El año 2015 ha sido el segundo más cálido desde 1920 y un 25% más seco de lo normal

¡Que cosas tiene esto del tiempo! El webmaster que dirige la página especializada Meteosegovia.es, Adrián Escobar, tiene para dar y tomar sobre sucedidos meteorológicos. Su trabajo es un pozo casi sin fondo de anécdotas, datos, evoluciones, curiosidades... al fin y al cabo, información. ¿Sabían que tal día como hoy, 7 de enero, hace doce meses justos, el termómetro cayó hasta marca el valor mínimo absoluto de todo 2015? Entonces el mercurio bajó hasta los -7,2º.

En todo este tiempo la capital segoviana ha transitado por una anualidad que, al menos en lo que a la meteorología se refiere, no tiene desperdicio alguno para expertos como Escobar. Un año 2015 trufado de hitos, que además ha tenido continuidad en la primera semana de enero del ejercicio en curso. El director de Meteosegovia.es define el año que se despidió como «cálido y seco». Y concreta: para la ciudad del Acueducto, fue el segundo más caluroso desde que existe conocimiento de las series históricas que recopila la Agencia Estatal de Meteorología. Es decir, desde 1920. Prácticamente un siglo.

Adrián Escobar precisa lo poco que ha faltado para poder afirmar y encumbrar a 2015 como el año en el que Segovia registró la temperatura media más alta de la historia enhebrada a través del hilo los datos oficiales. Le ha faltado una décima para igualar el récord que posee hasta ahora 2011. En aquel entonces esa media a lo largo de los doce meses subió hasta los 13,6 grados. El promedio de 2015 se ha quedado en 13,5. Aún así, tendrá su hueco en la reciente historia meteorológica segoviana como el segundo más cálido en el último siglo.

Pero también ha hecho méritos para detenerse en él y ha marcado otros hitos que le han configurado un carácter cuanto menos excepcional. Por ejemplo, si tenían la sensación de que ha habido racha prolongada de escasez de lluvias entre el otoño y el inicio del invierno, no andan desencaminados. A veces la memoria del tiempo es frágil y necesita de los datos para ratificarse en lo que no es más que una mera percepción. El webmaster de Meteosegovia.es da fe y les da la razón a aquellos que creyeron que 2015 en la capital (y también en la provincia) se caracterizó por el déficit de precipitaciones. De hecho, a partir de sus datos se extrae que el año que se fue se cuela entre los cinco cursos más secos de los últimos 45 años.

124 litros menos

La media pluviométrica anual para Segovia es de 479 litros por metro cuadrado, recuerda Escobar. Pues bien, el ejercicio pasado cerró con 355,4. Es decir, unos 124 litros por metro cuadrado menos que lo que dicta la norma. Para muestra, el botón de mayo. Solo cayeron 6 litros por metro cuadrados en sus 31 días. Por lo tanto, no son de extrañar las medidas extraordinarias a las que se han visto abocados algunos ayuntamientos. El de la capital, por ejemplo, con la reciente prohibición de que corra el agua de los surtidores de las fuentes o su restricción para el uso en el baldeo de las calles.

El Real Sitio de San Ildefonso también tuvo que limitar la utilización de tan preciado bien y, en el caso granjeño, todo un señor reclamo turístico. A principios de agosto, en vísperas de las fiestas patronales, el alcalde dictó un bando que contenía la prohibición de uso de la red de abastecimiento de agua para el riego de jardines, huertos, piscinas y complejos deportivos, así como para el lavado de vehículos, superficies, calles o plazoletas privadas.

Los efectos de esa sequía también se observan en los pantanos, aunque las precipitaciones de los últimos días hayan paliado levemente el panorama. Linares del Arroyo presentaba ayer por la tarde algo más de 27 hectómetros cúbicos embalsados. Está al 46,6% de su capacidad total. En una semana ha recuperado un hectómetro cúbico. Dicho así parece poco, pero son mil millones de litros. El Pontón Alto también parece algo menos vacío. Anoche estaba a casi al 37% del volumen total, que es de 7,4 hectómetros cúbicos. Un vaso pequeño que con la lluvia caída es más fácil de rellenar. La tendencia ascendente desde que empezó con el año nuevo, y en especial desde el lunes, deja el nivel acumulado en torno a los 2,7 hectómetros cúbicos tras haber ganado unos quinientos millones de litros en este corto espacio de tiempo.

Dieciséis días de ola de calor

Escobar deja claro los contrastes que hubo en 2015. Aunque cerró como el segundo más cálido en los últimos cien años, «comenzó de una forma bien distinta». El trimestre inaugural fue frío, con temperatura por debajo de lo normal en enero, febrero y marzo. Sobre todo en el segundo, con un promedio de 3,1 grados, que son 2,7º menos que lo que estipula la norma histórica. El director de Meteosegovia.es pone de manifiesto que luego el cambio fue «radical».

Llegaron los episodios de calor, que se prolongaron desde abril hasta agosto. Ello hizo que se disparara la temperatura media «debido a los continuos ascensos del anticiclón, a los que se sumó la entrada constante de vientos de componente sur». Esta conjunción de variables dio como resultado algunos récords mensuales.

Adrián Escobar destaca cómo abril superó el baremo normal por más de dos grados, con 12º de media. Mayo hizo lo propio, con un promedio de 16,9º, lo que supone 2,3 más que lo lógico para dicho mes en la capital. Junio le fue a la zaga. En el mes de las fiestas patronales el termómetro arrojó unos valores que marcaron una media de 20,9º, casi dos por encima de lo habitual.

Pero si hay un mes de 2015 que hizo sudar la gota gorda a los segovianos, ese fue julio. Escobar concreta que la temperatura media se elevó 3,6 grados por encima de la norma histórica y subió hasta los 25,8º. «La prolongada ola de calor que se extendió desde finales de junio hasta mediados de julio duró dieciséis e hizo que se batieran récords en temperaturas medias, dejando niveles extremos tanto de día como de noche, con mínimas que no bajaron de los 20º y máximas que estuvieron rondando los 35º, expone el experto cazaormentas.

Un diciembre sin heladas

Agosto tuvo un comportamiento más o menos normal, con 22,4º, medio grado más cálido. Por su parte, Septiembre refrescó también medio grado en comparación con la media histórica quedándose en 17,2º. «Una pequeña tregua porque llegaron los dos últimos meses del año con temperaturas primaverales, máximas de 20º llamando a las puertas del invierno», apunta Escobar. Noviembre marcó un promedio en el mercurio dos grados superior a los 7,6º que viene a ser el promedio a esa altura del calendario.

Y el reciente diciembre aún resultó más anómalo. La media fue de 9º, es decir, casi cuatro más que lo habitual en estas fechas y latitudes. El director de la web Meteosegovia.es deduce que el último mes del año estableció otro récord al convertirse en el mes de diciembre más cálido de cuantos hay registrados en Segovia, y destaca los episodios con máximas superiores a los 17º, así como la ausencia de heladas.