Los ajustes de los últimos cuatro años duplican los retrasos quirúrgicos

Las estadísticas que brinda el Portal de Salud de Castilla y León permite comparar listas de espera y enfocar el retrovisor hasta 2011. Los sindicatos y también el Colegio de Médicos han venido alertando de los efectos negativos que la política de racionalización podía tener en las esperas quirúrgicas. Los datos oficiales, en su lectura más objetiva, les dan la razón.

El Hospital General de Segovia presenta a finales de 2015 una bolsa de 1.639 intervenciones pendientes. En cuatro años de ajustes, como prefieren llamarlo los responsables autonómicos, el tiempo medio que ha de esperar un paciente para entrar en quirófano se ha duplicado. Incluso ha aumentado algo más. Ha pasado de 39 jornadas a finales de 2011 a 82 a fecha del pasado diciembre.

Portavoces sindicales tienen claro que la culpa de que las esperas hayan aumentado está en lo que ellos sí definen como recortes. Lo mas preocupante, de nuevo bajo el prisma puro y duro de los números, es que la cantidad de enfermos que arrastran dilaciones de más de seis meses para operarse también ha subido. Y no poco. El complejo asistencial provincial contabilizaba al término del año pasado 155 expedientes, a los que hay que sumar los 151 que acumulan retrasos que oscilan entre los tres meses y el medio año. Cuatro años atrás, ninguno de los 1.054 pacientes en lista de espera llevaba más de seis meses de tardanza y solo 42 aguardaban entre 91 y 180 días. El resto de operaciones no tenía una tardanza mayor a los tres meses.

Esas comparaciones también permiten extraer que el plan de choque que impulsó la Administración regional para poner coto a las crecientes esperas quirúrgicas no terminó de funcionar. Si nos retrotraemos al último trimestre de aquel curso, el tiempo medio para pasar por quirófano estaba en 75 días, siete menos que ahora.

Si bien es cierto que entonces había 239 pacientes aguardando operarse, en estos dos años han aumentado los casos que arrastran más de seis meses de retraso.