Segovia arroja luz sobre la historia de los neandertales en 'Abrigo del Molino'
El enclave del valle de Eresma se consolida como uno de los más importantes en la Península
diana gil
Viernes, 21 de agosto 2015, 11:40
En una ladera y a la vista de todos aquellos que pasean por las orillas del río Eresma se encuentra el yacimiento arqueológico 'Abrigo del Molino'. Solo unos andamios y la presencia de varios trabajadores delatan que hace 60.000 años el valle contó con pobladores neandertales y que ahora se han iniciado los trabajos de la tercera campaña para conocer un poco más sobre nuestros antepasados. Las indagaciones realizadas hasta el momento permiten conocer que el 'Abrigo del Molino' estuvo ocupado en tres fases diferentes y que allí permanecieron los últimos hombres de Neandertal que habitaron Europa.
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Riqueza patrimonial más allá del área urbana
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En los años anteriores al final de la campaña se realizó una vista guiada y, según explicó el doctor en Prehistoria y jefe de las investigaciones, David Álvarez, «este año esperamos repetir en colaboración con la Junta de Castilla y León y el Museo de Segovia». En ocasiones anteriores, durante la jornada de puertas abiertas los responsables de las excavaciones, David Álvarez y María de Andrés, explicaron a los segovianos cómo se había desarrollado su trabajo.
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De esta forma los restos arqueológicos se acercan a los segovianos para que conozcan más de cerca la historia de sus antepasados. Álvarez señaló que «para Segovia son de gran relevancia» porque al tratarse de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad por el «grandísimo patrimonio que tiene confirma que ese patrimonio no solo se circunscribe al área urbana y lo que tradicionalmente se conoce». Añadió que todavía «hay muchísimo más escondido en los alrededores de Segovia».
Aunque los restos encontrados «no son nada espectaculares», según explicó el doctor en Prehistoria y jefe de las investigaciones, David Álvarez, puesto que tan solo se han hallado herramientas fabricadas con piedra que servían para cazar y huesos de los animales que capturaban y con los que después se alimentaban, este enclave se consolida como uno de los más importantes para el estudio de la especie en la Península, señaló López, quien subrayó la relevancia para una ciudad como Segovia, declarada Patrimonio de la Humanidad, ya que su riqueza patrimonial se extiende más allá del área urbana.
En su visita al paraje próximo al santuario de la Fuencisla, el delegado Territorial de la Junta, Javier López-Escobar, señaló, en relación a la exposición tan patente al público de los restos arqueológicos, que «los yacimientos se hacen atractivos porque se pueden encontrar cosas fácilmente reconocibles y esquilmables, pero este no es un yacimiento que se pueda caracterizar tanto, ya que no es un lugar en el que se encuentren objetos decorativos».
En este sentido, Álvarez apuntó que «el temor» a un posible expolio existe en cualquier yacimiento de interés, pero destacó que la Junta de Castilla y León «es consciente de ello y ha estado pendiente de cómo se puede hacer lo máximo para proteger y conservar este yacimiento». El delegado territorial apuntó que «recientemente hemos reparado en alguna cueva la valla de entrada porque había hecho gatera», y ese es el motivo por el que «cuando hay hallazgos de este estilo no solemos publicar fácilmente el lugar, precisamente para evitar este tipo de actuaciones poco civilizadas». López-Escobar subrayó, en relación a la exposición de este yacimiento, que «alguien que no conozca esto puede causar un daño tratando de buscar algo que no va a encontrar». Insistió en que «no esperen encontrar en este yacimiento nada que puedan llevarse su casa, aquí no hay objetos que se puedan subastar».
El yacimiento destaca, según explicó David Álvarez, porque «es un proyecto que desde el punto de vista científico es muy importante para el conocimiento de algo tan interesante como saber qué sucedió con esos seres humanos que estuvieron antes que nosotros». Es por ello, explicó el jefe de las investigaciones, que no es tan importante encontrar restos humanos en el yacimiento como el hecho de analizar el medio ya que «nos dicen mucho más los sedimentos y piedras que el hecho de encontrar esa pieza que muchas veces llama la atención». Y es que «la información que hay detrás es más valiosa».
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Esta tercera campaña de investigaciones, enmarcada en 'Primeros pobladores de Segovia' tiene como objetivo proseguir con la excavación, ya que este es un proceso muy lento, pero con el fin de obtener «los resultados a medio y largo plazo». Por ello se quiere avanzar en el estudio geoarqueológico de las inundaciones antiguas acaecidas en el valle del Eresma, ya que es un factor determinante para la dinámica de las ocupaciones humanas vinculadas al río. Ya han atestiguado que en la zona donde se están realizando los trabajos, en las inundaciones se formaba un remolino.
Estas labores de investigación también reflejan que la zona estuvo poblada en momentos más recientes, dentro del Paleolítico Superior. Javier López-Escobar explicó que los trabajos complementan a los de valle del arroyo Tejadilla y la cueva de la Tarascona. Esta última cavidad es conocida por su ocupación en la prehistoria reciente, en busca de señales de una posible utilización superior, durante el Paleolítico Medio o Superior.
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Tras el descubrimiento en 2012 de los primeros restos de industria lítica de aspecto paleolítico situado en el relleno kárstico de la zona, en el año 2013 se puso en marcha la primera investigación en el yacimiento de unas excavaciones que el verano pasado se realizaron y que este año se han vuelto a retomar.
El equipo de investigación científico está compuesto por el jefe de estos trabajos, David Álvarez; la licenciada en Prehistoria María de Andrés; el doctor en Ciencias Geológicas Andrés Díez, y el licenciado en Historia Julio Antonio Rojo, que es el mismo que inició las investigaciones hace dos veranos. Todos ellos acompañaron al delegado territorial y a la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Ruth Llorente, en su visita al yacimiento. Las investigaciones han sido financiadas por la Junta de Castilla y León. David Álvarez destacó la presencia de voluntarios en las excavaciones, ya que «la investigación no sería posible sin el apoyo institucional y el entusiasmo de los voluntarios», a los que se suman investigadores de universidades españolas y extranjeras que realizan estudios sedimentológicos, cronológicos y geológicos. Estos voluntarios son tanto estudiantes como licenciados.
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Las investigaciones de los dos años anteriores han determinado la existencia de habitantes neardentales que poblaron las zonas del valle del Eresma en torno a 60.000 años, y cuyos resultados han actualizado los conocimientos sobre los primeros pasos humanos en Segovia. Del 'Abrigo del Molino', el delegado territorial de la Junta señaló que se «ha consolidado como el yacimiento más importante para el conocimiento y estudio de la especie neardental en la Península».
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