Los vecinos esperan poder beber agua potable de sus grifos antes de Navidad

A la espera de una analítica. Así se encuentran los vecinos de Lastras de Cuéllar que, tras más de quince meses utilizando agua embotellada para los usos en boca, ven más cerca el poder ver el agua potable corriendo de sus grifos, lo que podría llegar antes de Navidad. Ahora están a la espera de los resultados de un análisis que determine que todo el proceso por el que pasa el agua tras la construcción de la planta de eliminación de arsénico, es correcto y que la seguridad de los vecinos en el consumo del agua está garantizada, lo que podría ocurrir a lo largo de los próximos días, según se espera desde el Ayuntamiento.

Tras más de un año sin agua potable, acudiendo semanalmente al reparto de agua que realiza el Ayuntamiento, desde la Junta de Castilla y León se aprobó, a finales del pasado mes de octubre, un gasto de casi 60.000 euros para la construcción de una nueva planta potabilizadora de eliminación de arsénico mediante absorción con lecho de hidróxido férrico. La nueva infraestructura, que ya está finalizada y que se ha instalado junto al depósito, tiene como fin resolver los problemas de arsénico en el agua de consumo humano que habían provocado que se sobrepasaran los límites de concentración de dicha sustancia, y por lo tanto obligaban al suministro de agua embotellada a sus habitantes. En los últimos días, con los trabajos ya concluidos, se han probado los sistemas y realizado las analíticas con las que se comprobará que la planta funciona correctamente y los vecinos de Lastras podrán volver a realizar un gesto tan habitual como beber del grifo.