Una corona de laureles rinde homenaje a los Maldonado en su capilla de la Catedral Vieja
El municipio de Morille concluye su Fiesta de los Comuneros en la capital con este acto simbólico que comenzó con un recorrido urbano
EVA CAÑAS / WORD
SALAMANCA
Martes, 24 de abril 2018, 11:39
«Ya prende en toda Castilla su semilla comunera», recordaba ayer la estrofa del romance a los Comuneros el alcalde del municipio de Morille, Manuel Ambrosio Sánchez, durante la ofrenda floral que tuvo lugar ayer en la Catedral Vieja. De esta forma concluía el programa de la Fiesta de los Comuneros que comenzó en Morille el pasado sábado, 21 de abril.
Esta iniciativa de celebrar la fiesta de la Comunidad en este municipio surgió en 2012, hace ya siete años, debido al vínculo con la Familia Maldonado, uno de los comuneros que protagonizó la batalla de Villalar un 23 de abril de 1521.
Uno de los organizadores del acto de ayer es el exalcalde Jesús Málaga, quien reconocía ayer que es una fiesta insertada en el calendario «pero en Salamanca no tenía nada, pasaba sin pena ni gloria salvo que fueses a Villalar». Sin embargo, en estos últimos años, Morille se ha volcado con esta festividad y la revuelta comunera se vuelve a vivir en sus calles durante dos días. El cierre del programa tuvo lugar ayer en la capital salmantina, primero, con un recorrido comunero por Salamanca, que en esta ocasión ha tenido lugar extramuros, con la visita al Pozo de la Nieve, «para visitar lo que por aquel entonces existía».
Ya en la capilla de Bartolomé, en la Catedral Vieja, donde están enterrados varios integrantes de la familia Maldonado, tenía lugar una ofrenda floral pasadas las doce y media del mediodía. En concreto, una corona de laureles elaborada por las mujeres de Morille. En ese mismo espacio está expuesto el pendón de los comuneros salmantinos y su lanza, datada en el siglo XVI.
Por su parte, el alcalde de Morille recordó al público presente en la ofrenda (medio centenar), que aunque el 23 de abril se celebra una derrota, «es agridulce», quieren centrarse más en la importancia de la identidad de la tierra y sus tradiciones. Y cada año, Manuel Sánchez busca un hilo conductor para este acto, que en esta ocasión ha sido sobre la despoblación «feroz» que sufre el interior de España y la provincia de Salamanca.
«Es una situación dramática y por parte de las administraciones públicas no se están tomando medidas», lamentaba este primer edil. Por ese motivo, pedía el impulso de medidas y proyectos que palien la situación actual. Porque para Sánchez la ofrenda de ayer era para los Maldonado, «y para todos nosotros».
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