Guadarrama abre el proceso de participación social para el plan rector

El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama iniciará el próximo martes el proceso de participación social para la redacción de su Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG). La Junta y la Comunidad de Madrid presentarán los contenidos básicos del documento, cuyos estudios científicos y técnicos serán completados con la opinión de las personas vinculadas al parque.

El Centro Municipal de Empresas Valle-Innova, en la madrileña localidad de Cerceda acogerá el próximo martes, 29 de marzo la primera de esas reuniones, mientras que las otras dos se celebrarán en el Centro Nacional de Educación Ambiental de Valsaín (Segovia) el próximo miércoles 30 de marzo y en el Monasterio de Santa María de El Paular, en Rascafría (Madrid) el jueves 31 de marzo.

Además de presentar el PRUG -que va a establecer los objetivos, las directrices, la delimitación de zonas de diferente uso, las normas y las actuaciones previstas que sirvan para garantizar la conservación de los valores por los que fue declarado el territorio de la Sierra de Guadarrama como parque nacional-, la Junta y la Comunidad de Madrid también darán a conocer las siete mesas de debate que se celebrarán entre abril y mayo para conocer la opinión de los habitantes y usuarios del parque nacional y realizar propuestas que se incorporarían al propio PRUG.

En estas jornadas pueden participar todas las personas, entidades y organizaciones interesadas; administraciones y asociaciones que representen a la población local y propietarios, instituciones de investigación, científicos y expertos, entidades de promoción y desarrollo socioeconómico, empresarios de turismo activo y de naturaleza, hostelería y restauración, federaciones, clubes y asociaciones deportivas, asociaciones y personas vinculadas a los sectores agropecuario y forestal.

El PRUG, que es el instrumento básico para el funcionamiento del parque nacional, tendrá una vigencia de diez años y su contenido debe ajustarse a lo establecido en el Plan Director de la Red de Parques Nacionales. También tiene que incluir al menos los objetivos y criterios generales para la gestión, la zonificación del espacio a efectos de la normativa, las normas de uso y gestión para garantizar la protección de sus valores y regular las actividades compatibles con su conservación, y la planificación de actuaciones en materia de conservación, uso público, desarrollo sostenible, investigación y seguimiento.

«Con este proceso de participación que acaba de comenzar se da un nuevo paso para la consolidación de la Sierra de Guadarrama como decimoquinto parque nacional dentro de la red de Parques Nacionales, que atesora lo más granado de la biodiversidad de España», destacaron fuentes de la Junta.

Búsqueda de consenso

Tal y como indicó en su última visita a Segovia, a principios de febrero, el director general de Medio Natural de la comunidad autónoma, José Ángel Arranz, quiere el máximo consenso posible sobre el fondo y la forma del documento que determinará los términos en los que se conjugará la protección y conservación del espacio con la actividad que tenga lugar dentro de su perímetro. Los alcaldes se ratifican en mantener los usos tradicionales.

Con anterioridad, la Administración regional ha efectuado un diagnóstico de las necesidades en la falda castellana y leonesa del Parque Nacional. A grandes brochazos, ha detectado la falta de infraestructuras de acogida para los visitantes. Arranz recordó que la gestión es compartida con Madrid y que ambas comunidades han de ir de la mano. Pero la vertiente de la Comunidad vecina tiene sus singularidades y particularidades.

Por ejemplo, se sustenta sobre dos espacios protegidos que ya estaban funcionando antes (el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y Parque Natural de Peñalara); mientras que «Guadarrama está naciendo ahora». El director de Medio Natural concretó como uno de los objetivos fijados tras el diagnóstico el deseo de que sea un Parque Nacional «equilibrado».

Y es que la parte madrileña padece «una saturación de visitantes y Segovia aún está lejos de esa masificación», dijo Arranz. Que sea un parque de cumbres ayudará a la anhelada y obligada compatibilidad entre usos tradicionales y conservación del paraje, intuye el responsable regional. Asimismo, el representante de la Junta citó como ventaja el haber delimitado con anterioridad un Parque Natural, por lo que la conjugación de intereses se antoja más viable.

Aunque las dos administraciones regionales han de marchar juntas en la elaboración del Plan Rector de Uso y Gestión, Arranz deduce que «será más sencillo llegar a acuerdos en Castilla y León que en Madrid». Precisamente la saturación a la que aludió ayer antes de su encuentro con los alcaldes es el mayor embrollo con el que se puede enredarse el desarrollo del PRUG. Y es que a más partes implicadas, más opciones de presentar alegaciones que se tendrán que estudiar, atender y resolver.

33.960 hectáreas

El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, declarado por Ley el 25 de junio de 2013, se extiende por 33.960 hectáreas (12.246 en Castilla y León), de 28 municipios (16 en Castilla y León) y con un área de influencia socioeconómica que integra a los términos municipales de la zona periférica (34 municipios, de los que 19 son de la Comunidad) con una población aproximada de 148.000 habitantes (82.000 en la región).

La protección conjunta de ambas vertientes permite conservar de manera integral todo el ámbito territorial de la Sierra de Guadarrama, sus sistemas naturales, especies y patrimonio cultural, especialmente los modos de vida tradicionales. Se han cartografiado 25 hábitats de interés comunitario 21 en la vertiente madrileña y 13 en la segoviana 144 especies florística de interés, 148 especies de aves o 2.000 tipos de insectos.