Los sumilleres segovianos premian a Agustín Alonso, director técnico de la DO Ribera del Duero

No hay otra ciudad en España que concentre más sumilleres por metro cuadrado. Segovia tiene el PIB sumiller más alto del país, como lo prueban los sesenta profesionales que forman parte de la asociación que preside el José Luis Aragüe, 'Mazaca', que el próximo miércoles, 2 de lulio, celebra la festividad de su patrón, San Marcial Copero, pionera en España. Ataviados con la indumentaria clásica, que incluye pajarita, mandil y el llamativo tastevín, instrumento que fue inventado en Francia a finales del siglo XIX para poder observar los reflejos del vino y que el sumiller pudiera catarlo, los miembros del colectivo premian este año a Agustín Alonso González, director técnico del Consejo Regulador de Ribera del Duero, que recibirá el premio que anualmente concede la Asociación de Sumilleres de Segovia. Será durante la cena de clausura de la festividad, a las 23 horas. Los actos comenzarán a las 18 horas, cuando se procederá a la puesta de mandil por parte de todos los sumilleres. La iglesia de San Millán acogerá la misa, a las 20 horas, y a las 21 tendrá lugar la VI Cata Popular de Vinos en la Bajada del Carmen (frente al Restaurante El Cordero), al precio de cuatro euros (incluye la copa de la cata, una cerveza artesana y dos vinos comentados por los sumilleres segovianos. Para esta cata se ha elegido la cerveza rubia San Frutos, de alta fermentación (tipo Blond Ale) de elaboración segoviana; el 7 L Rosado de una noche 2013 de la bodega Finca la Legua (D O Cigales) y Dominio de Peroleja 2011, vino tinto con crianza de Valtiendas y de pequeña producción.

Trayectoria

Según explican los sumilleres segovianos, tras estudiar Ingeniería, el premiado de este año, Agustín Alonso González, "pasó brevemente por el mundo del cereal y la ingeniería pura hasta que el destino le hizo reencontrarse con un sector que había conocido desde pequeño en casa de sus abuelos en León, pero en este caso recalando en la Ribera del Duero". Una vez afincado en esta región, y decidido a especializarse, estudió la licenciatura de Enología. Tras ubicarse en el Departamento de Experimentación y Ensayo del Consejo Regulador, comenzó sus estudios de doctorado enfocados en la maduración de la uva y el color de los vinos de la Ribera del Duero. «En dicho departamento aprovechó igualmente para trabajar en la bodega y el viñedo experimentales haciéndolos funcionar como auténticos bancos de pruebas, ensayando en ellos nuevas variedades de uva, métodos de elaboración y envejecimiento de los vinos, así como las últimas tecnologías enológicas que iban viendo la luz; llevando a cabo una importante labor de difusión de la técnica vitivinícola en la Ribera del Duero, no solo entre los técnicos de la zona, sino entre otros colectivos profesionales como los sumilleres o el público general». Posteriormente, asumió la responsabilidad de la dirección técnica de la Denominación de Origen, puesto que ocupa en la actualidad y desde el que se encarga del control y el proceso de certificación de los vinos de las bodegas.