coca, en el extremo del área urbanizado. José Luis Aceves indica que el talud afectado, por su posición, ofrece «un extremo peligro de tres tipos». Por una parte, hace hincapié en la amenaza que supone para el yacimiento arqueológico de la villa, protegido por la legislación correspondiente, que ha sufrido el mal de la erosión a lo largo de los dos milenios anteriores. La zona superior del talud forma parte del área protegida.
El procurador del PSOE por Segovia también alerta del riesgo que se cierne sobre el patrimonio histórico y artístico de Coca, y más concretamente por la presencia próxima de la Torre de San Nicolás, resto único del románico del entorno y declarada Bien de Interés Cultural. Aceves subraya el valor social amenazado por estos desprendimientos, ya que en la parte superior se encuentra parte del caserío de la villa de Coca.
Además, recuerda la proximidad de restos vacceos que suponen un elemento cultural de primera magnitud.La proposición que se debatirá este miércoles especifica que el área objeto del derrumbe se halla dentro del Monte de Utilidad Pública número 106 Pinar de la Villa del Catálogo de Utilidad Pública de la Provincia de Segovia, y por lo tanto «bajo gestión de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta». La restauración de la ladera damnificada por estos corrimientos necesita de la intervención de la Confederación Hidrográfica del Duero y de la propia Administración regional. Por eso, el PSOE ha registrado iniciativas en el Congreso y el Senado con el objetivo de apoyar esta petición y conseguir los fondos necesarios, concluye José Luis Aceves.
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El primero, en septiembre
En septiembre, cuando ocurrió el primer desprendimiento, el alcalde de Coca, Andrés Catalina, solicitó distintas reuniones con responsables de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), la Junta de Castilla y León (ya que «el talud despeñado forma parte de un monte de utilidad pública», señaló), la Diputación Provincial, la Mancomunidad del Río Eresma y Unión Fenosa, pues en el lugar afectado existe una torreta del tendido eléctrico.
Solo respondió de forma efectiva la empresa energética, que después del primer derrumbe «mandó rápidamente a los responsables», comentó el alcalde. Unión Fenosa inició los trámites de licencias y la autorización del Servicio Territorial de Industria de la Junta de Castilla y León para el traslado de la torreta. En la reunión con el presidente y el director técnico de la CHD, relató Andrés Catalina, el organismo de cuenca «se comprometió a realizar un estudio, analizar la situación e informar de la misma al Ayuntamiento». Pocos días, después, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Duero visitaron la zona afectada por los derrumbes, «y a falta del informe definitivo que se comprometieron a enviar las conclusiones que trasladaron a la Alcaldía fueron que el desprendimiento no era de su competencia», indicó el regidor. Los técnicos del organismo regulador de las aguas del Duero les comunicaron que el talud era muy alto y el desprendimiento se iniciaba a una altura considerable del río, por lo que concluyeron que la situación del río y de la escollera (realizada hace unos años) no eran las causantes de los desprendimientos.
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