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Morille aúna gastronomía y cultura en su Feria de los Dulces de las Monjas
La entrega del Premio al Caminante 2021 a Francisco Morales Izquierdo se hace de forma telemática
m. jesús gutiérrez / word
Morille
Domingo, 12 de diciembre 2021, 11:21
La intensa niebla que durante toda la jornada de ayer cubrió las carreteras salmantinas y el aumento de los contagios de coronavirus en las últimas fechas en la provincia hicieron que la Feria de los Dulces de las Monjas de Morille no estuviera tan concurrida como en ediciones anteriores a la situación sanitaria que vivimos desde marzo de 2020.
Aún así, los vecinos y las personas que ayer se acercaron al Centro de Estudios de la Vía de la Plata y el Viaje (CEVMO) de Morille pudieron disfrutar de la gastronomía de los conventos de las monjas y de la cultura a través de dos exposiciones y de las diversas actuaciones musicales que se desarrollaron a lo largo de toda la jornada.
Además, por la tarde tuvo lugar la entrega del Premio al Caminante 2021 a Francisco Morales Izquierdo. Un acto que se llevó a cabo de forma telemática y en el que participaron, a través del ordenador, tanto el propio galardonado como el alcalde, Manuel Ambrosio Sánchez, mientras que desde el CEVMO intervino Víctor de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago-Vía de la Plata (Acasan), de Fuenterroble de Salvatierra.
Francisco Morales, durante su discurso de agradecimiento al reconocimiento que acababan de otorgarle, hizo un repaso a su «vida caminera», en la que, como explicó, «empeñé todo mi esfuerzo y en cuya práctica disfruté, recibiendo a cambio el enorme placer de sentirme parte del todo que conformamos con la naturaleza». Y hablaba en pasado porque una «limitación física ha venido a visitarme este año para advertirme que vaya poniendo fin a mi vida caminera».
Una parte de su vida que se inició en la década de los ochenta cuando comenzó a recorrer los «casi cuatrocientos» municipios de esta provincia, en los que se recreó con «su rico y extenso patrimonio artístico, para después, cartografía en mano, sumergirme en los caminos que a ellos llegaban y de ellos salían, los cuales me fueron abriendo horizontes de sorprendente belleza». Subió montañas, bajó valles, recorrió ríos... y llegó a publicar 150 rutas.
Entre todos los caminos que realizó, admitió el homenajeado, siente «devoción por el Camino por antonomasia, el Camino de Santiago», llegando catorce veces «a Compostela desde Salamanca, Puerto de Béjar, Irún, Somport, Roncesvalles, Oviedo o Tuy», según explicó, a la vez que hizo referencia a las «tan necesarias infraestructuras de descanso para el peregrino, como la de Fuenterroble de Salvatierra, pionera entre todas», a las que sumó la de Salamanca, Morille, Puerto de Béjar... «y tantas otras que van naciendo con ánimo de ayuda y no de negocio».
Y concluyó su discurso reconociéndose como «un animoso senderista que abrió nuevas formas de disfrutar del territorio», como «un peregrino tras la estrella compostelana» que ayer se sentía agradecido con Morille por el galardón otorgado y por «haberse acordado de quien tan solo supo andar con el preconcebido fin de conocer y con el corazón y la mirada siempre abiertas a lo hermoso de la vida», concluyó.