La avenida Fernández Ladreda pasará a llamarse San Clemente o Acueducto

El Ayuntamiento de Segovia planteará San Clemente y Acueducto como opciones para cambiar el nombre de la céntrica avenida Fernández Ladreda, aunque sin cerrarse por completo a otras posibilidades. La vía que desemboca en el emblemático monumento romano destaca entre las 21 que perderán su denominación actual por estar dedicadas a personas o hitos relacionados con la Guerra Civil o el franquismo, tal y como sucede con la plaza del Alto de los Leones de Castilla o la calle General Varela, que pasarán a ser Universidad y Retama si así se aprueba en el pleno del próximo lunes.

La alcaldesa, Clara Luquero, avanza que el Consistorio segoviano enviará una carta firmada por ella a los comerciantes de Fernández Ladreda. «Les recordaremos los motivos por los que se va a cambiar el nombre de la avenida, y les plantearemos estas dos opciones para no volvernos locos, aunque si quieren podrán hacer sus aportaciones», matiza la regidora.

La posibilidad de que conservara la denominación actual está descartada porque «hay que cumplir la Ley de Memoria Histórica», subraya. El Gobierno la aprobó en 2007 y obliga a retirar «escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura», según recoge su texto.

Otra cuestión es cómo se interpreta esta ley, dado que el grupo popular no cree que deba aplicarse en este caso. El general José María Fernández Ladreda estudió en la Academia de Artillería de Segovia, fue ministro de Obras Públicas con Franco entre 1945 y 1951, se le nombró Hijo Adoptivo y tiene la Medalla de Oro de la ciudad de Segovia.

No obstante, la alcaldesa reseña que «a Fernández Ladreda se le reconocerán méritos científicos, pero es un señor que fue un golpista». Y por otro lado, la decisión forma parte del acuerdo alcanzado por el PSOE en 2011 con IU para que Pedro Arahuetes pudiera seguir como alcalde: «Hay un pacto de gobierno y las personas que dan una palabra tienen que cumplirla», añade Luquero. Respecto a las propuestas previstas, reconoce su inclinación por «vía Acueducto», dado que desemboca en el monumento romano y enlaza con la vía Roma, aunque «habría que estudiar» si la normativa permite cambiar también su condición de avenida: «Me gusta mucho, tendría todo el sentido, y es el nombre más fácil de identificar también para el turista». Y la opción de Clemente, una de las tres denominaciones históricas de esta calle (anterior a la de Fernández Ladreda), hace alusión a una de las iglesias aledañas y era como la calle se llamaba antes de la reforma impulsada por el Ministerio de Obras Públicas a mitad del siglo XX, siendo Fernández Ladreda ministro, si bien el último tramo, el que desemboca en el Acueducto, se denominaba Perocota.

Las dos alternativas ya fueron sugeridas por el único concejal de Izquierda Unida, Luis Peñalosa, pero la última palabra corresponderá a los comerciantes de la zona, «que no tienen de qué preocuparse porque esto no ocasionará ningún gasto ni problema», asegura la regidora. «Las nuevas placas valen tres pesetas y Correos mantiene la doble nomenclatura durante años, así que podrán utilizar el material comercial impreso que tengan hasta agotarlo».

Primeros cambios

La Comisión de Personal ya aprobó el pasado lunes el último trámite antes del pleno para cambiar los nombres de la plaza del Alto de los Leones y la calle General Varela con el apoyo de PSOE e IU y el rechazo del PP. Los populares tampoco interpretan en estos casos que la Ley de Memoria Histórica obligue a ello, e incluso advierten un «presunto delito de prevaricación» por entender que el reglamento municipal de Honores y Distinciones establece que debe haber unanimidad.

Pero el proceso sigue adelante. «La plaza de la Universidad (en lugar de Alto de los Leones) era uno de los casos más fáciles y lógicos, la gente ya lo dice en la calle, la asociación de vecinos está de acuerdo, el campus está justo al lado y ha sido el dinamizador económico de la zona», justifica Luquero. Y Retama (por General Varela), nombre común de una planta, responde a la temática del callejero de su entorno. General Serrador, Alférez Provisional o Sargento Provisional también se encuentran en la lista de 21 nombres de calles (16 de ellas en el barrio de San José) que el equipo de gobierno espera retirar de manera progresiva antes de que acabe esta legislatura. «Lo haremos en dos bloques, en tres o los que sean necesarios para causar las menores molestias posibles», incide Luquero.

«No me gustaría tardar mucho, aunque se vaya haciendo sin prisa y al final la gente llame a las calles como quiere, como pasa con la rotonda de la Policía o la de los Bomberos. Todavía hay quien llama José Antonio (Primo de Rivera) a Constitución, que tampoco hay que ser tan dramático, son sólo nombres, algo accesorio, sentencia.