«El boletín de El Cerro se ha convertido en un hilo de unión y vertebración»

Jacinto Frades Marín, aunque reside en Madrid desde hace 35 años, donde trabaja como vigilante de seguridad desde 1985, está muy ligado al pueblo de sus padres, El Cerro, donde realiza una labor muy importante de divulgación de su historia y sus costumbres.

Siempre ha sentido un amor especial por las letras, por la literatura, especialmente por la poesía, ya que considera que «es la forma más hermosa de ver las cosas, te despega de lo puramente material y te hace entrar en un mundo paralelo en lo que todo toma una dimensión más luminosa, ya sea la tristeza, la felicidad, el amor o cualquier otro sentimiento. Ver los paisajes tan maravillosos de nuestras comarcas a través de la poesía los hace parecer aún más hermosos», afirma.

La fotografía es otra de sus aficiones principales, «también vinculada por esa búsqueda de la belleza de lo que nos rodea, de ese instante preciso, de ese momento de luz, siempre con el propósito de poder mostrar a los demás eso que yo percibo, que me parece tan hermoso, y de lo que quiero hacer partícipe a todos para que puedan mirar con otros ojos aquello que cotidianamente tienen delante y que, quizá por eso mismo, nunca se han parado a mirar de otra manera».

-Vive en Madrid, pero ¿cuál es su relación con El Cerro?

-Nací en Francia, fruto de la emigración de los años 60, mis padres son los dos naturales de El Cerro. Cuando tenía 6 años regresaron a vivir al pueblo. Emocionalmente, El Cerro siempre fue mi casa. Aún cuando vivía en Francia (allí iba a la escuela desde los tres años) siempre tuve la sólida sensación de pertenencia a mi pueblo, quizá por las fuertes raíces que mostraban mis padres y por las de los muchos españoles emigrantes que pasaban de visita por nuestra casa.

- Junto a Julio Iranzo elabora un boletín dedicado a la historia y costumbres de El Cerro, que ya va por el número 39. ¿Cómo surgió la idea de hacer esta publicación? y ¿cuáles son sus objetivos?

-En 2017 el Ayuntamiento de El Cerro creó la Fundación Historia y Cultura de El Cerro con Juan Carlos Garavís como alcalde-presidente y Román Figueruelo Álvarez como director. Al año siguiente, en 2018, integrado en la Fundación, se decide la creación de un boletín como órgano de difusión de todos los temas que histórica y culturalmente puedan tener relación con nuestro pueblo y pensando también en dar a conocer algunos de los viejos documentos que se conservan en el archivo del Ayuntamiento. El director del boletín, Julio Iranzo Ansón, me convence para formar parte del equipo de redacción del boletín y, casi sin saber cómo, me encuentro embarcado en este proyecto del que, gracias a Dios y muy humildemente, estamos muy satisfechos.

-¿Qué formato utilizan, papel, digital y cómo lo distribuyen?

-El Ayuntamiento realiza una tirada impresa de unos 200 ejemplares todos los meses, que se distribuyen gratuitamente en la farmacia y en las tiendas de El Cerro y Valdelamatanza, con la desinteresada ayuda de sus propietarias. También se envía por correo electrónico a todas las personas que quieran recibirlo todos los meses. Superamos ampliamente el centenar de correos electrónicos al que se envía el boletín, muchos de ellos en el extranjero. Es un servicio totalmente gratuito. Los interesados en recibirlo pueden solicitarlo enviando un correo a la dirección: fundacionboletin@gmail.com. Todos los meses el alcalde también lo envía a un grupo de whasapp que tenemos en el pueblo para que también se reciba por esa vía.

- ¿Cuál es su periodicidad?

-La periodicidad es mensual, con la aparición ocasional de algún boletín extra cuando se produce algún hecho sobresaliente.

-Por ejemplo, en agosto de 2019 hicieron un boletín extra, ¿cuál fue el hecho sobresaliente que motivó un segundo número en ese mes?

-El boletín extra de agosto de 2019 fue nuestra manera de contribuir al homenaje que todo el pueblo rindió a nuestro párroco, don Pedro Calama, con motivo de cumplir 60 años al servicio del pueblo. Fue nuestra forma de contribuir a ese agradecimiento.

-Con el nombre 'Historia y costumbres de El Cerro' es fácil adivinar el contenido del mismo, pero ¿en qué se centran especialmente?

-Buscamos recuperar y transmitir, dejándolas por escrito, antiguas costumbres y tradiciones que pasarían al olvido una vez que fallecieran las personas vivas que aún las recuerdan. También dar a conocer el archivo de documentos que existe en el Ayuntamiento y tratar temas sociales del pueblo o que a nivel histórico o cultural tengan alguna relación con nosotros. También intentamos la recuperación de nuestro patrimonio en la medida de lo posible, por ejemplo en 2019 recuperamos y enmarcamos una bandera de 1930 que se utilizó en el paso por El Cerro del rey Alfonso XIII, camino de Las Hurdes, luciendo hoy muy hermosa en las paredes del Ayuntamiento. Actualmente estamos con un proyecto para restaurar y recuperar el reloj de la torre que tiene 130 años de antigüedad.

-Para su elaboración, ¿con qué fuentes cuentan? porque haciendo un repaso a todos los boletines existentes, hay mucha historia detrás de ellos.

-La fuente principal es el archivo del Ayuntamiento de El Cerro, aunque también consultamos en archivos provinciales como el Archivo Provincial de Salamanca o el Archivo Diocesano. La memoria de nuestros mayores es una fuente importantísima en nuestro trabajo y también la consulta de las obras escritas por historiadores de la comarca.

- La consulta de esas fuentes, cuando se trata por ejemplo de personas mayores, imagino que ha sido complicada durante la pandemia; porque no han faltado ni un sólo mes a la cita. ¿Cómo han hecho durante todo este tiempo y en especial durante los meses de confinamiento?

-Tristemente el contacto personal con nuestros mayores se ha visto reducido a la mínima expresión con la pandemia, pero que ellos estuvieran bien era lo más importante. Echamos mucho de menos poder hablar con ellos personalmente y seguro que ellos también nos echan de menos porque ven que valoramos mucho ese tesoro que ellos poseen. El boletín ha seguido saliendo puntualmente, a veces agudizando el ingenio y otras recurriendo a los datos y documentos que habíamos ido guardando de visitas anteriores.

- En todo este tiempo, ya tres años desde que iniciaran esta aventura, ¿qué es lo que más satisfacción le ha dado?

-La gran aceptación que ha tenido entre todos los vecinos y todos los lectores, y el vínculo de unión que ha creado. Se ha constituido en una pequeña tradición y todos los meses, el día 1 sin falta, el boletín llega puntual con «nuestras pequeñas cosas», y si nos retrasamos lo más mínimo enseguida algún lector nos escribe preguntándonos qué pasa.

-Y de todo lo descubierto y escrito, ¿qué es lo que más le ha llamado la atención?, porque imagino que habrá historias que desconocía y que gracias al trabajo que están realizando ha descubierto.

-Hemos descubierto documentos que han puesto fechas y números a objetos centenarios como el antiguo reloj de la torre (boletines 7 al 10), actos filantrópicos y desinteresados como el realizado por Juan de la Cruz Muñoz en 1836 (recogido en el boletín 13 por Julio Iranzo) o la historia y origen del hermoso Cristo renacentista que tenemos en la ermita del Humilladero y que verá la luz a su debido tiempo.

-¿Tiene mucho futuro por delante el boletín?

-Los lectores lo dirán, mientras sigan mostrando el interés y el cariño con el que lo están recibiendo intentaremos mantenernos al pie del cañón, y haremos el esfuerzo de seguir editando este boletín que se ha convertido en un hilo de unión y de vertebración en la larga cadena de todos los que participamos en él: Ayuntamiento, equipo de redacción, tiendas distribuidoras y finalmente los lectores.