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ricardo rábade / word
Sábado, 2 de junio 2018, 12:18
l centro penitenciario de Topas vuelve a situarse en el ojo del huracán informativo. En esta ocasión no se debe a altercados acaecidos en el interior de módulos propiciados por agresiones de reclusos conflictivos a los funcionarios de la plantilla o por grescas entre los propios internos, ni tampoco por el casi eterno malestar de los trabajadores de la prisión, que han sufrido en sus carnes cómo su plantilla menguó en los últimos años por culpa de las jubilaciones y la falta de convocatoria de plazas debido a la aplicación de la estricta tasa de reposición del funcionariado de prisiones, actualmente ya desaparecida.
Esta vez ha sido Acaip, sindicato mayoritario en la cárcel de Topas, el que ha irrumpido en la palestra mediática mediante la publicación de un pormenorizado informe estadístico, donde se pone de relieve que la población reclusa del centro penitenciario salmantino sigue cayendo, tal como viene sucediendo desde hace años, alcanzando en este 2018 su mínimo histórico, dado que el número de reos que cumplen condena o se encuentran en prisión preventiva suma un total de 745.
El análisis del elenco estadístico confeccionado por el sindicato desvela que se trata de la cifra más baja contabilizada en la cárcel salmantina a la largo del presente siglo.Su contrapunto fue el año 2008, cuando la población carcelaria estaba formada, nada más y nada menos, que por 1.730 internos, casi un millar más de los actuales.
De hecho, el siglo XXI arrancó con un total de 1.207 presos en la cárcel salmantina, experimentando una sustancial subida en el año 2001, cuando se disparó hasta los 1.421. Esta tendencia creciente prosiguió en 2002 cuando se computaron 1.485 reclusos.Sin embargo, en la anualidad posterior –2003– volvió a decaer la población carcelaria disminuyendo hasta los 1.258, aunque en 2004 se vislumbró un llamativo repunte, cuando fueron 1.586.
Uno de las variaciones con mayores dimensiones aconteció entre los años 2010 y 2011, pasando de 1.633 presos hasta únicamente 1.276. Otro tanto se puede decir de lo que ocurrió en el periodo 2014-2015, dado que el descenso fue absolutamente espectacular, evolucionando de un listado de internos integrado por 1.340 personas en 2014 a apenas 745 en 2015.
El pasado año los módulos estaban ocupados por 751 personas, periodo en el que ya experimentó un mínimo histórico, que finalmente ha sido superado este año, teniendo en cuenta los datos evaluados en lo que llevamos de ejercicio, con los 745 presos citados anteriormente.
Topas es la tercera cárcel castellano y leonesa si se valora como factor el número de internos.En la primera posición se aposenta la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas con 923 internos, seguida a una corta distancia en el segundo puesto por la cárcel palentina de Dueñas ( 811).Por detrás de Topas emerge en el cuarto peldaño la cárcel de Valladolid (462), seguida de Burgos (410), Segovia (408), Soria (166) y Ávila con únicamente 98.
En el conjunto de España, la población reclusa se sitúa este año en los 59.508 internos según los últimos datos actualizados, lo que conlleva un sensible aumento respecto a los 58.814 del año 2017.Es decir, Topas se desmarca claramente de la tendencia nacional y va en retroceso, al menos si se sopesa este indicador numérico. Si la disección estadística se concentra en el caso específico de Castilla y León, se encuentran repartidos por los diferente centros penitenciarios operativos en las nueve provincias de la Comunidad un total de 4.023 reclusos, unos dígitos bastante parecidos en relación a los internos de 2017, que fueron 4.085 en nuestra región.
Capítulo aparte es la nacionalidad de los internos.En este sentido, las informaciones confeccionadas por Acaip ponen de manifiesto que en la cárcel salmantina de Topas casi la mitad de las personas recluidas son extranjeras, exactamente el 46%. No en vano, de los 745 internos censados, los que tienen otras nacionalidades son 346.
Sin embargo, el panorama a escala nacional es bien diferente, dado que el censo de reclusos originarios de otras naciones representa el 28% del total, es decir, 16.618, un promedio netamente inferior respecto al 46% asignado al establecimiento penitenciario salmantino.Pero si se compara también conCastilla yLeón, la diferencia también resulta de especial calibre, dado que los internos de otros países suman 1.716 de los 4.023 mencionados anteriormente.
Desde el año 2010, a la par que ha descendido la población reclusa en su conjunto en España, también lo ha hecho significativamente el número de presos extranjeros, sobre todo las mujeres. La población reclusa extranjera se ha reducido en ocho años un 38% –9.500 menos–, y en el caso de las mujeres la reducción ha alcanzado el 46%, de manera que en las cárceles españolas están recluidas actualmente mil extranjeras menos que hace ocho años. Marruecos, Rumanía yColombia se reparten casi la mitad de los foráneos que duermen a la sombra en España.
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