En las fiestas de la Catorcenilla

Los vecinos de Santa Eulalia disfrutaron ayer de la última jornada de las fiestas de la Catorcenilla, que se han venido desarrollando en el barrio desde la tarde noche del viernes. Se trata de unas fiestas muy tranquilas que los vecinos viven sin grandes manifestaciones de diversión y jolgorio, pero que mantienen viva la llama de la celebración y la convivencia vecinal.

Los fieles acudieron a mediodía a la misa solemne y a la procesión del Santísimo, que recorrió las calles aledañas a la iglesia parroquial, alrededor de la plazuela de Santa Eulalia y de la plaza de Somorrostro. El desfile estuvo amenizado por la dulzaina y el tamboril. Cuando terminó, muchos vecinos disfrutaron de la tradicional tajada de chorizo que ofreció la Asociación de Vecinos del Barrio de Santa Eulalia en colaboración con la cervecería Santa Eulalia.

Las fiestas dieron comienzo el viernes por la tarde, con la música que puso la disco-móvil El Planeta de las Fiestas, especialmente dirigida a los niños, que disfrutaron de la música, los juegos, la animación y las canciones. Acto seguido, tuvo lugar un pasacalles con dulzaina y tamboril, desde el bar Ludos, en José Zorrilla, hasta la plaza de Somorrostro, donde sobre las ocho de la tarde tuvo lugar el pregón inaugural, en esta ocasión a cargo de la abogada Julia González-Herrero, vecina del barrio.

El sábado, los niños volvieron a disfrutar de lo lindo con la compañía de teatro de la Pícara Locuela, que ofreció el espectáculo 'Chif-Garabis'. Seguidamente, en la cafetería Ludos se celebró un almuerzo popular. Los vecinos saborearon un delicioso plato de paella, acompañado de una ración de pan y una caña de cerveza o vino. Ya por la tarde, a las ocho, la Banda de la Unión Musical de Segovia protagonizó un gran concierto de música en la plaza de Santa Eulalia.

Las fiestas han terminado, aunque queda la misa que se celebrará en la iglesia parroquial, a partir de las 11:00 horas de hoy, por todos los difuntos de la parroquia.