El pleno de las explicaciones cuesta 2.380 euros al Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo

La explicaciones que aportaron el portavoz de Ciudadanos, Joaquín Pellicer, y el de IU-En Común, Domingo Benito, sobre su cruce de acusaciones en una red social cotizaron al alza y el pleno extraordinario celebrado ayer en el Consistorio mirobrigense supuso un desembolso para las arcas municipales de 2.380 euros. Hay quien recuerda que en situaciones similares en otras legislaturas se había pedido la renuncia expresa a las remuneraciones reconocidas.

En cualquier caso, el PP justificó la convocatoria de la sesión plenaria ante lo que su portavoz, Marcos Iglesias, consideró como «graves acusaciones» entre los integrantes del equipo de Gobierno, en lo que definió como un espectáculo «bochornoso por las formas» y algo «nunca visto en 40 años de democracia», que dos concejales de un mismo equipo de gobierno se atacaran de esa manera.

Tanto Pellicer como Benito matizaron profundamente lo afirmado el cinco de enero, en ocasiones, casi parecía que se trataba de un análisis sintáctico para dar un sentido u otro a lo escrito en la red social y todo con el objetivo de rebajar el tono de tensión aunque, como siempre, con muchos matices. Es más, el portavoz de Ciudadanos llegó a utilizar la expresión «calentón navideño» y el de IU, cuestionó lo acertado de sus palabras.

Siguiendo un orden cronológico, el mismo criterio utilizado por el alcalde, Juan Tomás Muñoz, a la hora de ceder el turno, el primero en tomar la palabra fue Iglesias, quien se encargó de recapitular lo sucedido.

De manera muy resumida, Pellicer acusó a Benito de haber autorizado el uso irregular de medios públicos, en concreto, una serie de vallas para poder controlar las ovejas que pastan en los fosos de la muralla y que son propiedad del hermano de otro edil de IU, por lo que pidió «responsabilidades políticas».

De vuelta, Benito dijo que esas acusaciones eran fruto de una 'vendetta' porque desde su formación se reclamaron explicaciones a Pellicer por el uso de fitosanitarios. En sus afirmaciones llegó a cuestionar si en determinadas decisiones había intereses particulares, profesionales y políticos.

La sangre no llegó al río y Pellicer se remitió a diversos informes aunque acusó de nuevo a Benito de «seguir ninguneando al resto de concejales del equipo de Gobierno», algo que en su opinión, «es más fácil y cómodo que asumir los fallos propios». Tuvo el edil de Ciudadanos igualmente palabras para el PP, al que acusó de una mala labor de gestión de control al gobierno y «a falta de unos meses para la elecciones municipales, pretenden intoxicar y ensuciar el trabajo de Ciudadanos porque ya están en modo campaña electoral».

En el caso de Benito, a pesar de que bajó su tono varios enteros a la hora de justificar sus palabras, volvió a la carga apuntando que «cualquier concejal tiene mucho o algo que callar en cuanto a su gestión» y profundizó en el tema de las incompatibilidades, en cuestiones que le generan dudas, aunque «no digo que sea ilegal», como la vinculación en su momento de Pellicer con la empresa propietaria del crematorio del camino del Cementerio.

Sobre esa cuestión, Pellicer aclaró que la relación laboral data del año 2014 y que desde entonces no se había producido ninguna más.

Todas estas cuestiones y muchas más se plantearon tras una hora y cuarto y se entendieron desde la bancada popular como «un recule porque hay que mantener el pacto». Iglesias llegó a pedir la reprobación de los ediles pero el secretario argumentó que eso no era posible porque no estaba en el orden del día.

El alcalde consideró que se habían dado «evidentes» explicaciones y se reafirmó en su apoyo a los ediles.

La duda sobre el futuro del pacto a tres bandas, al menos de momento, está despejada y el tripartito sigue adelante.