Un peluquero corta el pelo a un cliente en el primer día de la fase cero de la desescalada en la capital salmantina. MANUEL LAYA

La desescalada arranca con comercios cerrados, citas previas y mínimas ventas

Abrieron peluquerías, librerías y ópticas, pero la mayoría de las tiendas de ropa siguen clausuradas y postergan su reapertura para el próximo lunes

Ricardo Rábade

SALAMANCA

Martes, 5 de mayo 2020, 11:49

La disparidad de criterios, la incertidumbre y la confusión marcaron ayer el proceso de reapertura de locales y de comercios de proximidad en la capital salmantina, con motivo de la jornada en la que arrancó oficialmente la fase cero del proceso de desescalada confeccionado por el Gobierno para recuperar de forma progresiva el tejido económico tras el virulento terremoto desencadenado por la pandémica crisis del mortífero coronavirus.

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La mayoría de las tiendas de ropa de la ciudad optaron por no reabrir sus puertas, pese a que teóricamente podían hacerlo ayer conforme al calendario diseñado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. De hecho, la única actividad que se podía vislumbrar en algunas de estas tiendas era, por ejemplo, la protagonizada por un vendedor que estaba probando las prendas de su establecimiento sobre un aséptico maniquí, una singular escena que se desarrolló sin abrirse en ningún momento las puertas al público.

En cambio, sí abrieron finalmente la mayoría de las peluquerías, ópticas, papelerías y librerías, pero también mediante la metodología de la cita previa. Algunas inmobiliarias también se atrevieron a dar el paso, pero no así los popularmente conocidos como 'chinos', que por regla general continúan cerrados, ajenos totalmente a las directrices gubernamentales de la desescalada que nos encaminará hacia la denominada 'nueva normalidad'.

En el caso específico de las peluquerías, se calcula que han abierto en el conjunto de Castilla y León en torno al 85% de estos establecimientos, dotándose para ello de las correspondientes medidas de sanitarias y de seguridad y estableciendo siempre el mecanismo de la cita previa para gestionar la atención a los potenciales clientes.

También abrieron buena parte de las ferreterías, después de más de mes y medio totalmente inoperativas al encontrarse cerradas al público desde que el Ejecutivo declaró el estado de alerta para combatir y hacer frente a la mortífera covid-19.

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Las clínicas veterinarias también estuvieron operativas ayer, aunque en los carteles colocados en sus escaparates se precisaba expresamente que cualquier consulta debía solicitarse por vía telefónica mediante el mecanismo de cita previa. En estas clínicas, sin embargo, quedan descartadas por el momento los servicios de peinar a la mascota, como sucede con los perros.

Mayor tránsito en las calles

Lo que sí se incrementó fue el volumen de personas que transitó ayer por las calles, especialmente por las principales arterias comerciales de la ciudad. Buena parte de estos ciudadanos se fueron aproximando de forma progresiva hacia las puertas de los establecimientos para comprobar si estaban abiertos. En los casos donde sí se efectuó la ansiada apertura de la tienda, el personal de estos locales fue taxativo a la hora de indicarles que solo atendían por cita previa. También se notó un mayor volumen de tráfico y circulación en las calles de la ciudad, aunque hasta el momento el Ayuntamiento de Salamanca no ha anunciado por el momento ninguna fecha concreta para poder comenzar a incrementar el número de servicios del autobús urbano, que desde la declaración del estado de alerta del pasado 14 de marzo se encuentran muy menguados y minimizados al 50%.

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La deprimente presencia de muchos locales cerrados no significa que vayan a desaparecer. De hecho, su personal aprovechó el día de ayer para trabajar a conciencia a puerta cerrada y esforzarse en desinfectar sus dependencias, con el fin de que puedan abrir cumpliendo todos los requerimientos exigidos por las autoridades en materia de seguridad e higiene.

El carrusel de opiniones y pareceres verbalizados por los responsables de comercios de proximidad y de tiendas en el primer día de la desescalada pone de relieve que las habituales y clásicas escenas de clientes tocando las prendas y artículos de venta, tentados por la curiosidad y deseosos también de conocer de primera mano su calidad, van a ingresar en el particular baúl de los recuerdos del comercio salmantino, dado que con la crisis del coronavirus se ha abierto un antes y un después en los hábitos de consumo. «A partir de ahora entrar en una tienda implicará llamar antes por teléfono para pedir cita previa, y aunque vamos a seguir orientando a los clientes sobre tal o cual artículo, se acabó eso de toquitear la ropa y de probársela por curiosidad o capricho, sabiendo perfectamente que no tienen intención de comprarla», sentencia la responsable de una tienda de ropa, quien recuerda que «desde ahora solo va a funcionar la cita previa y con la lista de la compra preparada desde casa».

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